5. Estrategias y revelaciones

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CHIARA

Chiara se despertó el domingo con la cabeza aun dando vueltas por el encuentro con Violeta. No podía mantenerlo dentro por más tiempo, así que decidió convocar una reunión de emergencia con Ruslana y Martin, sus confidentes más cercanos. Acordaron reunirse en "La Invitada", el bar donde trabajaban, antes de que comenzara el turno de la tarde.

Sentados en una mesa al fondo del bar, el ambiente era relajado pero cargado de expectativas.

—Gracias por venir tan rápido, chicos. Necesito vuestra ayuda —dijo Chiara, nerviosa, jugueteando con una servilleta.

—¡Cuéntanos! —exclamó Ruslana—. ¿Qué ha pasado?

—Me encontré con Violeta el viernes. Bueno, más bien ella vino a recoger a Marina del estudio de grabación. No esperaba verla y fue... hard.

Martin levantó una ceja, intrigado.

—¿Y cómo fue la reunión?

Chiara suspiró profundamente.

—Fue incómoda. Intenté ser educada, pero los recuerdos y las emociones tras escuchar su álbum estaban a flor de piel. No sé cómo acercarme a ella sin parecer desesperada o demasiado obvia.

Ruslana se inclinó hacia adelante, pensativa.

—Bueno, primero, respira. Segundo, no tienes que hacer todo de una vez. Podemos planearlo poco a poco. ¿Tienes alguna excusa para verla de nuevo?

Chiara asintió.

—Sí, Marina y yo tenemos otra sesión de composición el martes, a lo mejor va a recogerla como la última vez, pero I'm not sure at all. Marina y yo conectamos muy bien en la primera sesión, y parece que vamos a trabajar juntas bastante tiempo.

—Perfecto —dijo Ruslana, sonriendo—. Usa una de esas sesiones para acercarte a Violeta de manera natural. Haz que parezca que todo es casual, aunque no lo sea.

Martin intervino, asintiendo.

—Sí, y mientras tanto, sé tú misma. Si Violeta ve que has cambiado y que aún te importa, es probable que también quiera acercarse. Además, tienes a Marina de tu lado, lo cual es una ventaja.

Chiara se sintió aliviada al ver que sus amigos estaban dispuestos a ayudarla. Luego cambiaron de tema y hablaron sobre la sesión con Marina.

—La sesión fue increíble. Marina y yo tenemos una conexión única. Las letras fluían como si siempre hubieran estado allí, esperando ser escritas. No puedo esperar a la próxima sesión el martes —dijo Chiara, sonriendo con entusiasmo.

—Eso es genial, Kiki. Parece que la música siempre ha sido un buen canal para expresar lo que sientes —comentó Ruslana.

—Exactamente. La música siempre ha sido mi refugio, y trabajar con alguien tan talentoso como Marina ha sido, like, amazing.

Martin sonrió y empezó a hablar sobre su propia experiencia en la escuela de artes escénicas.

—Hablando de colaboraciones, tengo que hacer un trabajo con los del grado de baile. Me ha tocado con una rubia muy maja y que baila increíblemente bien — dijo pegándole un trago a su cerveza mientras miraba a Chiara de reojo.

—¿Ah sí? ¿Rubia eh? ¿Y cómo se llama? —preguntó Ruslana, curiosa.

—No lo sé, no le pregunté. Pero tengo que admitir que tiene un talento increíble. Me pregunto si podría pedirle algunos consejos para mis propias coreografías.

—Eso suena interesante, Martin. ¿Quizás es alguien que conocemos o que nos interese conocer? —sugirió Chiara, sacando sus dotes de gran actriz, ya que el dato de ser rubia y bailarina le había llamado la atención.

Serlo todo | KiViDonde viven las historias. Descúbrelo ahora