- No deberías hacer movimientos bruscos. - dijo Skiler mientras me levantaba de la cama para caer en sus brazos por falta de equilibrio. Me miró divertido y pude compobar como mi ropa era distinta a la que llevaba antes. Mi pijama se había sustituido por un pequeño camisón. Pude notar como todo mi rostro comenzó a palpitar rojo de vergüenza.
- ¿Quién me ha quitado la ropa? - enseñó todos los dientes perfectos ,en una sonrisa ,despertando un pequeño oyuelo en su mejilla derecha - No...¿Qué persona normal dejaría que alguien como tú me cambiara?
- Yo no lo hice. - declaró a lo que suspiré aliviada - Eso no significa que mientras sucedía no estuviera presente.
Abrí mi boca entre sorprendida y llena de rabia. ¿Quién era aquel chico?
- ¿Dónde estoy? - pregunté mirando a mi alrededor. Intenté convencer a mi persona que el lugar era un hospital normal pero no lo era.
La pequeña habitación no parecía formar parte de nada médico. No había aparatos, ni utensilios, sería más acertado nombrar aquel cuarto como eso, un dormitorio.
- En tu hogar. - se levantó de la silla sentándose a mi lado en la cama. Me puse nerviosa sin quererlo. Su simple cercania hacía estragos en mi interior.
- Mi hogar era el sitio de donde me secuestrásteis. - apoyé mi cabeza en la pared rendida - Sin contar que me noqueásteis.
- No me lo recuerdes. - pidió entre dientes. Suspiró - ¿Cuándo te meterás en la cabeza que este es tu hogar, el lugar donde perteneces?
- ¿No pides demasiado? Ayer perdí a mi familia por tu culpa y quieres que te crea, que te agradezca. - mi voz sonó extraña, distante, muerta - ¿No eres humano? - recordé nuestra conversación. "Simples humanos."vino a mi mente sus palabras.
- Nos somos humanos. - corrigió y me encontró mirándole muy confundida - Quizás esto te haga comprender. - pasó su camisa por sus hombros. Su cuerpo era escultural y sus músculos bien formados. Se dió la vuelta y mi mandíbula cayó al suelo.
Un "tatuaje" residía y ocupaba toda su espalda. Se tartaba de florituras que emergían de un punto central. Finos trazos, hermosas curvas y seis puntos ; cinco pequeños y el central más grande y visible.
- ¿Qué es eso? - interrogué estupefacta.
- Una de las cosas de nos diferencian de los humanos. Nuestra fuente de poder. También una manera de separarnos por grados. - me explicó aún de espaldas - No todos tienen todas las habilidades. ¿Ves los círculos? Son Fuerza, Rapidez, los Cinco Sentidos , Agilidad , Astucia. La del centro es Luz.
- Es hermoso. - puse mi mano en su espalda por cada uno de los trazos sintiendo el relieve. Cuando toqué el redondo ,central desde este, se comenzaron a iluminar las curvas - ¿Qué has hecho?
- Yo no he hecho nada, has sido tú - lo miré incrédula. - Tu nombre es Eleonor, es griego y al igual que Elena significa Luz. Por eso haces que brille, supongo.
- ¿Interrumpimos? - levanté la vista en busca del representante de esa conocida y varonil voz. Mi se abrió al encontrarme con el joven del anterior día.
- ¡Tú! - me alcé apuntándole con mi dedo indice - ¡No solo te sirvió con asustarme y amenazarme sino que hicieste que todos me miraran como si estuviera loca!
- Acabas de demostrar que lo estás - me miró como si fuera insignificante y por un momento me sentí como un pequeño bichito amenazado por un gran zapato.
- ¿Pero quién te crees para hablarme así? - rugí llena de furia - ¡Quiero salir de aquí! ¡Sacadme de aquí!
- Por mi, te dejo la puerta abierta - se cruzó de brazos.
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Inside you
Spiritual- Llevo tanto tiempo esperando este momento. - sentenció el muchacho enredando varios dedos entre sus largos mechones albinos. - ¿Dónde está mi familia? - dije con voz tambaleante. Mis ojos pasaron a través de él sin lograr percibir nada. - Simples...