Apples and Oranges

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Cap. 24

A la mañana siguiente, Syd despertó sintiendo un dolor de cabeza, síntoma de que había bebido mucho anoche, pero no lo suficiente como para olvidar lo que había pasado. En su cama estaban las dos chicas que había conocido la tarde anterior, Alison a su izquierda y Barbara a su derecha; rubia y morena se recostaban, aún dormidas, sobre el pecho del músico, que no sabía bien qué hacer, miró hacia donde estaban las camas de Steve y Peter, y ninguno de los dos estaban allí, entonces se quedó allí pensando en cómo actuar ¿Debería despertarlas? ¿Podría demorarse todo lo que quisiera? ¿Nadie se molestaría con...? ¡Stephanie! Recordó. Su amiga de seguro se molestaría si lo encontraba de ésa manera y, para colmo, él acababa de caer en la cuenta de que la había golpeado en ésa discusión estúpida que tuvieron el otro día. Acarició los cabellos de las chicas, disfrutando de su compañía, puesto que habían sido las únicas que le habían dado cierta alegría en ése momento.

En el comedor, Judy y Roger desayunaban junto con Rick y Nick, Rog no dejaba de quejarse de cómo la mesa era inestable y de que no habían cambiado sus sábanas cuando ayer regresaron al hotel, por supuesto que sólo era una molestia que él tenía y los demás no le dieron importancia, salvo su prometida que siempre parecía tolerar sus quejas.

-¿Y no hablaste con el dueño de éste lugar? –Le preguntaba la rubia.

-¿Dueño? Esto luce más como un hotel fantasma, el dueño debe de vivir en otro país, quizás en una isla lujosa.

-Por lo que nos cobraron –Dice, Rick -, no creo que viva en una isla lujosa.

-Da igual, debería ir a recepción, alguno debe escucharme.

-Roger, no...

-Voy contigo –Dijo, Jude, de inmediato.

Los dos se fueron molestos, sea quien sea el que estuviera en recepción esa mañana, la tendría difícil, ese par era un poco intolerante.

-¿Y tú? –Le pregunta Rick a Nick.

-¿Yo qué?

-¿Qué pasó con la chica? La que te gustaba.

-Oh, esa..., bueno...

-¿Dónde la conociste? ¿Quién es? Quizás pueda ayudarte.

-No, no hay manera.

-Pero, dime ¿La conozco?

-No –Respondió, más que nada para que dejara de hacer preguntas.

-Vaya, cuanto misterio –Sonríe y asiente con la cabeza, mirándolo casi orgulloso.

-¿Qué?

-Nada, sólo estoy sorprendido..., de los cuatro pensé que no serías capaz de... engañar.

-Bueno... sobre eso... –Empieza a moverse incómodo, se muerde el labio inferior, y se queda mirando la mesa.

-¿Nick? –Lo llama, Rick, preocupado - ¿Ocurre algo?

-Rompí con Lindy ayer –Confiesa.

-¡¿Qué?!

-Lo que escuchaste, rompí... y por teléfono, agh, soy un tonto –Se lamenta, cubriéndose el rostro con las manos, aunque en realidad lo hace sin poder creer su osadía; si alguien alguna vez le hubiera dicho que se atrevería a llamar a su novia para romper con ella por otra que conocía hace un mes, jamás le creería.

-¿Rompiste con Lindy por esa chica? Te debe de gustar demasiado.

-Sí, bueno..., así es.

-Y tienes competencia –Recuerda -, uff, nunca te vi como alguien problemático, de todos modos te deseo lo mejor, eres un buen partido –Le señala, para darle ánimos.

Young Lust [Pink Floyd x OCs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora