Young Lust [Pink Floyd x OCs]

King Bee

Cap. 23

Una hora después de estar allí recostado en la puerta de una tienda, parecía ir recordando que ya no estaba en Inglaterra, aunque para su mala suerte, dos oficiales que habían sido alertados por transeúntes se le acercaron para quitarlo del medio, sin ninguna intención de dialogar.

-Nada de limosnas por aquí –Le avisa uno de ellos tomándolo del brazo.

-¿Limosnas? No...

-Estás incomodando a todos en la vía pública –Le explica de una forma más condescendiente, el otro - ¿De dónde eres?

-De Cambridge –Los oficiales se miraron.

-¿Es una broma?

-Yo no quiero ser una molestia, se lo juro, debo regresar con mis amigos ahora, porque verá... me he perdido y no sé por dónde estuve deambulando –Comenzó a hablar con su marcado acento, pero para los oficiales esto era más una burla que otra cosa y se rieron.

-Buena imitación, buen acento, payaso, ven te llevaremos a la comisaría para hablar.

-¡En serio!

-¿Recuerdas el nombre del hotel?

Syd se quedó estático, queriendo recordarlo, pero ni siquiera lo había leído ni había tenido el interés en saberlo.

-Pink Floyd –Fue lo primero que le salió y, otra vez, los oficiales fruncieron el ceño.

-¿Qué?

-Toco en una banda, Pink Floyd, tenemos ensayo.

-¿Ah sí? ¿En dónde?

-Agh... -Masculló, haciendo un esfuerzo para recordarlo -, no..., no lo sé, no me dijeron.

-Osea que tienes una banda, dices que tienen ensayo, pero no sabes dónde.

-...lo siento.

-¡Oh por Dios! -Se escuchó el grito de una chica pelirroja que iba caminando con una amiga de pelo lacio, moreno, con varias bolsas de compras - ¡Syd Barrett! -Exclamó, y las dos comenzaron a gritar como fanáticas desquiciadas, tanto que llamaron la atención de algunas personas que pasaban y, por supuesto, los policías se quedaron atónitos.

-¿Lo conocen? -Preguntó, uno.

-¡Claro, es Syd Barrett! -Decía la pelirroja sin poder creer lo que estaba viendo.

-Es el cantante de Pink Floyd -Dice, su amiga que parecía estar en shock.

-Y... ¿Saben en qué hotel se hospeda?

-No, pero sabemos dónde se presentan.

Contestó la única chica capaz de hablar, mientras la otra daba saltitos, sabiendo que serían las afortunadas en acompañar a Barrett hasta el club.

Mientras tanto, Nick iba paseando por las calles junto con Tanya, ella solía detenerse de vez en cuando frente a alguna tienda de ropa para sacarle fotos a los conjuntos, Nick solía preguntarle si necesitaba entrar para comprar algo, pero ella se negaba diciendo que con las fotos tenía más que suficiente, en realidad, no llevaba bastante dinero y no sabía cuánto podrían costarles esas prendas, teniendo en cuenta las marcas.

-Y... -Comenzó a hablarle Nick, observándola como fotografiaba una vidriera - ¿Quién te convenció para acompañarnos?

-Mis padres, aunque cueste creerlo.

-¿Cueste creerlo? ¿Por qué? Deben de ser estupendos para permitir que su hija acompañe a unos músicos principiantes en su gira.

-Bueno... -Se detuvo, recordando cómo sus padres habían sido tan comprensibles en aquel momento, y entonces también recordó que prometió llamarlos todos los días -, les dije que me dieron oportunidad como diseñadora y, de hecho, debería hablar con ellos ahora mismo, deben estar preocupados.