Freak [GIDLE]

XVII. Taehyun.

En el momento que Yuqi declaró lo que haría. Las chicas observaron como se alejó de ellas para ir al baño, ducharse, lavarse los dientes y luego irse a dormir. Ninguna se movió hasta que notaron que estaba durmiendo. Se miraron entres si, no era el resultado que esperaban con respecto al asesino y con lo de venir a ayudarla. Esperaban más como un momento de amigas, donde se contarían cosas de su vida, tal vez su primer beso, su primer amor o el último. Algo como en las películas que salía que pasaba en las pijamas, junto con una guerra de almohadas. Soyeon miró su cuadro terminado, era el día que vio a Taehyun entrar al Nevermind por primera vez, un año después de haber muerto. Estaba cambiado, había hecho ejercicio, estaba con el uniforme de guardia de seguridad y una mirada triste.

—Me vengaré—le habló a la casa embrujada, con los ojos llorosos—. Encontraré el que te mató y me vengaré—Soyeon se encontraba en la puerta a tan solo cinco pasos de él.

—Es la primera vez que te veo llorar—le susurró.

Aunque también haya sido su recuerdo más triste, lo pintaba porque era la primera vez que sentía que Taehyun era su hermano. Que no le echaba la culpa por sufrir, que no se quejaba por no protegerse y que no la miraba con desagrado. Era su medio hermano, mostrando con claridad el porqué siempre limpiaba sus heridas. En ese momento se dio cuenta de que había alguien vivo que la quería y que lloró su muerte.

Se levantó del suelo y agarró el celular de Yuqi mientras las chicas comenzaron a ordenar el lugar. Anotó el número de Taehyun en la aplicación de mensajes y se quedó mirando el teclado ¿Qué podía decirle? Tenía muchas que decirle, mucho más de lo que podría decir en miles de mensajes. Escribió un corto "Hola" y lo envió. No fue visto, eran las cinco de la mañana. Escribió otro mensaje, pero luego lo borró. Hizo una mueca y miró a Yuqi. Se veía tan calmada y pura que la hizo sonreír ¿Cómo lo hizo para dormir así luego de todo lo que vivió? Volvió a concentrarse en el celular y escribió el mensaje "¿Puedes venir a mi departamento? Sé unas cosas de Soyeon" lo envió, junto con la dirección y volvió a dejar el celular donde antes.

Respiró hondo y fue a ayudar a las chicas a ordenar. Esperaba que Taehyun le creyera.

Cuando Yuqi comenzó a gemir de dolor, las chicas supieron que estaba por despertar. Miyeon miró con orgullo como les quedó el departamento. Habían terminado de armar los muebles para guardar unas cosas y lo que no sabían donde dejar, lo pusieron en las cajas de los muebles. Todo apilado en una esquina que Shuhua tapó con la pizarra. Luego de que Minnie le explicaba a Soojin que así despertaba Yuqi y que no se preocupara, ella dejó de verla para hacerle el desayuno.

—Tengo resaca—susurró Yuqi mientras miraba sus manos temblando—. Voy a vomitar—se levantó, pero no corrió al baño al notar que los fantasmas seguían en su departamento—. Si se quedan un día más, les pediré que paguen por su estadía, que este piso es costoso—murmulló con desagrado y fue al baño.

—Ya le agradamos—dijo Minnie con una sonrisa. Las chicas la miraron confundida—¿Qué? ¡No nos echó!

—Ni nos tiró un cuchillo—agregó Miyeon.

—¡Me agradarían más si se fueran de mi hogar!—gritó Yuqi desde el baño.

Las fantasmas se miraron entre sí. No negó que sí les agradaba. Soyeon asintió con la cabeza, se quedaría con eso. Se dio vuelta y ayudó a Soojin a poner la mesa para desayunar. Al poco tiempo salió Yuqi, peinada y maquillada como siempre para salir. Usaba una gorra con orejas del león, una melena y dos tiras con unos pompones en el final. Se vía tierna, pensaron todas, pero todas tenían miedo de decirlo. Porque esa chica rubia tierna iba a provocar a un asesino serial.

—Nunca se me ocurrió tener fantasmas como esclavos—dijo al sentarse en el comedor.

Soojin le había cortado una porción de torta, le calentó agua y le puso todo para hacerse un café. Yuqi le echó tres cucharadas del café, el agua y se lo tomó con mucho gusto. Qué agradable era despertar con las cosas hechas, pensó con una sonrisa. Se comenzó a imaginar su vida luego de estrenar la película, con trabajadoras fantasmas, para que no le pidan dinero ni derechos humanos.