MIEDO

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Tuve razón en a amar temer

¿Porque tenías que aparecer?

Tú eras el único en mi mundo.

Y yo en el tuyo iba de segundo.

¿Cuándo será el día en que por fin te soltaré?

¿En qué momento te olvidaré?

Esa mañana que desperté deseando que todo fuera un sueño.

La mañana en la que mi hermana me abrazo y yo tenía los ánimos por el suelo.

No te he remplazado y nunca lo hare.

Pero anhelo poder verte a los ojos y decirte "te superé".

Hubo lagrimas que no viste y que por ti solté.

Aún me reprocho porque a tu recuerdo me aferré.

Estoy bien.

Estoy bien.

Estoy bien.

Me repetía frente al espejo aun sabiendo que no estaba al cien.

Me pintaste un romance de televisión.

Y yo no me había dado cuenta de que eres un experto en ilusión.

Me dijiste "te amo" en un susurro, perdón por no haberlo escuchado.

Y ahora me toca hacer como que nada hubiera pasado.

Te fuiste y ni siquiera me pude despedir.

No te quedaste a escuchar lo que tenía que decir.

Me estoy convenciendo de que no te quiero.

De que mi amor propio esta primero.

A cruzarme contigo en la calle no quiero tenerle miedo.

Quiero poder saludarte y decirte "hasta luego".

Conte las noches que por ti me lamente.

Y tú me paseaste en las narices a tú nuevo amor como diciéndome "ya te olvidé".

Me quedé con miedo y en la garganta se quedaron atoradas las palabras.

Te quisiste ir y yo no planeaba cortarte las alas.

Me quedé con el miedo y del dolor en la garganta siento un nudo.

No te creo el cuento de que te quedaste mudo.

Me quedé con miedo y con el amor entre las manos.

¿Cómo me pides que quedemos cómo amigos?

Me quedé con miedo de que no volvieras y apareciste 93 días después.

El 8 de marzo un 8 que quedó como si fuéramos a cumplir mes.

Me quede con el miedo.

De seguirte amando.

ENCICLOPEDIA DE UNA MENTE DIFERENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora