My Rencarnation #PGP2024

Capitulo 16: Calamidad

Aquí sigo en mi cama, igual de miserable desde la mañana, a pesar de que actúe un poco cuando estaba con mamá ella se dio cuenta de lo miserable que soy ahora.

Durante la hora de la comida solo éramos mamá y yo, fue un poco incómodo ya que solo ella aportaba a la conversación y yo ni siquiera le prestaba atención. Pobre Aspea, debe sentirse mal por mi culpa, nunca la había tratado así de mal, mi relación con ella siempre fue muy buena pero ahora... no es su culpa, no debería haberme comportado así de mal con ella.

Tal vez debería disculparme, aunque bueno, ya será mañana.

El sol ya se estaba terminando de ocultar dando paso a la noche, no tenía ganas de hacer nada por lo que queda del día así que mañana a primera hora me disculparé con mamá, ella no se merece ese trato tan horrible, lo único que ha hecho es cuidarme, quererme y darme todo su amor, no se merece que la trate de esa forma, es por eso que debo disculparme.

El sol ya se ha terminado de ocultar, han pasado treinta minutos más o menos desde que se ocultó.

De la nada pude ver cómo mi cuarto se iluminaba por una luz rojiza, como si estuviera amaneciendo, cosa que no tiene sentido ya que el sol acaba de ocultarse.

Decidí levantarme y mirar por la ventana para saber que es lo que está pasando. Pero cuando al fin miré por la ventana de mi cuarto me quedé sin aliento.

La aldea estaba en llamas. Me quedé unos segundos paralizado, pero luego reaccioné y salí de mi cuarto corriendo. Bajé lo más rápido que pude por las escaleras y me encontré a Aspea en la sala sentada, no sé que estuviera haciendo pero claramente no se había percatado de lo que sucedía en la aldea.

"¿Ly? ¿Que haces despierto?"—"¡Mamá, la aldea está en llamas!"—"¡¿Que la aldea está en qué?!".

Justo después de escuchar eso, Aspea salió un momento por la puerta de casa y vió lo que está sucediendo en la aldea.

Mientras ella hacia eso yo buscaba algo..

"¡Ly, rápido, tenemos que evacuar!"—"¡Espera, necesito encontrar algo!"—"¡No hay tiempo, tenemos que irnos!"—"No puedo, adelantate,  yo te alcanzo"—"No, ¿Que es tan importante que no puedes salir sin él?"—"Eso no importa ahora".

Subí rápidamente por las escaleras de vuelta a mi habitación, busqué rápido por ahí pero no encontré mi cetro mágico. Pero no importa, tengo una gran cantidad de maná así que no será la gran diferencia, además, estoy acostumbrado a no usarlo porque ni siquiera lo he usado.

Bajé nuevamente lo más rápido que pude y busqué mi espada que se encontraba al lado de la puerta principal de casa.

"¡¿Qué estás planeando hacer hijo?!"—"¡Tengo que hacer algo! ¡No puedo quedarme de brazos cruzados viendo como destruyen la aldea!"—"¡Pero aún eres un niño! ¡¡No puedes hacer nada!!"—"Soy un mago y un espadachín, no puedo no hacer nada sabiendo que tengo el poder para hacerlo".

Sin prestar más atención a lo que decía Aspea salí corriendo de casa con mi espada en mano. Solo escuché como ella gritaba mi nombre a mis espaldas.

Perdón mamá, ya te hice lo mismo dos veces en un día. Deberé disculparme el doble de fuerte mañana... Si es que sobrevivo. No, no tengo que pensar de esa forma, ¡Voy a sobrevivir pase lo que pase! ¡¡No puedo permitirme morir!!

Corrí hacia la aldea en llamas, en el camino me encontré a varias personas huyendo de la aldea, yo soy el único llendo hacia ella en lugar de intentar salir. Había todo tipo de personas, pero no eran ni siquiera una pequeña parte de la población de la aldea, la aldea es muy grande, incluso podría llegar a ser considerada una ciudad dentro de poco. Así que ver a tan poca gente huir significa que los demás deben estar atrapados, peleando o... muertos.