El zumbido matutino de varios insectos aturdiendo su percepción de la realidad le hacía pensar que estaba en un verano eterno. El calor de su cuerpo era abrumador, y ante cualquier movimiento ya se sentía tembloroso y contracturado, "¿Algo roto?" No. Pero se sentía pesado. "Menos mal..."
Abrió sus ojos grises lentamente, gimiendo en bajo con morriña mañanera mientras meneaba la cabeza para quitarse el pelo de la cara, todo para encontrarse atrapado en finas sábanas que pobremente cubrían su cintura de mala manera y un brazo moreno por encima de su cuerpo que era el origen del calor en su cuerpo desde la espalda.
Sus dedos entrelazados sobre aquel colchón era lo suficientemente revelador para darse cuenta, más allá de lo que tenía delante— sus manos— se encontraba su ropa y la contraria, arrojada desinteresadamente en una mezcla de erotismo, pecado y lujuria que le hizo estremecer cuando las secuencias regresaron a su mente de manera parsimoniosa.
"¿Me acosté con...?" Giró la cabeza hacia su espalda, Paul dormía plácidamente y ronroneaba como un gato contra su espalda, su piel desnuda, más de lo normal, le confirmó las sospechas.
"Sí, me acosté con Paul". Y estuvo de acuerdo plenamente, de hecho, se dejó llevar hasta aquella cama de manera voluntaria. Era algo inaudito, todo tenía que decirlo... Los ronroneos de Paul eran como los de un felino, cosa que lo hizo enternecer considerablemente y solo por ello le perdonó el sentimiento de pesadez de su cuerpo.
- Paul...- llamó en voz baja, tratando de poder moverse, sin mucho éxito, lo apretaba contra su cuerpo, pero no posesivamente, sino cómodamente.
Se sentía como la almohada de Paul en esos momentos. Con su pulgar acarició la piel de su mano para despertarlo y captar su atención de alguna manera. Paul bostezó, emitiendo un sonido somnoliento que le indicaba que estaba despertando.
- Paul...- ahogó su voz en bajo, un poco presionado por la fuerza con la que lo rodeó momentáneamente.- Despierta...- le pidió con una voz temblorosa ante la falta de aire.
Paul lo soltó de aquella intermitente fuerza y Luis se permitió suspirar con alivio.
- Buenos días...
- Casi me aplastas...- le reprochó.
Paul abrió los ojos lentamente, dibujando una amplia sonrisa entre sus labios, considerablemente burlona y maliciosa. Luis rodó los ojos y le reprendió con un pequeño golpe en su mano. El moreno lo rodeó entre sus brazos, moviendo la sábana para cubrir sus cuerpos adecuadamente y acarició su pómulo de manera sutil.
- Creo que ya eres oficialmente parte de los nuestros...- Luis alzó una ceja con cierta confusión tatuada en su rostro.- No creo que vayas a regresar con los tuyos después de esto, ¿o si?- Luis negó lentamente con la cabeza.
- No estoy seguro de que mi garantía de supervivencia vaya a ser alta si regreso...- confesó rascando su nuca.- Y en caso de hacerlo, no creo que los tratos hacia mí sean agradables... Ya no lo eran, pero—
- No tienes que preocuparte por eso...- prometió.- No te harán daño mientras estés aquí...- Luis sonrió un poco.
- Menuda manera más sutil de pedirme de manera exigente que me quede.
Los dos compartieron una risilla. Paul acomodó un mechón detrás de su oreja en un movimiento delicado.
- No me gustaría perder a mi quinto consorte...- Luis rodó los ojos con sarcasmo.
- Me tratas demasiado bien para ser el quinto consorte...
- Os trato bien a todas...- Luis se rio entre dientes.- No te tomas esto lo suficientemente en serio...
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75.- No puedo hacerlo (Gay/Homosexual)
RomanceSolo en el momento en el que encontrase a alguien que lo aceptase tal y como era y que no quisiera cambiarlo como todo el mundo estaba dispuesto a hacer. Solo en el momento en el que Luis consiguiera decir que estaba orgulloso de sí mismo y de sus a...