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Summer.
" Fui frio lo se pero, tu optimismo y torpeza me hizo sonreír, me hizo... Sentir cálido. "

Al día siguiente, el cobalto se levanto una vez mas de su cómoda cama estaba listo para empezar un nuevo día.

Planeaba desayunar en un lugar específico, se vistió de una mejor manera y cuando quiso salir de su hogar pudo notar un 'regalo' en su puerta.

Una cometa nueva.

—¿que...? —confundido el azulado la levanto del suelo y la miro detalladamente, ¿quien le habia dejado eso en su puerta? ¿Cuanto tiempo habrá estado ahi? Fueron las primeras preguntas que llegaron a su mente. —no tiene ninguna nota.

Fue cuando una persona o cierto erizo azabache llego a su mente, pues era el único que sabia la existencia de aquella cometa que se habia atascado y roto a la vez.

El... ¿Me compro una cometa nueva? Penso de nuevo sin creerlo del todo, era obvio que buscaría alguna respuesta a esa pregunta ademas de saber el '¿por que?'.

El cobalto fue directo a la casa de aquel erizo de ojos granate, toco varias veces de una forma suave y sin ser tan molesto.

No hubo respuesta, dio unos cuantos toques de nuevo y tampoco tuvo alguna respuesta.

¿Habrá salido? ¿Seguirá dormido? Penso el cobalto.

Decidió buscarlo mas tarde.

˗ˏˋ 🌼 ˎˊ˗

Con la cometa en mano, siguió su camino a un pequeño restaurante nuevo que le habia llamado la atención.

Entro y al querer buscar una mesa libre noto a ese mismo erizo azabache, este se encontraba escribiendo junto con un plato vacío y una taza que probablemente era de café.

¿Debería... Preguntarle sobre esto? Penso mientras se quedaba parado en medio de la entrada.

Suspiro y decidió afrontar la situación, sin ningún miedo se acerco a la mesa del azabache y sin pena o vergüenza alguna, hablo.

—tu... ¿Me dejaste esto en mi puerta esta mañana? —dijo el cobalto mostrándole la cometa.

El contrario dejo el pequeño bolígrafo en la mesa, levanto la mirada y con el mismo semblante serio le respondió.

—destruiste la tuya al querer bajarla de mi árbol. —contesto. —escuche el inmenso golpe que te diste contra el suelo así que, me tome la molestia al querer regalarte una pero, si no gustas tenerla puedo quedármela.

Fui... Fui un capítulo de comedia el dia de ayer... Pensé que no me habia visto, pensó el cobalto.

—oh no, es solo que... Actuaste un poco grosero la primera vez que toque tu puerta y que ahora me regales una es... 'raro'.

—estuviste en el momento equivocado es todo. —dijo para cerrar la libreta donde habia estado escribiendo antes de que aquel erizo azulado llegara a su mesa.

—gracias...

El azabache asintió y dio un pequeño sorbo a su café, pues lo único que esperaba era que el cobalto se marchara y lo dejara.

—Mhn... Yo... ¿Puedo sentarme? —dijo con algo de vergüenza mientras recordaba sus mismos pensamientos: le parecía interesante la nueva persona que se habia mudado.

El azabache se sorprendió pero asintió sin importancia, no, no quería compañía pero no quería ser más 'grosero'.

—entonces... —quiso hablar de nuevo el menor mientras se sentaba y dejaba su cometa recargada en la silla. —¿que escribías?

—eres... Un poco, no, demasiado curioso con la vida de los demás, ¿verdad? —hablo el azabache.

—me gusta hablar con personas nuevas y si puedo hacernos cercanos tu sabes, amigos.

—Mhn...

—así que... Aquí va mi pregunta de nuevo. —le dio una leve sonrisa. —¿que escribías?

—bueno... —suspiro. —soy escritor y estoy tratando de empezar un libro.

—¡oh! —el cobalto se sorprendió. —¿un escritor? Eso es interesante y increíble, ¿cual es tu nombre? ¿Cuantos libros tienes?

Este chico hace demasiadas preguntas... Penso el azabache.

—una pregunta a la vez erizo.

—lo lamento. —dijo con otra sonrisa pero esta vez con un toque de vergüenza.

—primero, si, soy un escritor, segundo, mi nombre es shadow y tercero aun estoy empezando esto pues he escrito libros enteros pero nunca los he publicado para todo el publico. —dijo con algo de frustración en sus palabras.

—oh, shadow el escritor. —repitió. —tienes libros escritos pero nunca los has publicado, comprendo.

El azabache dio un sorbo a su café para seguir hablando.

—si, exacto.

—¿y de que genero escribes?

—romance.

—¿estas enamorado?

—que escriba de ese genero no significa que estoy enamorado erizo azul. —contesto al instante.

—perdón. —volvió a disculparse. —¿y por que no publicas tus escritos?

—falta una chispa... Algo que no los vuelva comunes o 'clichés'... Algo falta y no se que puede ser.

—oh, debe ser difícil no saber que es lo que te falta.

—lo es, es frustrante.

—y... ¿Por que te mudaste?

Ambos escucharon un tono de llamada, el azabache se dio cuenta que provenía de su celular y contesto mientras se levantaba para irse.

Despues de unos minutos regreso con el cobalto, pero no para seguir hablando sino para despedirse.

—tengo que irme. —dijo mientras recogía sus cosas, habia pagado hace unos minutos atrás así que no tenia ningún problema para irse.

—de acuerdo... ¿Podremos seguir nuestra platica algún día?

—eso depende de ti, ¿no? Que tanto te interesa mi vida... Es peculiar. —el azabache camino hacia la salida pero antes de poder irse por completo sintió un agarre en uno de sus brazos.

—nunca te dije mi nombre. —hablo el cobalto.

El azabache lo miro irónico, mientras esperaba que el cobalto siguiera hablando.

—soy sonic.

—adiós sonic, espero que esta vez puedas volar tu cometa sin ningún problema. —dijo para zafarse del agarre delicadamente y salir de aquel restaurante.

—gracias... —contesto el cobalto en un pequeño hilo de voz, una respuesta que no puedo escuchar el azabache.

Fue cuando el sonido de su estomago le hizo recordar el por que estaba ahi en primero lugar, tenia hambre. Pero hablar con tal erizo era realmente interesante.

 Pero hablar con tal erizo era realmente interesante

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𝗦𝗲𝗮𝘀𝗼𝗻𝘀 𝗢𝗳 𝗠𝘆𝘀𝘁𝗲𝗿𝘆 〃 ShadonicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora