Las semanas siguientes fueron un torbellino de emociones para ambos Pilares. Iguro, aunque herido profundamente, no podía evitar sentir la calidez de las palabras de Sanemi resonando en su corazón. Cada vez que leía la carta, una pequeña chispa de esperanza se encendía, pero el miedo al dolor lo mantenía a raya.Por su parte, Sanemi estaba decidido a demostrar que sus palabras no eran solo promesas vacías. Empezó a enviar pequeñas notas y regalos a la finca de Iguro, cada uno acompañado de una disculpa y un recordatorio de su amor. No esperaba una respuesta inmediata, pero cada día que pasaba sin recibir una señal de Iguro sentía como si una daga le atravesara el corazón.
Una noche, después de una agotadora misión, Sanemi regresó a la sede y encontró a Shinobu esperándolo con una expresión seria.
—Sanemi, necesito hablar contigo —dijo, llevándolo a un lado.
Sanemi asintió, siguiendo a Shinobu hasta una habitación apartada.
—¿Qué pasa, Shinobu? —preguntó, notando la preocupación en su rostro.
—Iguro ha estado aislado desde el incidente, y su estado emocional está afectando su rendimiento. No podemos permitirnos perder a uno de nuestros mejores Pilares por esto. Necesitas encontrar una manera de arreglar las cosas, y rápido —dijo con firmeza.
Sanemi asintió, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros.
—Haré lo que sea necesario, Shinobu. Pero necesito tu ayuda. No sé cómo acercarme a él sin hacerle más daño —admitió, su voz llena de desesperación.
Shinobu lo miró con compasión.
—La única forma de enmendar un corazón roto es con sinceridad y paciencia. No puedes forzar su perdón, pero puedes demostrarle que estás dispuesto a luchar por él. A veces, solo estar presente puede hacer la diferencia —dijo, colocando una mano reconfortante en su hombro.
Sanemi asintió, sintiendo una renovada determinación.
—Gracias, Shinobu. Haré todo lo posible por recuperarlo —respondió, su voz llena de resolución.
Al día siguiente, Sanemi decidió ir a la finca de Iguro una vez más, esta vez con una propuesta diferente. Al llegar, encontró a Iguro practicando en el patio, su expresión tensa y concentrada.
—Iguro —llamó Sanemi, su voz suave pero firme.
Iguro se detuvo y lo miró, su rostro reflejando una mezcla de sorpresa y desconfianza.
—¿Qué haces aquí, Sanemi? —preguntó, su voz fría.
Sanemi dio un paso adelante, tratando de mantener la calma.
—Quiero proponerte algo. Sé que no puedes perdonarme de inmediato, y lo entiendo. Pero déjame demostrarte que puedo cambiar. Déjame entrenar contigo, acompañarte en tus misiones. Quiero estar a tu lado, no solo en los buenos momentos, sino también en los difíciles —dijo, su voz llena de sinceridad.
Iguro lo miró fijamente, sopesando sus palabras.
—Sanemi, no puedo simplemente olvidar lo que me hiciste. Me lastimaste de una manera que nunca imaginé posible —dijo, su voz quebrada por la emoción.
Sanemi asintió, sus ojos llenos de arrepentimiento.
—Lo sé, Iguro. Y no espero que lo olvides. Pero estoy dispuesto a trabajar todos los días para ganarme tu perdón. Solo dame una oportunidad de demostrarlo —respondió, su voz temblando ligeramente.
Iguro suspiró, mirando a Sanemi con ojos llenos de conflicto.
—Está bien. Puedes entrenar conmigo, pero no prometo nada. Solo el tiempo dirá si puedo confiar en ti de nuevo —dijo finalmente.
![](https://img.wattpad.com/cover/370025053-288-k80544.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Batalla & Deseo (Saneoba) (Sanemi x Obanai)
FanfictionNo quiero spoilear nada, así que leánlo porfi🥺🩷 Créditos a la personita que hizo la portada🤍