Tácticas para enamorar a Storm

Capítulo 15

Una escapada

Hasta que por fin llegamos, debo admitir que si no fuera porque me duele demasiado el tobillo, la caminata hasta aquí habría valido la pena. El sol se refleja en el lago cristalino, creando un espectáculo de luces y colores que enamora a todo aquel que lo contempla. Sus aguas tranquilas y transparentes son como un espejo que refleja la belleza de su entorno. Cada pequeña ola que se forma es como un suspiro del viento que acaricia su superficie, creando una sinfonía de paz y armonía. El lago es un oasis de pureza, donde la naturaleza se muestra en todo su esplendor. Es imposible no sentirse cautivado por su encanto, por su magia que te transporta a un mundo de serenidad y tranquilidad. Sin duda, este lago es un tesoro que merece ser admirado.

El clima se tornó agradable, el sol calentaba el día y la frialdad comenzaba a desaparecer, mis compañeros no tardan en deshacerse de sus cosas y lanzarse al agua, no puedo evitar las ganas de hacerlo yo también, amo nadar y más en un lugar tan hermoso como este. Lamentablemente, creo que no podré.

Mi amiga coloca una manta sobre una colchoneta inflable y ambas nos acostamos sobre él, agradezco que Bastian y Nathan nos hayan dejado a solas y así poder tener nuestro momento íntimo de cada día. Los asistentes que venían en la caravana vendaron mi tobillo y me dieron una píldora para el dolor.

—Oye, ¿todo bien con Nathan? —le pregunto cuando nos dejan a solas.

—Ya sé que es raro verme tan tranquila con alguien, pero no puedo explicarlo, Astrid, simplemente estoy loca por sus huesos.

—O sea, que estás enamorada.

—Sí, eso quise decir.

—Me siento tan feliz por ti, realmente odiaba la relación que tenías con Nicholas, me alegro de que todo haya acabado definitivamente.

—Ay ni lo digas, Nick me gustaba, pero tú tenías razón, se aprovechaba mucho de mí, estando con Nathan me he dado cuenta de lo que es que te traten bien realmente.

—Además, Nathan es tan lindo contigo, se le ve un chico sensible.

—Cuando te digo que me derrito por él, créeme, es el chico que siempre quise.

Me quedo en silencio observando el lago, todos se divertían como si fuera un día de verano, la punzada de celos me pega fuerte cuando veo a Jia coqueteando con Milo mientras él solo existe.

No tiene que importarte, él no es relevante en tu vida.

—¿Y tú? —Grace me saca de mis pensamientos.

—¿Yo qué?

—¿Cómo llevas el tema de Clay?

—No lo sé, mi decepción fue tan grande que creo que mi corazón decidió poner los sentimientos en pausa, es raro, no sé si me entiendas.

—Pues no, es la primera vez que me enamoro y espero no salir decepcionada.

—Deseo con todo mi corazón que nunca lo sientas, es horrible, haber amado tanto a una persona, creer que la conoces del todo y luego darte cuenta de que vivías una ilusión, esa persona era una mentira, una actuación.

La decepción es una bomba con pocos segundos en la cuenta regresiva, una vez que detona olvidas los buenos momentos y el amor que sentías.

Se puede recuperar la confianza y el cariño perdido en un amor, pero luego de una decepción no hay vuelta atrás, ella lo termina todo eventualmente.

—¿Lo odias?

—No es odio, de hecho no es nada, ahora somos dos personas con bonitos recuerdos y un terrible final, dos personas predestinadas a alguien más.