Capítulo 68

39 11 3
                                    

"La forma en que sonríes, la forma en que caminas, el tiempo que te tomaste para enseñarme todo lo que me habías enseñado. Dime, ¿cómo se supone que voy a seguir adelante?"
-WRECKED (Imagine Dragons)

Durante la mañana de aquel decisivo día, el sol y la luna se convirtieron en uno y la noche sustituyó la calma del anaranjado amanecer veraniego. El frío cubrió los bosques de la montaña hasta helar las plantas de la misma manera en la que lo hubiera hecho el aliento del invierno en el mes de Diciembre. Mientras mestizos y lobos de dos clanes cruzaban los caminos con el mismo objetivo y con los mismos sueños. Salvar a todas esas personas que correrían el riesgo de encontrarse sometidas a una dictadura si las lunas rojas llegasen a ganar la batalla. Aquello iba mucho más allá de una meta, se trataba de un deber con el que ansiaban cumplir.

Las patas aplastaron la suave lavanda convertida en escarcha y los ojos iluminados observaron el horizonte que se asomaba más allá de la repentina oscuridad, con la temerosa certeza de que una última lucha tal vez podría hacer de su mundo un sitio mejor para las futuras generaciones, sin enfrentamientos ni rencores heredados. Con la esperanza de que sus sueños al fin encontrasen un lugar después de años esforzándose para poder vivir sin miedo como una vez lo pudieron hacer sus antepasados.

Choi Joy caminaba al frente, sin Yook Sungjae a su lado físicamente pero con él impregnado en cada poro de su piel del mismo modo en el que una pareja de vida estable lo estaría. De ese modo exacto, de hecho. Porque aunque el líder norteño estaba demasiado débil para luchar en una batalla física, su mente e ingenio acompañarían a cada uno de los lobos de la unión a través del tratado que ese día sería firmado como ofrenda de paz hacia todos aquellos que estuvieran dispuestos a unirse a una alianza que narraría el principio de una nueva y mejor era.

Choi Joy lucharía con sus dientes, Yook Sungjae lo haría con su inteligencia. Y juntos, con una nueva unión a sus espaldas, tal vez podrían conseguir de una maldita vez que las peleas y conflictos entre las gentes de sus manadas finalmente se extinguieran bajo las cenizas de las riñas pasadas.

"Atentos a todos los lobos que se crucen en vuestro camino, hoy cualquier persona que parezca un aliado podría convertirse de la nada en el enemigo más cruel. Debemos actuar como lobos y no como humanos. Oled la traición en el aire, el ansia de sangre en las expresiones y las oportunidades de vencer en la punta de los colmillos. Usad todo lo que tengáis para defender el futuro de nuestra montaña y seres queridos."

El sonido de los gruñidos fue la respuesta grupal que Choi Joy escuchó antes de alzar su hocico hacia el cielo. La mañana oscura y el aire excesivamente fresco para la época del año en la que se encontraban eran una señal, ella quería pensar que se trataba de la anticipación de la Diosa Luna ante lo que esta probablemente sabía que marcaría un importantísimo cambio.

Quería pensar demasiadas cosas y una de ellas continuaba quitándole la respiración a cada paso que daba, sin embargo se obligó a mantener la atención en los caminos ante sus ojos.

[...]

En el interior del templo, Yunho iluminó sus ojos para observar a través de la oscuridad sintiendo el cuerpo de Jongho, poco acostumbrado a las heladas, temblar contra el suyo propio.

"¿Qué está pasando?"

Aunque al norteño le hubiese gustado tener una respuesta positiva para la situación en la que se encontraban, no encontró ni una sola que pudiera dar sentido al hecho de que la noche se hubiera precipitado de nuevo sobre ellos como si el amanecer no quisiera iluminar sus caminos. La Luna estaba presente de nuevo, dispuesta a ver y juzgar los pecados cometidos por sus hijos.

Alpha War [2ho] AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora