Muse [soonhoon]

Des roses et des livres

Octubre 22, 2022.

Lee JiHoon

— Recordaba tu "pedacito de cielo" más.... — Observaron la desgastada entrada, recién llegados del aeropuerto. La liana de flores se extendía por el porche estando estas secas.

— Alguien dijo una vez "Con un poco de amor, todo es un hogar" — Tomó su maleta y caminó rápido hacia la puerta. Estaba emocionado, podía sentirse menos preso en su bloqueo.

—  A eso no es lo que me refería — Tomó las otras maletas en sus manos y entró al viejo recibidor.

El olor a rosas se hizo presente, observó a su alrededor la olvidada casa. Telarañas y bichitos correteando por ahí al igual que un platinado niño de 24 años reviviendo los fantasmas de sus recuerdos en aquella casa.

— ¿Porqué está tan descuidada hoonie? ¿Nadie le hizo mantenimiento mientras peleabas por ella? — Hong estornudó, el polvo no era uno de sus amigos.

— Esta casa no había sido abierta durante los 3 años de discusión. — Su expresión sería y ojos llenos de orgullo y rencor, miró el cuadro en la pared — Después de que mi padre muriera y su otra familia reclamara, el juez dijo que "nadie debía pisar este establecimiento".

Se burló infantilmente del juez haciendo una vocecita, Hong rió un poco viendo que ese lado de la personalidad de su amigo había vuelto.

— París es un gran lugar... — Sonrió, sintiéndose feliz y aliviado — ¿Dónde dejo esto?

— Puedes subir y ver si el techo está en buenas condiciones. A la derecha, a un lado de las escaleras, está la habitacion de invitados. Ponte cómodo.

Los pasos de Joshua rechinaban con la madera de las viejas escaleras, el olor a rosas y libros inundaba la mente de JiHoon. Ese conocido aroma, un aroma que gritaba hogar. Le hacia querer plasmarlo en óleo.

Fué corriendo al ático, ese precioso lugar en la punta más alta de la casa, con la esperanza de que aun siguiera igual. Jaló el hilo de la escotilla y un hilo de escaleras cayó ante sus pies.

— Justo como lo dejé, un desastre.

Aquella habitación, el último piso. Donde la azotea es lo único que te protege de la triste lluvia, ahí es donde un pequeño artista pasaba sus veranos. JiHoon observaba la sombra de sus recuerdos mientras paseaba por el lugar.

Pinceles maltratados con pintura seca, lienzos y plastilina junto a una guitarra a un lado de la pequeña ventana que daba vista a la calle frente la casa. Muchas emociones pasaban por su mente con solo un vistazo.

Se acercó a ver por la ventanilla, el vidrio y el marco no estaban en sus mejores condiciones pero almenos sigue ese grabado que el mismo hizo.

"Está bien sentirse azul"

— Que Poético — Se burló de su yo del pasado y trato de abrir la ventanilla — Está atorada, puede ser por las lluvias.

Bajó hasta la cocina, y tomó un cucharón viejo, Intentaría abrirla con ella. Joshua estaba viendo el gran estante de libros en su habitación, sacando sus cosas al mismo tiempo hasta que un gran crujido lo alertó.

— Me descuido dos minutos y ya se mató — Se apresuró a ir con el más bajo sin tener idea de dónde podría estar — ¡Lee JiHoon! ¿Estás bien?

— ¡Estoy arriba!

— ¿Arriba? — Al final del pasillo, vió las escaleras que daban al ático y subió.

Una cuchara doblada y un trozo de madera vieja, JiHoon se asomaba mirando alegre el paisaje de aquel ventanal.

— ¿Rompiste la ventana?

— Ups...

JiHoon de encogió de hombros y dió una risita con el pequeño golpesito en su hombro fué dado. Definitivamente necesitaba otro aire y este era el indicado, todo mejoraría apartir de ahora. Quizás, pintar el paisaje que le otorgaba la ventana para empezar.

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Gracias por leer.