Capítulo 35

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"Necesito un amor que me mantenga cuerdo, que me saque del infierno y me traiga de regreso. Con algunas canciones clásicas, algo romántico. Alguien a quien darle todo cuando ni siquiera tengo algo. Siempre he soñado con un rostro solemne, alguien que me haga sentir como en unas vacaciones pero ahora estoy hecho pedazos. Apenas tengo fe... Empiezo a pensar que ya no tengo sentimientos. Apareciste inesperadamente en una noche lluviosa. No es mentira cuando te digo que estuve a punto de morir y tú me devuelves la vida. Solo quiero vivir en este momento para siempre, porque me aterra pensar en que la vida no pueda ser mejor. Empezaré a renunciar a las palabras "para siempre", hasta que renuncies al cielo y así podamos estar juntos. Eres mi ángel. Mi ángel, cariño."
-Angel Baby (Troye Sivan)

Generalmente Jongho se habría sentido mal al escuchar que no necesitaba presentarse para conocer los detalles acerca de la siguiente expedición tan temprano, pero cuando el padre de Yunho le informó acerca de que dejarían pasar al menos un par de días antes de regresar a la cima... Alivio. Por mucho que quisiera convertirse en un buen guardián esa mañana sintió el alivio llenar todo su cuerpo al saber que podría hacerse un poco más a la idea de lo que sus ojos verían antes de subir la montaña de nuevo. Jongho era completamente consciente de que durante la segunda expedición los golpes de realidad podrían ser incluso más fuertes de lo que lo habían sido el día anterior, los sanadores harían su trabajo inspeccionando los cadáveres pero la guardía tendría que prepararse para explorar el interior de las cuevas y buscar sobrevivientes de la masacre.

Ninguno de ellos sabía lo que podrían llegar a encontrar cuando sus pasos los llevasen hasta esas zonas en las que ningún lobo como ellos había estado antes. Yunho se lo había dicho varias veces, las tribus se debían a la luna y la naturaleza, debido a eso sus vidas habían sido interrumpidas muy pocas veces por la manada Yook. Todos los norteños le mostraban el mismo respeto que a la luna. La cima era un lugar repleto de significado y misticismo que de alguna manera alguien decidió destrozar.

Así que definitivamente no era que el sureño no estuviese preparado si el nivel de fuerza y conocimientos se ponían sobre la mesa, en el caso de que fuese necesario subir ese mismo día entonces Jongho daría todo de sí mismo para hacer su trabajo de la manera en la que se le había enseñado durante años. Pero sencillamente agradecía el tiempo extra.

No solo él lo necesitaba, para explorar las inmensas cuevas necesitarían a más personas de confianza y para estar seguros de sus elecciones los líderes se tomarían el tiempo de seleccionar cuidadosamente a cada lobo de su círculo más cercano. Cualquier miembro del consejo territorial estaba descartado, de la misma manera que lo estarían esos guardianes norteños de mentalidad más extremista. Así como en el sur había lobos deseando la muerte de cada Yook, también había norteños deseando desgarrar la yugular de los Choi si la unión fallaba y obtenían la oportunidad de vengar a sus antepasados.

Y ese era otro de los motivos por los que tomarse el tiempo de hacer bien las cosas podría marcar una enorme diferencia. Nadie sabía lo que podría llegar a ocurrir si la noticia de lo que había sucedido con las tribus de las cimas se filtraba entre las manadas. Jongho estaba seguro de algo, las acusaciones sangrientas podrían aparecer sin necesidad de pruebas certeras acerca de quién o quiénes habían sido los culpables. El norte buscaría la manera de defender su territorio nuevamente y el sur aprovecharía la excusa para volver a levantar las barreras que Choi Joy estaba esforzándose por destruir de forma definitiva.

- ¿Sigues afectado?

La voz de Yunho llegó hasta sus oídos mientras se deshacía de los guantes de boxeo, el saco todavía se movía levemente por su sesión de entrenamiento en solitario cuando el hijo de los Jeong cruzó el patio trasero de la cabaña. A Jongho le dolían las manos y la vena de su cuello parecía a punto de estallar tras el duro entrenamiento matutino bajo la abrasadora luz del sol de verano. La piel de sus hombros ardía y su boca ansiaba un poco de esa bebida de lavanda que el padre de Yunho siempre preparaba.

Alpha War [2ho] AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora