Capítulo 11

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Una vez preparada bajé y ya estaba Mapi fuera esperando con su coche. Me monté y nos dirigimos hacia la casa del hermano de Ona. Cuando llegamos picamos al timbre y nos recibió una Ona vestida con su bikini y con una toalla atada a su cadera.

-Hola chicas, pasad. -Dijo Ona sonriente mientras nos daba dos besos a cada una.

-Gracias por invitarnos. -Dije con amabilidad.

-No es nada, además mi hermano ahora se va con unos amigos así que tenemos la casa sola. -Dijo guiñandonos un ojo.

-Perfecto, así más tranquilas. -Respondió Mapi riendo.

De repente dos perros bastante grandes vinieron corriendo hacia a mí y me tiraron al suelo; para después empezar a darme lametazos.

-¡Pero que cosas más bonitas, porfavor!- Dije a carcajadas, mientras los acariciaba y jugaba con ellos.

-¿Qué? ¿Como has hecho eso? -Preguntó Ona sorprendida.

-¿El qué? Yo no he hecho nada, han venido corriendo hacia a mí estos granduñones. -Dije mientras me incorporaba y seguía acariciando a los perros.

-Es que no se suelen acercar a gente desconocida, al menos hasta que cogen confianza. -Explicó Ona.

-Pues no sé, habrán visto a tremendo pibón y habrán querido ir a coger cacho. -Dije bromeando, señalando mi cuerpo con chulería.

A esto Mapi y Ona estallaron a carcajadas, lo que produjo que yo también riera.

-Bueno, si queréis podéis dejar las toallas y las cosas aquí. -Dijo señalando el césped artificial.

Como había indicado Ona dejamos todas nuestras cosas en el césped para después proceder a quitarnos la ropa y así quedar en bañador. Mientras hacíamos eso Ona miraba algo en su móvil.

-¿Que miras? Si se puede saber. -Dije sentándome a su lado.

-Estaba mirando ideas de trenzas. -Dijo Ona mientras seguía mirando fotos.

-¡¿Te vas hacer trenzas?! -Dije ilusionada.

-Si, me apetece un cambio de look. -Dijo sonriendo a la vez que se encogía de hombros.

-No se hable más, yo te las hago. -Dije convencida.

-¿Sabes hacer trenzas de estas? -Me dijo enseñándome una foto de unas trenzas parecidas a las de boxeadora.

-Aina sabe hacer prácticamente cualquier peinado, se le da bastante bien hacer cosas en el pelo, pero las trenzas son su especialidad. Hazme caso, no es la primera vez que me peina para algún evento o alguna ocasión especial, bueno a mí y a la mayoría de las chicas. -Dijo Mapi a Ona sonriente.

-Es verdad, me tenéis explotada, cuando llega algún evento tiemblo con vosotras. Un día vino la mitad a mi casa para que las peinara, si ves a la mitad del equipo haciendo cola para que las peinara flipas...

-Si, si y cuando ya iba por la penúltima o así, se agobió y empezó a gritar "¡A ver si os conseguís una peluquera!" -Dijo Mapi riendo a lo que Ona también soltó una carcajada.

-Es que es verdad, os aprovecháis de mi talento y encima ni os cobró. Voy a empezar a pedir que me paguéis por haceros peinados. -Dije señalando a Mapi totalmente seria.

-¿A Ona también le vas a cobrar por las trenzas? -Preguntó Mapi.

-A Onita no. -Dije con una sonrisa, rodeando con mi brazo los hombros de Ona.

-Anda mira la tía chula...-Dijo Mapi haciéndose la ofendida.

-Hombre faltaría más, nos invita aquí, a la piscina de su hermano, que le habrá tenido que pedir permiso y todo, lo único que faltaría sería que le cobrara. Además ni me lo ha pedido, me he ofrecido yo así que sus trenzas van de gratis.

Bajo El Brillo De Un Balón De Oro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora