...
-¿Hay algo que quieras contarnos Aina? -Dijo mi madre curiosa.
-No, de verdad... -Dije quedándome pensativa.
Si hay algo que no podía hacer era mentirle a mí madre y a mis hermanas. Siempre nos lo hemos contado todo, pero todavía no estoy preparada para contarlo, al menos no en este momento.
-Bueno...puede que haya algo que tenga que contaros, pero todavía no me siento preparada para hacerlo. Así que no insistais más ya que no vais a conseguir nada, ya os lo contaré cuando quiera.
-Vale cariño mientras no sea nada malo...-Dijo mi madre abrazándome.
-No mamá, no es nada malo, todo lo contrario...-Dije yo y ahí se me escapó de nuevo esa sonrisa tonta.
-Uy tata que intriga...me vas a tener en vilo hasta que decidas contarlo. -Dijo Alba.
Cuando Alba dijo esto Alexia soltó una risa.
-¿De que te ríes? -Pregunté a mí hermana mayor.
-De nada, simplemente me hizo gracia lo que dijo Alba. -Dijo señalando con su cabeza a nuestra hermana mediana.
-Es que es verdad ¿A ti no te da curiosidad Ale? -Preguntó Alba.
-Uy si muchísima...-Dijo sonriendo y con una notable ironía.
-Osea que te da igual. -Dije yo.
-No, no es por eso créeme...-Dijo Alexia soltando una risa de nuevo.
-Pero bueno, ¿Que bicho le ha picado a esta? -Dijo Alba.
-No lo sé. -Dije entrecerrando los ojos mientras la miraba, intentando averiguar porque actuaba así.
Al final dejamos el tema de lado y estuvimos un rato más en la playa entre charlas y risas. Hablando de todo y de nada a la vez, hasta que decidimos volver a casa. Cuando regresamos a nuestro hogar, nuestra madre propuso que Alba, Alexia y yo nos quedaramos a comer, lo cual aceptamos encantadas. Yo me fui al salón y retome la pequeña conversación que tenía con Jana antes de que me empezasen a interrogar en la playa.
Alba estaba también con el móvil conmigo en el salón, mientras Alexia y mamá estaban en la cocina preparando la comida. Al rato salió mi madre de la cocina limpiándose las manos con un trapo y entrando al salón.
-Oye Aina cariño ¿Por qué no le dices a Jana que venga a comer? Hace mucho que no la veo.
Cuando nombró el nombre de mi ahora novia, no supe cómo reaccionar. Normalmente suelo decirle que vale sin ningún problema, pero ahora que Jana y yo estamos saliendo, no sé si ella querrá. Pero claro si me niego van a sospechar y les va a parecer raro, si Jana viene a comer simplemente tendremos que actuar como siempre hemos hecho, básicamente como si fuéramos amigas de toda la vida y olvidar que ayer nos estábamos comiendo la boca la una a la otra.
-Vale, ahora se lo digo mami.
-Perfecto, voy a seguir haciendo la comida. -Dicho esto se volvió a meter a la cocina.
Le dije a Jana si le apetecía venir a comer y dijo que sí sin darle mucha vuelta al asunto. Si que es verdad que me preguntó si le íbamos a decir a mí madre y a mis hermanas que estábamos saliendo juntas, yo simplemente le respondí que ya iríamos viendo, como fuera surgiendo la cosa.
Un tiempo después sonó el timbre de casa y fui yo a abrir. Cuando abrí me encontré a una Jana sonriente.
-Hola de nuevo. -Dijo Jana dándome un abrazo.
-Hola guapísima. -Dije correspondiendo el abrazo.
Todavía abrazadas Jana me miró y me dio un pico fugaz.

ESTÁS LEYENDO
Bajo El Brillo De Un Balón De Oro
FanficDas todo lo mejor de ti, pero aún así sientes que no es suficiente. Sientes que no tienes brillo propio, que ese brillo que tienes viene de alguien externo pero a la par muy cercano a ti.