Séptimo libro de una saga basada en los videojuegos de Pokémon creados por Game Freak. Aquí seguiremos a Sorrell, un chico que lo perdió todo a causa del ataque de los Pokeántropos a Paldea. En busca de olvidar ese trauma, emprenderá un viaje por to...
En la Base del Escuadrón Ruchbah, el Grupo Hada del Equipo Star, el Líder Gus estaba tomando su clase de piano con Hernando, un Profesor bastante prestigioso.
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Pero lo que el maestro notó fue que el chico no se veía muy animado y estaba tocando de una forma muy triste una canción que se suponía era alegre y festiva.
—Ah, Señorito, ¿está todo en orden? —le preguntó Hernando, lo que hizo a su estudiante dejar de tocar el piano y llorar a mares.
—¡Mis bebés! ¡Mis preciosos bebés! ¡Todos y cada uno de los Autostar que construí han sido destruidos ¡Arruinados!
—N-No se preocupe, Se-Señorito —le pidió—. T-Tal vez haya alguna solución.
—¡No la hay! ¡Me costó mucho trabajo construir ese modelo, el cual era irremplazable! ¡Mis preciosos han quedado destruidos para siempre! ¡Ya no podré verlos crecer para convertirse en mejores vehículos!
Y justo en ese momento, un Recluta del Equipo Star entró al lugar y exclamó— ¡Jefe Gus, Jefe Gus! ¡Tenemos una situación!
El de rosa se limpió las lágrimas y, tratando de parecer intimidante, le preguntó— ¿Qué quieres? ¿No ves que estoy en medio de algo muy serio?
—¡Lo lamento, pero he venido a informarle que Sorrell, nuestro más acérrimo enemigo, se aproxima para acá!
—¡¿Sorrell?! ¡¿Ese Sorrell?! ¡¿Hablas de Sorrell, el que creí que podía ser un amigo, pero destruyó mis preciosos Autostar?!
—¡Ese mero! ¡Ya logró acabar con el Escuadrón Segin y ahora viene para acá! ¡Debemos detenerlo y rápido! —y le hizo entrega de su SmartRotom para que viera el perfil de Sorrell.
—Yo me encargaré de esto. Mis bebés ya nunca regresarán, pero si consigo acabar con él, podré redimirme. ¡Prepárate!
Sorrell, Damián y Koraidon llegaron al Área 3 del norte, una zona de Paldea conocida por sus campos florales que parecía sacado de un cuento de hadas.
—¿Qué? ¿De verdad este sitio es así? —preguntó el de verde y el rubio asintió con la cabeza— Sí. Eriad incluso registró este lugar en su libro —sacó el Libro Escarlata y lo revisó—. Según esto, si pasas mucho tiempo aquí, puedes llegar a visualizar recuerdos del futuro, como los Pokeántropos de Cashew y Hyuga-chan.
Nuestro héroe se sacó de onda— ¿Recuerdos de quién? ¿Y eso qué signifi...? —pero antes de poder terminar de decir eso, de repente tuvo una visión bastante borrosa de lo que parecía ser una pequeña princesa montada en un Pokémon Ciervo a través de un campo de flores bastante similar. Notando su mirada perdida, el superior le gritó— ¿Sorrell? ¡Sorrell! ¡¿Estás bien?!
