Luis tembló ante la presencia tan desinteresada pero imponente del moreno, recostado cómodamente en aquellas telas justo a sus amadas, quién lo miraba a los ojos fijamente, maravillado por la transparencia grisácea de los mismos. Los ojos de Luis eran un fiel reflejo del alma, o al menos aquello era lo que el gobernador consideró después de analizarlos durante unos cuantos minutos de silencio.
- Resulta evidente que es un varón con prendas de mujer extranjera...- sus esposas tomaron aquello con sorpresa.- Y es aún más evidente que buscaban introducir a alguien en el reino de forma pacífica creyendo que aceptaría tan fácilmente que un varón cuya barba no ha sido depilada adecuadamente pueda fingir ser una mujer, pero tal vez les salió mal...
- ¿Va a reprender a esos extranjeros por su osadía, mi señor?- La primera de ellas que se atrevió a tomar la palabra, una joven de cabellos color marrón polen y ojos café.
- Primero me gustaría saber qué es lo que quieren hacer...
- ¿De verdad la aceptaría como esposa aún sabiendo que tal vez lo estén usando para espiarle o incluso robarle?- volvió a hablar la misma de antes.
- Me gustaría saber si realmente tienen buenas intenciones o no... Aunque en el caso de la duda siempre la tenemos y ciertamente yo no pienso confiar tan fácilmente... Pero sí... La tomaría como esposa al menos para tener cierto nivel de apariencias...
Hubo un breve silencio, Luis estaba temblando, la conversación era inentendible para él. Sus manos se escondían a su espalda, quería romper a llorar por la humillación y por el barrido visual que le estaban haciendo las mujeres y el propio "príncipe" o figura de autoridad del lugar...
- Acércate...- siseó enderezándose y poniéndose en pie con un ágil movimiento.- Ven... No tengas miedo- musitó tomando una de sus manos que se encontraba pegada a su pecho, avergonzado.- No vamos a hacerte daño...- prometió.
Luis no comprendía sus palabras. Se estaba poniendo más nervioso todavía. Que tomase su mano y tratase de expresarle y transmitirle cierta calma le indicó que no le haría daño... Aun así, se mostró desconfiado...
- Tiene miedo, Paul...- murmuró una de las doncellas, su mirada color cedro y sus cabellos negros creaban un bello contraste, de las cuatro damas era la que tenía la piel más oscura de ellas.- Más miedo que cualquier niño perdido en la jungla...- meneó su cabeza con lástima.- ¿No deberíamos devolverla con su gente? Eso tal vez la calme...
- Es un varón, no se esforzaron en disimularlo...- se encogió de hombros restándole importancia.- Quieren engañarme... Si le devolvemos tal vez tengamos problemas... Por ello usaron a alguien temeroso... Es posible que en su civilización las mujeres sean débiles y asustadizas, por ello escogieron al más cobarde que tenían entre ellos y lo vistieron de mujer... Aunque dudo que alguna mujer vista de esa manera realmente... Y de hacerlo, me temo que no son muy atractivas...- No lo decía porque las ropas fueran de mala calidad, sino porque se notaba que era una tela improvisada y mal cortada.
- Tal vez esté temblando de la humillación y la impotencia...- Luis vaciló cuando el moreno puso sus ojos en él después de mirar a sus esposas... La primera de ellas había vuelto a hablar.- Tal vez se sienta humillado porque los suyos lo hayan tratado así y no haya podido reclamar...
- Igualmente debo actuar con gentileza frente a esto...
Luis tragó saliva lentamente con una duda considerable en su mente, apretó los labios cuando el contrario volvió a poner sus ojos sobre él.
- Puedes estar tranquilo, no vamos a hacerte daño...- y aunque pudiera parecer imposible, Luis pareció captar que se era inofensivo.- Acompáñame, te llevaré a un lugar apartado para que puedas calmarte
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75.- No puedo hacerlo (Gay/Homosexual)
RomanceSolo en el momento en el que encontrase a alguien que lo aceptase tal y como era y que no quisiera cambiarlo como todo el mundo estaba dispuesto a hacer. Solo en el momento en el que Luis consiguiera decir que estaba orgulloso de sí mismo y de sus a...