La primera luz del alba apenas se filtraba a través de las altas ventanas del Internado Altair cuando Kim Namjoon cruzó sus puertas.
El aire fresco de la mañana acariciaba su piel con un toque inesperado, como si el viento trajera consigo un susurro de primavera en contraste con el gélido frío polar que conocía tan bien.
Cada respiración era una mezcla de la brisa helada y un nuevo aroma de tierra húmeda y césped recién cortado.
A pesar de su apariencia imponente, la ansiedad latente se escondía en la profundidad de sus ojos negros.
Caminaba por los pasillos de piedra, cada paso resonando con la promesa de un nuevo comienzo. No era ajeno a la atención; su estatura y porte naturalmente atraían miradas. Pero aquí, en este bastión, se sentía como un intruso en un mundo desconocido.
La beca que había obtenido era su orgullo, el resultado de noches incontables de estudio y sacrificio. Sin embargo, no podía evitar preguntarse si realmente pertenecía a este lugar.
"¿Un oso polar aquí?", escuchaba murmurar a su alrededor, y aunque su mente le decía que ignorara las voces, su corazón no podía evitar sentir el pinchazo de la curiosidad ajena.
Sus pasos resonaban con una mezcla de determinación y cautela, cada uno marcando el ritmo de su nuevo destino.
Suspiró pesado, largando todo el aire de sus pulmones antes de tocar la puerta de la oficina de administración.
— Hola, vengo a registrarme. — Su voz gruesa hizo eco en la acogedora habitación, rasposa y seca, lo que lo obligo a carraspear intentando deshacerse de la sensación.
Una secretaria sentada en el escritorio hecho de madera vieja y pulido a la perfección, levanto la vista de los documentos que se encontraba leyendo.
Una mujer, alfa por lo que pudo apreciar, de ojos oscuros y cortos cabellos que se distribuían en colores entre negro y blanco, desvelando su naturaleza de cebra, lo escudriño de arriba abajo, antes de responder.
— Claro, el oso — Más como una respuesta fue como un recordatorio para ella misma, cosa que incómodo al alfa quien se cuestionó si realmente debiera estar allí, mientras la cebra rebuscaba entre los archiveros.
— Aquí tiene, su habitación es la 315, la residencia de los alfas queda en el edificio oeste, el toque de queda es a las 11 pm y está estrictamente prohibido quedarse en la residencia de los omegas, si falta más de 3 veces sin justificación reprobara la clase, espero que haya leído el libreto de las normas de la comunidad, si infringe alguna norma se le dará una advertencia, si tiene más de tres advertencias su beca le será retirada y tendrá que abandonar el recinto, recuerde que debe mantener un perfil de notas por encima del promedio o de lo contrario se le retirara la beca...— Explicaba la secretaria entregándole su respectiva llave de habitación y más documentos.
Con la llave firmemente en mano, asintió a la secretaria con gratitud. Se giró para enfrentar el campus, un vasto terreno que ahora debía llamar hogar.
La atmósfera estaba impregnada de una mezcla de tradición y misterio cuando se aventuró por los pasillos de piedra, su mirada curiosa explorando cada rincón.
La luz matutina filtrándose a través de las altas ventanas creaba un juego de sombras y luces, envolviendo el entorno en un aura de enigma y promesa.
Se detenía de vez en cuando para observar los murales que adornaban las paredes, cada uno contando una historia diferente de las personas que habían pasado por aquel lugar.
ESTÁS LEYENDO
Back to Instinct [N.J, Y.M, V.K, V.H]
FanfictionEn un mundo donde los humanos y sus contrapartes animales coexisten de manera intrincada, cada ser viviente lleva dentro de sí una segunda piel, una esencia animal que pueden manifestar a voluntad. En donde las sombras danzan con la luz del día y l...