Prólogo

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—¡Nos vemos en el siguiente live!—Dongmin agitó la mano frente la cámara antes de apagar el live. Cuando la pantalla se puso en negro y las estadísticas fueron lanzadas, bloqueó el celular y se levantó de la silla, yendo a la cocina por algo de beber.

Se sentía cansado, recién había llegado de su último viaje de Estados Unidos para una sesión de fotos para su nuevo material. Quería descansar y no levantarse por los siguientes días, pero su empresa había dicho que debía de hacer un live después de su último incidente. Dongmin podría ser el mejor guardando secretos o el peor en disimularlo, por lo que en las últimas conversaciones que había tenido con su público solo había alimentado un solo rumor en su carrera.

No era de extrañar la sorpresa de todos, puesto que el importante modelo e influencer que promueve la paz, que se dedica a hacer blogs de sus viajes, de meditación y algunas veces de expresar como odia que acudan a la violencia, siendo posiblemente la personas más apática en ese tema, que ahora lo relacionaran con un boxeador era irónico.

La imagen hacía sus seguidores siempre había tratado de ser pura y transparente, pero cuando sus seguidores iban en aumento y la empresa aún quería que diera la misma imagen de siempre, aún y cuando sus pensamientos estaban cambiando, mentir frente a millones se estaba haciendo tedioso, tanto que los descuidos que estaba cometiendo era cada día más notorios.

Desde aquella vez donde había sido perseguido hasta su gimnasio, donde lo habían acorralado y por poco golpeado por una persona que decía odiarlo y que debería de desaparecer por el mal contenido que publica, el miedo había consumido su interior y al no saber defenderse solo se limitó a gritar en busca de ayuda, antes de que siquiera pudiera recibir el primer golpe la puerta fue abierta con un brusco golpe al picaporte y el hombre que quería lastimarlo fue alejado de él hasta ser derribado y noqueado por un reconocido boxeador.

Para ese entonces Dongmin se levantaba del lugar donde se estaba resguardando y vió como su atacante estaba tirado inconsciente, mientras que su defensor lo miraba con el ceño fruncido mientras limpiaba el sudor de su frente. Al notar el movimiento a un costado suyo, se giró con un semblante serio, logrado que el rubio se detuviera en su lugar con cierto gesto de temor.

"—¿Te encuentras bien?—Dongmin se limitó a asentar ante su pregunta, mirando el hombre tirado.—¿Te hizo daño?

—No, gracias por haberlo alejado.—Cuando cobró la compostura, casi se echó atrás cuando reconoció al hombre frente a él. No podía tratarse de nada más ni nadie menos que Moon Bin, el boxeador profesional reconocido a nivel mundial. Había visto un par de sus peleas y era por él que detestaba la violencia, ¿Por qué lo alababan? Solo soltaba puños y noqueaba personas, era obvio que si apostabas por él durante sus peleas ganarías, así que en un par de vídeos se dedicaba a hacer referencia a su profesión y el porqué debería de ser mal visto.

A partir de ahí, no lo volvió a ver de una mala forma, o por lo menos no si era Bin quien la ejercía. Después del mal momento, había otros días en los que se encontraban y se saludaban, fue un par de semanas cuando Dongmin le pidió que le enseñara un par de técnicas de autodefensa, después de haber recibido un par de comentarios maliciosos y con intenciones de dañarlo de manera física, no quería sentirse desprotegido de nueva cuenta y pidió su ayuda. Solo fue cuestión de sesión tras sesión para conocerse, dar rienda a sus sentimientos y comprobar lo que sentían uno por el otro.

¿La realidad? La realidad se resumía como Dongmin volvía a su habitación, retirando las sábanas de su cama antes de caer sobre el gran cuerpo que dormía sobre ella, subiéndose a su espalda mientras envolvía sus brazos alrededor y enterraba su rostro a la altura de su hombro.

—¿Terminaste?—Cuestionó con una voz adormilada, acomodándose mejor.

—Sí, sigue durmiendo.—Contestó, depositando un beso contra la piel detrás de su cuello.

Donde nadie sabía sobre la relación del modelo Lee Dongmin y el boxeador Moon Bin, pero donde los rumores apuntaban a dicha afirmación.

Nothing | BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora