c i n c o

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Pov Germán;

— ¿Cortamos ya, chat? —miré al chat para ver las respuestas, según mis cálculos ya había cumplido con casi las dos horas de stream. Mis nalgas me lo hacían saber — Espero que la hayan pasado bien —junté mis manos y corrí mi cara a la cámara— que lo hayan disfrutado, nos vemos en la próxima que todavía no sé cuándo pero estaré avisando seguro

Sacudí mis manos despidiéndome— Chau chau —y corté. Miré a miel durmiendo plácidamente al lado del sonido, la acaricié despertandola

Me levanté dejando los auriculares en la mesa, y apagué la compu, cámaras y las luces. Agarré mi termo y mate y sali fuera del set-up con la gata siguiéndome.

Entré a la cocina a dejar el termo, mientras comenzaba a revisar que onda las redes mientras no estuve.

Lo primero que apareció en mi Instagram eran historias de Cande en mejores, un vídeo de ella planchandose el cabello escuchando a Duki de fondo, después pasaba a otra sacando pico con su amiga en el ascensor del edificio, de fondo escuché la voz de un chico que decia algo pero no entendí bien qué era, algo no muy lindo porque ambas reaccionaron mirandolo mal.
La ante última estaba ya en un auto, ella iba en la parte trasera haciendo caras, después volteó la cámara y se acercó a Lucre, hizo los mismos gestos de bebotear...

¿Por qué todas las chicas hacen los mismos gestos? ¿Traerán esa configuración ya?

Finalmente enfocó al chico, se trataba del primo de Lucrecia, lo conocía porque ya lo vi en otras historias de Cande y algunas veces en el departamento con su prima de visita, se ve buena onda. Es el único amigo que conozco que tiene tan cercano a ella.

La última era de una fotografía al lugar, una parte random que seguro a ella le habrá encantado y decidió sacarle foto, aún así lo hace ver hermoso. Tiene talento la nena.

— ¿Por qué a mí nunca me saca fotos? —miré a Miel, lamiéndose una pata— Vos no decís nada porque a vos si te saca, traidora

• 🧉 •

Muy a fondo escuchaba un sonido que cada vez se iba haciendo más y más fuerte. Pensé en la alarma pero yo no ponía alarma los domingos. Toqueteé la mesa en donde estaba mi celular vibrando y a ojo dormido atendí.

— Holaa, ¿Si? —ni siquiera miré quien me llamaba.

Hola Ger, disculpa la hora. Soy amiga de Cande —de golpe me senté en la cama asustado.

— ¿Le pasó algo? ¿Ella está bien?

No le pasó nada, pero —su voz pasó a una más apenada— tampoco está bien, ¿La podés venir a buscar? Te paso la dirección por su WhatsApp

¿En dónde está ella? —busqué mis anteojos en la mesita de luz, sin ellos no iba a llegar ni a la esquina, me paré buscando un jeans y buzo.

Estamos en el baño, ella está adentro de uno, se siente muy mareada y tengo miedo de que se duerma —escuché de fondo como abría una puerta— ya se durmió, apúrate voy a intentar levantarla y te esperamos afuera en la entrada

Apenas cortó salí rajando de mi departamento pensando por qué se puso así.

• 🧉•

— Heey, mi amicoou —di un paso largo y la sostuve entre mis brazos. Al toque se agarró por mi cuello y me miró soltando una risa feliz— ¿Qué haces acá? Viniste a divertirte, ezou ab-buelo —la manera que arrastraba las palabras se me hacia raro en ella, la sujete fuerte de la cintura. Vi a Lucre atrás de ella mirándola, le sonreí como saludo

𝘼𝙏 𝙉𝙄𝙂𝙃𝙏 : ̗̀➛ 𝘎𝘦𝘳𝘮á𝘯 𝘜𝘴𝘪𝘯𝘨𝘦𝘳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora