Capítulo 4

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"Extrañamente, estos días me gustan las cosas fáciles pero aún así, me gusta la música de Corinne. En lugar del rosa fuerte me gusta el morado profundo. También me gustan los pijamas con botones [...] Me gusta cuando las cosas están un poco pasadas de moda. En lugar de fotos prefiero las paletas, diarios, los momentos en los que estaba dormida. "

- IU - Palette ft G-Dragon

La visión de la montaña de los Yook era algo que Choi Jongho siempre había observado desde lejos incluso cuando era un niño aprendiendo sobre su propio territorio, la frontera que separaba su manada del norte suponía el punto más cercano que había alcanzado a analizar con sus ojos y un par de prismáticos. Todavía tenía memorias de las veces en las que logró captar la imagen borrosa de esas manzanas rojas que llamaban su atención, el cachorro que Jongho era por aquel entonces se preguntaba si acaso aquellas frutas típicas de la zona contraria al sur serían diferentes de las suyas, si tal vez su sabor era dulce o si por el contrario destacaba por la acidez.

Él también recordaba con ilusión aquellos días en los que su padre le mostró que era un lobo, uno más fuerte que el resto de los que vería en su manada porque él provenía de la familia Choi. Una familia de líderes que disponía de todo el territorio sur de la montaña, y aunque en ciertas ocasiones la curiosidad había llegado de una manera u otra hasta su mente infantil jamás cuestionó las enseñanzas de su progenitor. De la misma manera que nunca le llevó la contraria a su abuelo.

Ahora se encontraba caminando en silencio unos pasos por detrás de Yunho y aquel omega que parecía ser su amigo, notando como a cada minuto que pasaba se acercaban más a lo alto del río y los manzanales comenzaban a dar señales de que el norte se acercaba al dejarles percibir cerca frutos rojizos decorados por el sol de verano. Siguieron caminando por varios minutos hasta llegar al lugar que cada uno de los guardianes conocía. Allí donde no hacía falta un puente para introducirse en el territorio de los Yook, donde solía haber gran vigilancia antes de que sus manadas decidiesen unirse por medio de un matrimonio de conveniencia que juntase a los líderes y por consecuencia antes de la unificación de aquella montaña. Habían pasado siglos desde que lobos de norte y sur pudieron caminar por última vez sobre una misma montaña sin miedo a ser atacados.

- Iremos en nuestra forma lobuna desde aquí- informó Yunho.

Jongho lo observó por unos instantes, comprobando la manera en la que el hijo del señor Jeong se deshacía sin vergüenza de su ropa y la colocaba de forma ordenada sobre una roca seca. Los tatuajes se extendían por su espalda, hasta perderse cerca de sus nalgas. Sin embargo sus piernas estaban libres de tinta.

Jongho recordaba lo que el señor Jeong le había mencionado, era descortés preguntarle a un lobo norteño acerca de la tinta que decoraba sus cuerpos en forma de dibujos. Pero nadie le había dicho nada acerca de observar, sentía curiosidad y en consecuencia era inevitable dejar que sus ojos vagaran sin prisa sobre cada uno de los trazos.

- Lo suponía, genio- respondió. Jongho todavía no comprendía el motivo por el que se sentía tan a la defensiva con ese muchacho. Quizás las enseñanzas que su abuelo le había inculcado influían en que viese a los Yook como lobos despreciables que nunca quisieron ceder su territorio por la paz. O puede que se debiese a que el aroma de Yunho impulsaba a su alfa a ser territorial, en su olor había más de lo que él estaba acostumbrado a percibir en un lobo.

No. Claro que no, el olor lo convertía en un alfa territorial porque eso era lo que él era. Estaba acostumbrado a ver como los guardianes defendían el sur de los lobos norteños y por eso era razonable que su lobo no quisiese aceptar a uno tras años y años aprendiendo que estos suponían una enorme amenaza. Sin embargo su tono tosco no se debía a un simple aroma, se trataba del detalle de que durante siglos la montaña había estado dividida en buena parte por culpa de personas como Yunho. Lobos que se negaban a usar sus recursos y preferían pelear antes que dejar que los forasteros mordieran una sola de sus rojizas manzanas.

Alpha War [2ho] AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora