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Dongmin estaba reaccionando tal y como Bin había esperado tan pronto como le mencionó su ausencia por el siguiente par de semanas. Su agenda estaría comenzando a partir del siguiente lunes y, por lo tanto, al tener Lee también una agenda que cumplir, no podría acompañarle aunque quisiera hacerlo. Era esas temporadas las que más odiabas los dos, puesto que sus horarios no lograban coincidir y estaban saturados de trabajo, impidiéndoles poder comunicarse.

—Solo serán tres semanas, amor. Te prometo que pasarán rápido y luego volveré, es importante que vaya a Los Ángeles.—Se intentó acercar al rubio, pero él retrocedió un par de pasos.

—Pero es una ida muy precipitada, ¿Tres semanas solamente? Parece que es poco, pero sabes que suena demasiado.—Se cruzó de brazos.—Me hubiera gustado saberlo con mayor anticipación.

—Fue de último momento, Jinwoo me mandó mensaje y son varias entrevistas y ruedas de prensa que tendré que dar, por eso me está tomando más tiempo que otras veces.—Cuando consiguió acercarse a su novio, le sonrió.—Si puedo acortar el tiempo que estaré allá, lo haré sin dudar.

—Son muchas horas de diferencia, ni siquiera podremos hacer una videollamada o hablarnos.—Protestó, sin siquiera verlo.

—Siempre haré un espacio para poder hablar contigo, pero tampoco quiero que te desenfoques porque tienes próximas sesiones. Si tu mánager te ve distraído recibiremos un regaño.—Comentó divertido, depositando un beso sobre su frente.

—Solo son sesiones para próximas revistas, nada que no puedan retocar.

—¿Qué dices? Contigo jamás podrán retocar nada, eres demasiado hermoso como para siquiera intentar hacerte perfecto, ya lo eres.—Sus labios recorrieron su rostro, provocándole cosquillas al rubio.

—Yah, no me quitarás el enojo con ello.—Soltó un manotazo sobre su hombro, riendo ante las evidentes cosquillas del contrario.

Las manos del azabache se habían metido debajo de su camiseta, recorriendo su vientre donde más cosquilas sufría. Aguantó una carcajada antes de caer sobre su cuerpo en el sillón, el rubio sentado sobre el regazo del azabache con una sonrisa.

—De hecho tenía una manera diferente de quitarte el enojo.—Murmuró aún con sus manos a cada costado de su cuerpo, por debajo de su camiseta.

—¿Ah, si?

Hizo un ruido afirmativo con su garganta.—Debido a que me ausentaré por estas semanas, pensaba que podríamos irnos de viaje.

Dongmin parpadeó sorprendido.—¿Viajar? ¿A dónde?

—Primero debo de saber si aceptas, prometo que valdrá la pena.—Sacó sus manos de su cuerpo y capturó las contrarias, besando sus nudillos.

—No puedes hacerme eso, debo de saber a dónde iríamos.

Lo pensó por un momento, asintiendo al final.—Bien, pensaba que podríamos ir a Hawái, ¿No me habías dicho hace tiempo que querías ir? Podríamos aprovechar esta oportunidad para irnos en un fin de semana largo.

El rubio sintió que el aire se iba de sus pulmones al escuchar eso, ¿Había entendido bien? Hawái era otra magnitud, no se trataba de un viaje ahí mismo en el país o a sus alrededores, se trataba de hacer un viaje largo y disfrutar de varios días allá. Nunca se habían atrevido a hacer algo como ello, sentían que se estaría exponiendo a más peligros en cuanto tocaran el aeropuerto, no estaba seguro si era una buena idea.

—Pero nuestras agencias... Es un viaje alejado, no creo que nos dejen ir tan lejos, eso nos haría exponernos mucho, ¿Cómo se supone que siquiera saldremos del país sin ser descubiertos?

—No creas que no pensé en ello, le comenté a nuestros mánagers y haremos una salida en la madrugada, de esa manera hay menos probabilidad de ser capturados en las cámaras. Tampoco daremos aviso anticipado de nuestro viaje, eso hará que se alerten las personas y puedan descubrirnos, así que se están encargando de ello. No tienes qué preocuparte, podremos hacerlo, ¿No te emociona poder salir cómo siempre quisiste? A un lugar que siempre soñaste, nada más nosotros dos, sin nuestras agencias persiguiéndonos, sin ojos curiosos viéndonos en cuanto salímos de nuestros departamentos, solo tú y yo por cuatro días completos.

Dongmin mordió su labio, claro que sonaba maravilloso todo ello, pero sus miedo lo seguían atormentando. Al ver la duda en sus ojos, Bin se inclinó y depositó un beso sobre sus labios, sacándolo de sus pensamientos.

—Nunca te expondría a algo como esto si no supiera que puedo manejarlo, en cuanto aceptes lo tendré todo cubierto, y si no aceptas, entonces tendré que ir por mi segundo plan.

—¿Segundo plan?—Arqueó ambas cejas con incertidumbre.

—Claro, ¿Cómo no vendría preparado con otros planes en caso de que no aceptaras?

—¿Y de qué son estos otros planes?—Se inclinó, batiendo sus pestañas con el fin de provocarlo.

—Son cuatro días que estaremos nosotros solos, tenemos muchos lugares aún que recorrer así que pensaba que podríamos visitar unos cuantos. O reposar aquí, realmente parece tentadora la idea de no movernos de aquí hasta la próxima semana, de hecho prefiero hacer eso.—Dongmin soltó una carcajada y golpeó su pecho, negando.

—Acepto.—Soltó la afirmación, sorprendiéndolo ahora a él.

—¿Aceptas?

Asintió, emocionado.—Vayamos a Hawái, sé que si me niego solo pensaré en, ¿Qué hubiéramos hecho allá? ¿Y si hubiera aceptado? Y no quiero solo pensar en ello, prefiero vivirlo y ver qué nos espera.

Ahora fue turno de Bin en asentir, irradiando su felicidad.—Te prometo que será un buen viaje, solo pensarás en nosotros y en lo agradecido que te sentirás contigo mismo de haber aceptado, será nuestra oportunidad de vivir aunque sea por unos días fuera de todo esto.

—Pero cuando se acabe nuestro fin de semana, ¿Tendré que volver solo?—Hizo un puchero con disconformidad.

Negó.—Vendré de vuelta contigo, aún tendría que arreglar unas cosas antes de irme de viaje con Namjoon, así que no te preocupes por ello.

Se quedaron en silencio por un par de minutos, observándose fijamente antes de que el rubio riera con la emoción que burbujeaba en su pecho. Acunó el rostro del azabache entre sus manos y unió sus labios en un cálido y abrazador beso, queriendo transmitir la felicidad que sentía en esos momentos debido a él. Los brazos ajenos pararon sobre su cintura, atrayéndolo lo más cercano posible contra él, sin dejar un solo centímetro entre sus cuerpos.

—Entonces es un hecho, ¡Nos vamos a Hawái!—El azabache mencionó con emoción, riendo cuando el rubio se levantó de su regazo para irse corriendo a la habitación, excusándose que tenía que ver que ropa se llevaría, qué tipo de calzado podría usar y que era la oportunidad perfecta para estrenar un par de compras que realizó en su último viaje.—¡Son cuatro días, recuérdalo!

—¡No es suficiente para estrenar todo!—Se quejó, haciendo que Bin soltara fuertes carcajadas, divertido ante su comentario.

Hawái sonaba prometedor, solo esperaba que fuera la oportunidad perfecta para comentarle respecto a su decisión de su retiro.


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Nothing | BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora