Jara abrió los ojos con sorpresa al ver al nativo acercarse tanto con el arma en mano. Cuando Luis se apartó de su alcance y se fue hacia la selva, Jara no pudo contenerlo, tuvo que frenar el repentino ataque del nativo.
- ¡Nos atacan! ¡Estos putos caníbales homicidas nos atacan!
Luis escuchó aquello resonar por la selva y temió por Paul. Lo acompañaron hasta el palacio corriendo, donde empezaron a organizarse porque era evidente que con la grandeza de la ciudad de los extranjeros, Paul tenía que huir y la guerra empezaría entre ambos. Empezaron a prepararse, de mientras, las esposas de Paul lo acompañaron a una habitación para que se calmase, concretamente fueron la joven que le destinó la mirada antes de retirarse y dejarle a solas con Paul, la que tenía aquellos ojos ámbar tan bellos y la que tenía el pelo negro, pues Luis estaba hiperventilando y teniendo dificultades respiratorias, llorando silenciosamente y sin comprender la situación demasiado bien.
- ¿Atacó a los invasores porque le trataron mal?- preguntó la de cabellos polen.- Eso no suena a algo que Paul haría...
- No empezaría una guerra por un recién conocido...- aseguró la más pálida de ellas, sus ojos verdes eran tan impresionantes que Luis, a pesar de no estar entendiendo sus palabras, no podía apartar los ojos de ella, jamás esperaría que una nativa de aquel lugar tuviera los ojos verdes.
- A no ser...- susurró la primera de ellas, la que les comunicó a las demás lo que había pasado de parte de los guardias y súbditos que fueron testigos.
- ¿A no ser, qué? Dilo, María.
- Que haya descubierto que es un descendiente como él y que quiera protegerlo...- murmuró María, la joven de cabellos marrones polen y los ojos café.- Después de todo, los descendientes solo pueden ser varones y tener una significación con un animal carnívoro importante y Paul nos dijo que él tiene un nombre que parece que suena como Lince Grácil... Por evidentes motivos, tal vez sea un descendiente, pero de lince en vez de jaguar... Por eso no lo atacó la Gran Bestia de la selva
Las otras tres miraron a la cuarta con cierta sorpresa y asintieron con sus cabezas, parecía ser algo unánime. Aunque rápidamente la que tenía la piel más morena de ellas discrepó. Sus cabellos largos negros caían hacia atrás en una coleta fila y simple, por el movimiento de cabeza que realizó al negar con la cabeza pudo ver que no le llevaban más allá de media espalda.
- Espera... musitó.- ¿Paul ha sido consciente todo este tiempo desde que le vio de que era una descendiente como él?- preguntó.- Lo aceptó desde el principio, incluso propuso aceptar el matrimonio sin siquiera conocer su nombre...
- Ana tiene razón...- susurró la última que quedaba y que no había comentado nada hasta ese momento, todos los ojos cayeron sobre sus orbes color ámbar.- Sus ojos... Paul mencionó sus ojos con mucho ahínco...- las cuatro se giraron hacia él, mirando sus ojos grises.
Luis las miró confundido. "¿De qué estaban hablando? ¿Qué las estaba emocionando tanto? ¿Por qué me están mirando fijamente?". No sabía qué estaba pasando.
Lo único que lo tranquilizó fue ver a Paul regresar apenas lesionado de la pelea. Aunque cuando se dio la vuelta, un gran parche de curación natural cubría su espalda, aquello lo dejó en shock. Las mujeres parecieron pedirle que descansara. Cuando se quedaron solos, Paul emitió un suspiro largo y cansado.
- Estoy vivo al menos...- celebró rodando los ojos y se acostó en la cama en la que él estaba sentado a los pies, boca abajo, para que la herida no fuera tocada.- ¿Angie, Oli, Ana y Mari te ayudaron a calmarte?- Luis vaciló unos segundos antes de asentir al procesar que estaba hablando de sus esposas. ¿De quién más podría estar hablando? Paul sonrió aliviado.- ¿Qué es la dote y el Requerimiento?
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75.- No puedo hacerlo (Gay/Homosexual)
RomanceSolo en el momento en el que encontrase a alguien que lo aceptase tal y como era y que no quisiera cambiarlo como todo el mundo estaba dispuesto a hacer. Solo en el momento en el que Luis consiguiera decir que estaba orgulloso de sí mismo y de sus a...