Queda menos de una semana para noche buena, la época favorita de María. Para ella todo es perfecto en el mes de diciembre incluyendo las vacaciones de verano. Sol veraniego, viento veraniego, aire veraniego es lo que más disfruta ella en esta época de vacaciones. Donde ella vive el verano inicia en diciembre.
El tiempo ha transcurrido de forma rápida para María, después de todo ha pasado casi todos los días con Manuel. No ha podido a ver a sus amigas, Valentina e Inés lo que llevan de vacaciones porque ellas están muy ocupadas con que saben qué.
María para hoy tiene programado salir con su familia todos juntos. Hace años, desde que Lucía se casó no han vuelto a pasar tiempo en "familia" todos juntos. Los padres de María, y los hermanos. Pero luego que se casaron los otros hermanos —solo falta Carolina—, la mayoría de los eventos los hacen todos juntos. Y ahora que Carolina está en una relación con Gabriel, a él también lo incluyen.
No es que a María le disguste. Pero cuando era pequeña fue un tema complicado separarse de su hermana mayor cuando se casó y se fue a vivir con su marido. Después de todo...Lucía era la que más pasaba tiempo con María, siempre lloraba por ella cuando tenía que irse a la universidad o por ya dese motivo se tuvieran que separar por algún tiempo.
María sentada en su cama leyendo, espera a que sea la hora acordada para ir a comer. Ha seguido con la idea de no tomar desayuno y con la idea de solo almorzar. Quizás para ella misma no vea pérdida de grasa en su panza, pero el tema de dejar de comer lo hace con el único objetivo de no subir de peso y bueno...no ser menos para Manuel. Ella sabe que él no le importa cómo se vea María o ese tipo de cosas, pero a ella sí que le importa verse bien para él. Después de todo no quiere decepcionar al chico que le gusta.
—María —Lucía entra a la habitación de María—. ¿Me puedes ayudar con Pedro un minuto? Quiero hacer pis, está en la pieza.
—Está bien —. María cierra su libro y se va para la pieza de juegos que es únicamente para su sobrino.
Se pone en el marco de la puerta y cambia de peso de una pierna a la otra mientras ve a su sobrino jugar con autos, los tiene ordenados en fila. Una de las cosas en las que se ha dado cuenta María de Pedro, es que a pesar de tener casi cuatro años siempre quiere tener todo ordenado. Ella a esa edad no recuerda dejar sus cosas ordenadas, si bien tiene muchos recuerdos de ella a partir de los dos años, esos detalles en específicos, no los recuerda.
—¿Quieres que juegue contigo? —María se sienta.
—Sí Ma —dice Pedro haciendo palmaditas en el suelo.
—No puedo creer que vayas a cumplir cuatro años, criatura. No sé en qué momento creciste tanto —María le sacude el pelo.
—Tía —Pedro se ríe y hace una sonrisa.
—Te quiero, criatura.
—Yo igual —Se acerca y le da un beso en la mejilla, y se queda sentado en su regazo unos minutos.
—¿Y los papás? —pregunta María cuando ve a su hermana llegar.
—Deben estar afuera preparando el asado.
A María le ruge la panza. De hecho, le llega a sonar y dice:
—Lo siento.
—No importa, ¿comiste algo?
—Sí, hace poco estaba comiendo una manzana.
—Ya.
María nota que su hermana quiere preguntar algo más, la conoce lo suficientemente bien para saber qué es lo que va a decir.
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Los acordes de cómo nos enamoramos.
RomanceUn chico imbécil de la bicicleta. Una chica que toma un acto impulsivo. Un chico que ha perdido su pasión por la música. Una chia cuyo futuro ya lo tiene planeado. ¿Qué sucedería si estas dos personas chocasen en actos impulsivos?