Muse [soonhoon]

émotions d'agrumes

26 de octubre, 2022

Hong Jisoo .

— Mi color favorito es el que te importa y mi comida favorita es el quien te preguntó.

Mientras tanto en la oficina de JunHui, las cosas se ponían algo agobiantes para el jóven Jisoo, teniendo que aguantar a SeungCheol y sus mil preguntas.

— Oh vamos ¿Y que te hizo venir a Francia? ¿Viajes del oficio? ¿Algún interés?

Joshua estaba apunto de decirle hasta como se van a morir sus bisnietos si ese "oso pardo", cómo le llamaba él, no guardaba silencio. El sofá mediano donde están sentados con sus laptops en sus piernas no era nada cómodo, más el hecho de cada vez más SeungCheol acortaba la distancia entre ellos apretándolo ¿Que clase de coqueteo era esto? En su mente, estaba redactando la demanda de acoso.

— Trabaja Choi, no hay tiempo para preguntas. Tal vez pudiéramos hablar si tan solo hubieras avisado el cambio.

— Platicar alivia el estrés, que esa carita linda no se arrugue de tantas letras. — Apretó su mejilla simulando un gesto tierno.

Hong volteó la cara en rechazo y volvió a su trabajo, viendo señal nula en SeungCheol de rendirse, esto confirmándose cuando este reposó su cabeza en su hombro.

— Hueles a naranja ¿Es tu perfume? ¿Cómo se llama? Para tenerlo siempre en mi alcoba. — Hong se atragantó con su propia saliva al entender

— Suficiente. Choi deja de apretar la cara Hong o te despido en este mismo momento.

JunHui había aguantado a esos dos por más de media hora ¿Dónde estaba su Wonwoo con lo necesita? Se estaba empezando a desesperar del jueguito romántico entre esos dos y el no tener besitos de su esposo.

— Relájese jefe Moon, solo estoy hablando con mi hermoso compañero para aliviar el estrés.

— Te estás ganando una demanda por acoso y un coscorrón de mi parte. Ligas peor que Wonwoo en sus años de universidad.

— Auch — Choi fingió estar herido en exageración por las palabras de JunHui para volver a su jueguito — Como decía, tú-

Joshua había aprovechado la distracción para sentarse en la mesa de la esquina en modo de escape. Tuvo que poner los libros y revistas en el suelo para hacerse espacio, era incómodo pero era mejor que estar a un lado de ese oso meloso.

— ¿Qué haces ahí?

— Trabajando. Cómo deberías de estarlo.

Resignado por el evidente rechazo, SeungCheol centró su atención en su laptop, por ahora.

🍰

—¿Aún sigues reacio a tomar café normal?

Wonwoo disfrutaba de un pie de limón acompañado del rubio, JiHoon dejó su taza de café con leche a un lado para seguir dibujando en una servilleta del montón.

— No me gusta lo amargo que puede ser, me trae no muy buenos recuerdos. El lindo color del café con leche y su dulzor van más conmigo.

Jeon asintió en respuesta, sabía que a JiHoon no le gustaba hablar de cosas del pasado. Wonwoo solo veía un ángel dañado por este mundo cruel sentado frente suyo. Aquel ángel que expresaba su dolor mediante ilustraciones para aliviarse. Acomodó sus lentes y miró hacia la ventana, aquella teniendo impresa el logo de la cafetería Yoon en la parte de enfrente.

Pensó un momento en las pinturas recientes de su amigo. Ojos rasgados, piel terza, un achocolatado cabello y un perfil envidiable. Miró los edificios a la vista y un anuncio iluminó su mente.

— ¿Lo viste aquí?

— ¿Ah?

— La persona de tu obra ¿Viste a Kwon aquí?

JiHoon cambió de color sorprendentemente rápido, Jeon rió un poco por la reacción del rubio, le había atrapado.

— P-Pues, lo ví entrar y-y... sucedió.

— Lo viste, quedaste maravillado y ahora no dejas de llamarlo cada que tienes algún color o lápiz en tus manos.

— Algo así...

A Jeon le pareció tierno el cómo JiHoon evitaba su mirada, centrando está en sus manos debajo de la mesa y enredando sus dedos en señal de nervios. Vió el pequeño dibujo en su servilleta ¿Para eso le había pedido su bolígrafo?

— No hay nada de que avergonzarte, eres un artista, no es ilegal tener una musa. Muchos usan famosos para inspirarse.

— ¿No se supone que para ser mi estro debería al menos tener contacto con él? Pensándolo bien, no quiero conocerlo.

— ¿Por qué no?

— Me desmayaría si un ser de tal rango de belleza me dirigiera la palabra, ni siquiera unos buenos días aguantaría.

Wonwoo soltó una carcajada, JiHoon seguía teniendo mentalidad de adolescente aún así ya esté rondando los 25 años.

— Créeme le caerías bien ¿Sabes? MinGyu me ha contado sobre su reciente visita a la sede principal de la galería.

— ¿Kwon visitó al señor MinGyu? ¿Porqué lo haría?

— ¿Te diriges a MinGyu cómo señor? Tiene 29 apenas.

— Él fué mi mayor ayuda en esto del mundo del arte, le debo la vida. - JiHoon admiraba mucho a MinGyu, aunque este solo se dedique a la arquitectura.

— No me dijo que exactamente, debe ser algún evento.

La campanita de la puerta tintineó en aviso de un nuevo cliente, JeongHan asomó su vista por la ventanilla de la puerta de empleados para ver cómo Joshua se quitaba el abrigo para sentarse junto a JiHoon, dejando algo en la mesa, algo que no puede descifrar que es.

— ¡Seungkwan! Jeon está aquí.

— ¿Y? Lo atendí y me dió propina.

— ¿Cómo que "Y"? Si Jeon está aquí significa que Choi también, no puedo imaginarme respirando el mismo aire otra vez con ese ser.

— Estará de visita, tal vez. No pienses mucho en eso, Jeonghan. Ya debe haberlo olvidado. al igual que tú, supongo.

— Si, seguro.

Salió a saludar a Joshua, se estaba empezando a preguntar que era lo que realmente era para Hong, pensó en todo lo que pasó en aquella temporada y el cómo se distanciaron casi dos años después de superar a SeungCheol. Intercambió algunas palabras con Jeon y JiHoon para luego ser abrazado por Joshua, un olor leve a naranja desprendía de su amado ¿Era su amado? Se volvió aún más confuso cuando una rosa fué extendida en su dirección y un sonriente castaño le besara en la mejilla.

Necesitaba poner todo en orden antes de cometer un error. Al llegar a casa, JeongHan dejó con cuidado la rosa en un florero con agua, su gato, negro como la noche, jugaba con algo que no parecía ser uno de sus pétalos .

— Truffe, deja eso... ¿Qué tienes ahí?

"Para mí ángel caído, no seas tan terco. Con amor y deseo, Choi SeungCheol"

Arrancó con cuidado la nota pegada entre los pétalos carmesí de aquella flor. Mañana hablará seriamente con Hong, o tal vez estos días, será en cuanto se termine el vino y whisky que tiene guardado en el mini bar de su cocina.

Gracias por leer.