VIOLETA
Era jueves y Violeta había pasado los últimos días ocupándose con cualquier cosa que pudiera llenar su agenda. Había aceptado entrevistas, participaciones en podcasts y cualquier oportunidad de promoción para su álbum. Era su manera de mantener la mente ocupada y evitar pensar en Chiara, esa medio inglesa morena de ojos verdes que no dejaba de rondarle la cabeza.
Esa mañana, después de una larga grabación de un podcast, se dio cuenta de que había terminado más temprano de lo esperado. Mientras caminaba hacia su coche, sacó el móvil y llamó a Marina.
—¡Hola, Marina! —saludó Violeta con un tono despreocupado—. He terminado antes de lo previsto y estaba pensando en recogerte del estudio. Paso por ahí de camino a casa. ¿Te parece bien?
Marina respondió rápidamente.
—¡Vio! Qué bien. Sí, claro, ven a recogerme. Kiki se ha ido hace un rato porque se encontraba mal, así que estoy sola.
Otra vez el apodo. Tenía que dejar de pensar en eso, no estaba bien. Sin embargo, Violeta sintió un inesperado alivio al escuchar que Chiara no estaría allí. Aunque parte de ella quería verla, sabía que todavía no estaba preparada.
—Perfecto. Llego en unos minutos —respondió Violeta, intentando sonar casual.
Al llegar al estudio, Violeta aparcó el coche y se dispuso a entrar. Fue entonces cuando vio una figura familiar sentada en el bordillo de la esquina, con la cabeza entre las piernas. Al acercarse, reconoció esa figura. Se trataba de Chiara, sola y llorando en mitad de la noche.
El corazón de Violeta se encogió. Ver a Chiara así despertó en ella una mezcla de emociones que no podía ignorar. La vulnerabilidad de Chiara siempre había sido su debilidad.
—¿Chiara? —dijo Violeta, acercándose lentamente.
CHIARA
El jueves había llegado, y con él una nueva sesión de estudio con Marina. Sin embargo, la conversación con Martin y Ruslana, y la revelación de sus sentimientos la habían dejado terriblemente sensible. No podía dejar de pensar en una cierta cantante pelirroja, en cuánto la echaba de menos y en cómo el pasado seguía persiguiéndola. Not again.
La tarde en el estudio comenzó como cualquier otra. Marina y ella estaban inspiradas, las ideas fluían y las melodías se entrelazaban. Pero cuando comenzaron a trabajar en una letra que tocaba temas sensibles y del pasado, todo lo que Chiara había estado reprimiendo salió a la superficie. Las palabras de la canción la golpeaban con la fuerza de un huracán, recordándole todo lo que había vivido y sentido, y todo lo que había roto.
Chiara intentó mantener la compostura, pero las emociones la abrumaban, pero después de varias horas, no pudo más. Salió del estudio corriendo, dejando a Marina preocupada.
—¡Chiara, espera! —exclamó Marina—. ¿Qué pasa? ¿Te encuentras bien?
—Lo siento, Marina. Necesito aire. Me siento mal y necesito irme a casa —dijo Chiara, intentando controlar su voz temblorosa.
Marina insistió en llevarla a casa, pero Chiara solo quería estar sola.
—No te preocupes, de verdad. Solo necesito un momento para mí. Te avisaré cuando llegue a casa —dijo, tratando de sonar convincente.
Marina, aunque confundida y preocupada, accedió finalmente.
—Está bien, pero llámame en cuanto llegues, ¿vale?
Chiara asintió y salió del edificio. Caminó sin rumbo fijo, tratando de calmar la presión en su pecho. Se sentó en un bordillo, dejando que las lágrimas fluyeran libremente. El dolor, la nostalgia y el arrepentimiento se mezclaban en su mente, haciéndole sentir más sola que nunca.
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Serlo todo | KiVi
FanfictionEn el vibrante corazón de Madrid, dos almas destinadas a encontrarse se enfrentan a un torbellino de emociones y desafíos. Violeta, una joven prodigio de la música, y Chiara, una talentosa compositora tímida, se conocen y sus vidas se entrelazan en...