El Camino hacia el Perdón

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Los días pasaron lentamente después del incidente en el restaurante. Sanemi se sumergió en su trabajo como Pilar, aceptando misiones difíciles y entrenando sin descanso. Intentaba distraerse, pero el dolor y la culpa lo perseguían constantemente. Sus compañeros notaban el cambio en él, pero sabían que cualquier intento de consuelo sería inútil hasta que enfrentara sus sentimientos.

Mientras tanto, Iguro se mantenía alejado de todos. Se refugiaba en su finca, intentando sanar su corazón roto. La soledad lo envolvía, pero prefería eso a enfrentar el dolor de ver a Sanemi. Sabía que necesitaría tiempo, mucho tiempo, para poder siquiera considerar perdonarlo.

Un día, mientras Iguro practicaba con su espada en el patio de su finca, recibió una visita inesperada. Mitsuri llegó con una sonrisa amable y una canasta de comida.

—Iguro, pensé que te gustaría un poco de compañía y algo de comida casera —dijo Mitsuri, su voz llena de calidez.

Iguro suspiró, pero no pudo evitar sonreír ante la amabilidad de Mitsuri.

—Gracias, Mitsuri. La verdad, me vendría bien un poco de compañía —respondió, invitándola a sentarse con él en el porche.

Ambos compartieron la comida en silencio durante unos minutos, disfrutando de la tranquilidad del lugar. Finalmente, Mitsuri rompió el silencio.

—Iguro, todos estamos preocupados por ti. Sabemos que estás pasando por un momento difícil, pero quiero que sepas que no estás solo —dijo suavemente.

Iguro miró a Mitsuri, sus ojos reflejando el dolor que aún sentía.

—Es difícil, Mitsuri. Lo que Sanemi me hizo... duele mucho. No sé si podré perdonarlo alguna vez —admitió con honestidad.

Mitsuri asintió, entendiendo la profundidad de sus sentimientos.

—Lo sé, y nadie espera que lo perdones de inmediato. Pero también quiero que sepas que Sanemi está sufriendo. Se arrepiente profundamente de lo que hizo, y está dispuesto a hacer lo que sea necesario para ganarse tu perdón —dijo, su voz llena de sinceridad.

Iguro suspiró, mirando al horizonte.

—Es complicado, Mitsuri. Siento algo por él, algo muy fuerte, pero el miedo y el dolor siguen ahí. Necesito tiempo para sanar —respondió, su voz quebrada por la emoción.

Mitsuri le dio una palmadita en el hombro, ofreciéndole su apoyo.

—Tómate todo el tiempo que necesites, Iguro. Solo recuerda que todos estamos aquí para ti, y que, cuando estés listo, Sanemi estará esperando para demostrarte que puede cambiar —dijo con una sonrisa.

En la sede de los cazadores, Sanemi continuaba entrenando con una intensidad feroz. Pero una tarde, mientras practicaba con su espada, Shinobu se acercó a él.

—Sanemi, tenemos que hablar —dijo con firmeza, deteniendo su práctica.

Sanemi frunció el ceño, pero bajó su espada y se volvió hacia ella.

—¿Qué pasa, Shinobu? —preguntó, su voz cansada.

Shinobu lo miró con seriedad, sus ojos llenos de preocupación.

—Sabemos que estás sufriendo por lo que pasó con Iguro. Pero no puedes seguir ignorando tus sentimientos y evitando enfrentarlos. Necesitas encontrar una manera de hacer las paces, tanto con él como contigo mismo —dijo, su tono suave pero firme.

Sanemi suspiró, sintiendo el peso de sus palabras.

—Lo sé, Shinobu. Pero no sé por dónde empezar. Cada vez que pienso en Iguro, siento una mezcla de amor y culpa que me consume —admitió, su voz temblando ligeramente.

Shinobu sonrió con comprensión.

—El primer paso es aceptar tus sentimientos. El segundo, demostrar con acciones que estás dispuesto a cambiar y a enmendar tus errores. No será fácil, pero el verdadero amor nunca lo es —dijo, dándole una palmadita en el hombro.

Sanemi asintió, sintiendo un poco de alivio al hablar sobre sus sentimientos.

—Gracias, Shinobu. Intentaré hacer las cosas bien esta vez —respondió con determinación.

Unos días después, Sanemi decidió dar el primer paso hacia la reconciliación. Se dirigió a la finca de Iguro con el corazón en la mano y una carta en el bolsillo. Al llegar, vio a Iguro practicando en el patio.

—Iguro —llamó Sanemi, su voz cargada de emoción.

Iguro se detuvo y lo miró, su expresión seria.

—¿Qué quieres, Sanemi? —preguntó, su voz fría.

Sanemi dio un paso adelante, mostrando la carta que había escrito.

—Quiero disculparme. Sé que las palabras no son suficientes, pero escribí esto para que puedas leerlo cuando estés listo —dijo, extendiendo la carta.

Iguro miró la carta con desconfianza, pero finalmente la tomó. Sin decir una palabra más, se dio la vuelta y regresó a su casa, dejando a Sanemi solo en el patio.

Sanemi suspiró, sintiendo el peso del rechazo, pero también una chispa de esperanza. Sabía que el camino hacia el perdón sería largo, pero estaba dispuesto a recorrerlo, un paso a la vez.

Esa noche, Iguro se sentó en su habitación, mirando la carta en sus manos. Con el corazón latiendo con fuerza, la abrió y comenzó a leer.

    "Querido Iguro,

    No hay palabras que puedan borrar el dolor que te causé, y lo sé. Pero quiero que sepas que lo siento, desde el fondo de mi corazón. Estaba asustado, confundido, y reaccioné de la peor manera posible. No hay excusa para lo que hice.

    Pero quiero que sepas que me importas, más de lo que jamás imaginé. Lo que teníamos era real para mí, y lamento haberlo destruido con mi cobardía. Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para demostrarte que puedo cambiar, que puedo ser alguien digno de tu amor y confianza.

    Por favor, dame una oportunidad de enmendar mis errores. No espero que me perdones de inmediato, pero quiero demostrarte que estoy dispuesto a luchar por nosotros.

    Con todo mi arrepentimiento,

    Sanemi"

Las lágrimas volvieron a llenar los ojos de Iguro mientras leía las palabras sinceras de Sanemi. Aunque el dolor seguía ahí, también sentía una pequeña chispa de esperanza. Sabía que el camino hacia la reconciliación sería difícil, pero tal vez, solo tal vez, podrían encontrar una manera de sanar juntos.

Con el corazón dividido entre el dolor y la esperanza, Iguro decidió que, aunque no podía perdonar a Sanemi de inmediato, no cerraría la puerta por completo. Guardó la carta con cuidado, sabiendo que el tiempo diría si su amor podría superar las heridas del pasado.

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Es tan bonito🤧 Espero y les haya gustado este capítulo🩷Me gustaría que pudieran decirme que les gustaría ver en otra historia, estaba pensando hacer una de Giyuu & Sanemi pero necesito ideas, se los agradecería mucho🥺🩷

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Es tan bonito🤧
Espero y les haya gustado este capítulo🩷
Me gustaría que pudieran decirme que les gustaría ver en otra historia, estaba pensando hacer una de Giyuu & Sanemi pero necesito ideas, se los agradecería mucho🥺🩷

Batalla & Deseo (Saneoba) (Sanemi x Obanai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora