𝘼𝙏 𝙉𝙄𝙂𝙃𝙏 : ̗̀➛ 𝘎𝘦𝘳𝘮á𝘯 𝘜𝘴𝘪𝘯𝘨𝘦𝘳

s e i s

— No puedo, agarré la pala —le corté el rostro concentrada en la compu.

— ¿Me dejas ver algo? —lo miré levantando una ceja, su cara ocupaba todo el espacio de mi celular.

— ¿Por qué estás tan cerca? ¿Ya no te funcionan los lentes de contacto? —se alejó de golpe, el celular de él ahora enfocaba desde un ángulo bastante curioso, lo tenía casi entre sus piernas. Me reí nerviosa, volvió hacer una maniobra algo rara quedando mucho mejor. Agradecí para mis adentros— Y no, acá nadie tiene coronita, Lucre también me lo pidió pero es la que menos puede ver

— Pero ella, yo si. Solo unaaa, no te cuesta nada —le negué nuevamente— Dale, porfa, una, solo una, eu dale, no jodo más, mostrame una, ¿Si? Por fa, dale eu

— Germaan —lo miré con los ojos abiertos— ¿Estás muy al pedo, no?

— Estoy aburridoo, soolo —se quejó— Hasta Miel me corrió, mira lo que me hizo —alejé mi vista de la compu, me apoyé sobre mi rodilla prestandole toda mi atención a él. Arrugué mi frente tratando de ver que me mostraba, su mano estaba un puñito y la movía mucho— Es una forra

— Si la dejas quieta puedo ver que te hizo —le rodé los ojos, se alteró más— mientras tanto no te creo nada —llevé nuevamente mi vista a la compu escondiendo una sonrisa.

— hija de puuu —esa voz de anciana le salía tan bien— ¿Por qué no la adoptas entonces? Ya que tanto la vas a defender

— Mira que voy y me la traigo —volví a mi posición anterior, le di una mirada retadora. La de él era una analizando la situación, si le convenía o no. Nos miramos un buen rato hasta que habló.

— Vení

Dijo solo eso, traté de contenerme pero la manera en que soltó esa palabra provocó algo dentro mío que la traté de disimular. La mirada estaba todavía, ni en pedo se la saco de encima y se que él tampoco lo iba a ser, ya se hizo costumbre eso en nosotros.

¿Por qué me sonó tan seductora que me lo diga así? Fue rara su manera, no sé pero me gustó.

Candela, ¿Qué te pasa?

Sonreía mordiendo el labio, esperando mi respuesta. Eso solo me aceleró un poco más.

— ¿No vas a llorar por ella después? —cambié mi tono por una más baja, mi mirada se suavizó. Él movió la cabeza dándome a entender que si— Tenés la re pinta que si —me reí de él.

— Boluda, es mi mejor amiga esa gata cómo no voy a llorar

— ¿No soy yo, tu mejor amiga?

— Mejor amiga humana si —eso me descolocó un poco pero me reí igual, era una buena respuesta, de golpe arrugó su cara mirándome mal— Igual ni tanto

— Quién te conoce Germán Usinger —le copié la mirada.

— Tu mamá me conoce —le hice montañita, comentario típico— Eu, hablando posta no conozco a tu mamá —con una cara de sorprendida le negué— ¿Por qué no?

Me reí poniéndome roja, me daba vergüenza lo que recordé, esté me miraba raro y era entendible, no sabía el por qué. Me hice la loca mirando la compu, había dejado mi edición de lado y ya no estaba con ganas de seguir, solo quería continuar la conversación.

— Conta el chiste dale

— Es que no tiene sentido —escondí mi cara contagiandole la sonrisa.