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Autumn.
" ¿Que si me gustas? Mi corazón implora por tu cálido toque en mi piel."

El azabache al cerrar su puerta, se sintió un idiota.

Sonic... No... Yo no... Fue lo primero que pensó, habia desquitado su estrés y enojo con la única persona que... Amaba.

El mayor salio de su hogar de forma rápida y toco varias veces la puerta del menor.

Toco una vez y no hubo respuesta, toco la segunda vez y no tuvo alguna respuesta, cuando quiso tocar por tercera vez se detuvo en seco.

Es mi culpa... Yo eche a perder las cosas... Yo destruí su corazón, yo... Destruí mi propio corazón. Penso mientras se alejaba de aquella casa.

Se abrazo a si mismo, toda su vida la habia vivido en amargura y seriedad pero la primera vez que pudo sentir la felicidad en carne propia fue en aquel erizo azul. Y nunca volvería a sentir ese mismo toque cálido o ese rubor carmín.

Todas la malas decisiones de su miserable vida eran su culpa y siempre seria así.

˗ˏˋ 🍂 ˎˊ˗

Pasaron días donde habia vuelto aquél sentimiento en el azabache.

Seriedad y soledad, no iba a mentir, no extrañaba estar de aquel modo pero se lo merecía.

No habían platicas con el menor, no habían salidas o planes con el y eso lo hacia entristecerse mas.

—¿por que siempre soy un completo idiota? —se pregunto a si mismo.

Por que eres una mierda, fue lo que su propia mente le respondía.

Era tarde y la noche habia caído una vez mas en el vecindario, el erizo de ojos granates salio de su hogar y se sentó en el pequeño escalón que tenia su casa.

Sus orejas poco a poco bajaron y tapo sus ojos con sus manos.

Paso horas de esa forma, la única luz que lo acompañaba era de la luna o eso creía por que empezó a escuchar pisadas hacia su dirección.

Pero no quería ver de quien era, estaba seguro de que scourge habia vuelto para preguntarle sobre ese maldito libro.

—¿estas bien? —esa voz, esa voz suave y alegre que habia extrañado tanto tiempo esta ahi. Sentado junto a el.

—no. —contesto, quitando sus manos de su rostro pero sin mirar al erizo azul.

Hubo un breve silencio, uno incomodo que se encargo de romper el azabache.

—soy una persona perversa, ¿Verdad? —podía sentir una pequeña y cristalina lagrima caer por su mejilla.

Hubo un silencio, su pregunta no fue contestado al instante.

—que... ¿Que te hace pensar de esa manera?

—soy una persona seria, soy un idiota, mayormente soy grosero por ninguna razón en concreto y... Me enojo con las personas que amo.

—shadow...

—perdóname... No quiero ponerte excusas de lo que paso aquel día... Yo solo... Llegue a mi limite y llegaste en el peor momento del mundo pero no quiero justificar lo que hice.

—esta bien shadow... Enserio no debes de preocuparte.

—la verdad... Es que yo se que ya te perdí...

—¿perderme?

—si... Sonic. —esta vez el mayor lo miro. —no tienes ni idea de lo mucho que empezaste a gustarme... Y... Despues de gritarte... Todos estos días... Solo se que ya te perdí completamente.

—oh shadow... —el cobalto entrelazo su mano con la del azabache, habia extrañado tanto un toque suyo. —¿enserio te gusto?

—mi corazón implora por tu dulce toque en mi piel, mi corazón implora ver tus hermosos ojos esmeralda.

Y sin poder reaccionar, el menor lo beso.

Fue un beso corto pero lindo, con un dulce toque de amor pues sus corazones por fin podían escuchar la melodía de los latidos juntos.

—que tal... Si... ¿Empezamos a cuidarnos mutuamente? —le ofreció el menor. 

—enserio lamento tanto gritarte...

—hey... —el azulado acuno el rostro del azabache en sus manos. —esta bien, no fue tu mejor momento y explotaste... Aun recuerdo que... Cuando nos conocimos fue lo mismo.

—por que... ¿por que no me dejaste ir? ¿por que viniste a verme despues de haberte gritado de esa manera?

—por que te amo shadow, ¿eso no es razón suficiente?

El cobalto volvió a juntar sus dulces labios con los del azabache, estos encajaban a la perfección como dos imanes que debían permanecer juntos. Ambos se separaron por falta de aire.

—¿escribirás sobre esto?

—¿por que escribir de lo dulce y suave que es besarte? cuando puedo sentirlo cada que unes tus labios con los míos.

El cobalto cerro sus ojos mientras soltaba una carcajada, soltó el rostro del azabache para levantarse.

—hace frio. —soltó para abrir sus ojos de nuevo. —shadow...

—¿si?

—copos... Tienes... ¿Copos en tus púas?

Ambos erizos miraron el cielo lleno de estrellas que acompañaban a la luna, pequeños copos de nieve empezaban a caer. Otoño habia acabado.

—hay que entrar. —hablo el azabache.

—de acuerdo. 

Y justo como el mayor habia dicho lo hicieron, el frio habia llegado de una peor manera al vecindario.

Reunieron algunas sabanas, almohadas y prepararon aquel sillón donde semanas atrás habían utilizado para ver películas. Se recostaron juntos y una vez mas el cobalto se abrazo del azabache quedando con su rostro en aquel pecho esponjoso de color blanco, podían sentir el calor de ambos fusionarse.

—te amo shadow... —dijo el cobalto en un pequeño hilo de voz.

—yo también sonic... No sabes cuanto lo hago... 

Hasta con mi ultimo respiro te repetiría lo mucho que te amo sonic, penso el azabache mientras escucha los pequeños suspiros del menor que se habia quedado dormido.

Y despues de unos momentos, una vez mas el azabache cerro sus ojos para poder dormir junto al azulado. 

 

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𝗦𝗲𝗮𝘀𝗼𝗻𝘀 𝗢𝗳 𝗠𝘆𝘀𝘁𝗲𝗿𝘆 〃 ShadonicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora