Capitulo XIII

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...

Agregándole unos cuantos toques, la pintura quedó del todo lista y hermosa, más que la anterior vez que se la mostró a Neptuno que en este mismo momento no se encontraba junto a él.  Hey, pero de repente Saturno enseguida vino a él.

-¡Oh hola mi bello amigo Urano!
Saludó como siempre, tan amable y agradable.

-Hola Saturno.
Y este saludó como todo un gigante de hielo, muy entrecortante y muy frío con muchos.

-¿Y bien?, ¿Que tal te fue con Neptuno?
Enseguida se puso de andar de cupido como siempre lo hace, solo que... Con más cautela.

-Bien, supongo.

-¿Supones?

Después de tantos años ya no sabía cómo era el Neptuno de antes, no lo recordaba, pero si o si recordaba aquel detalle que dió por aquella promesa que le hizo.

-Oh vaya, si son un caso perdido.
Dijo estando muy deprimido por no ver la anterior parejita que antes era la más obvia del sistema solar, después de Tierra y Venus claro.

-Si ni que lo digas, pero más Neptuno quien anda en alguna parte de ese cinturón de Kuiper que tanto él adora estar.

-Supongo que él te está preparando una sorpresa, quién sabe.

-¿Una sorpresa?

-¡Si!, él siempre es muy sutil con cualquier cosa para que se impresione.

-Oh vaya... En ese caso esperaré a su regreso haha.
*Sonrisa nerviosa*
Un ligero calor en sus mejillas se hizo en la cara tan congelada del planeta de trece anillos, quien ahora se estaba muriendo de risa y vergüenza con que Neptuno le estuviera preparado aquello que tanto dice Saturno que es una sorpresa.  Y aquella sorpresa no era esa quien todos pueden pensar.

.....

....

...

..

-Te desapareciste por un buen tiempo Saturno, de hecho, ¿Porqué te estás yendo hacia la órbita de Urano de vez en cuando?

-Ahs solo lo hago para ayudarle con algo, además, no es para tanto que yo vaya hacia su órbita.

-Si al Sol no le importa entonces tienes suerte de que no te lance una de sus llamaradas solares.

-Hmm... Puede ser.

-...

Ni le importa si le lanza una de aquellas llamaradas solares, estaba más preocupado por Urano quien le daba animos para que éste no dejara sus pensamientos positivos de que Neptuno le iba hacer una declaración de amor se echarán por borda, al menos si eso es cierto.  Bueno, Urano es un pésimo planeta para meter la primera palabra para saludar.

Pero en fin, todos deberían preocuparse por sus propias cosas, pero... A todos les encanta ver aquello que siempre anhelan ser, y más si se tratan de sus amistades queridas, al menos para Saturno era eso, por que cada vez se preocupa Saturno quien siempre le pregunta a Urano si se encontraba bien, ya que aún así no lo admitía, su expresión en su rostro era demasiado obvia, y esto porque los tiempos pasaban y nada de alguna sorpresa, y de todos esos años, la misma respuesta de siempre.

-Estoy bien Saturno, no te preocupes.
Y lo decía de una manera calmada a la cual para Saturno era sorprendente, ya que así no era la anterior reacción que daba cuando...

-¿Deseas una torta de chocolate?

-¿Que?

Voz del planeta más grande del sistema solar interrumpió los pensamientos de Saturno hacia Urano, pero que más da, la triste realidad de una amistad tan agridulce se fue creciendo pero... Él jamás lo dejaría en una triste y deprimente órbita.

Así como están tan lejanos el uno al otro, la gran distancia de aquellos sentimientos claramente tuvo un rumbo en el cual fue una separación y desaparición por no corresponder.

Y así es como de nuevo llegamos a esto, la historia toma otro rumbo en el cual el planeta de anillos delgados no quería que sucediera.

Entonces...

Una vez más...

...

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