Bajo El Brillo De Un Balón De Oro

Capítulo 18

Jana

La rabia y el dolor que sentía en estos momentos eran inexplicables, al igual que mi confusión. No la vi capaz de hacer algo así en la vida, fuera con quién fuera y sin embargo lo ha hecho y conmigo. Me empecé a cuestionar si fuí suficiente para ella, si me quería de verdad o se cansó de mí, me imagino a ella tocando a Ona, acariciándola, Ona haciéndola de todo y ella disfrutando. Eran unas imágenes horribles, pero sin embargo no podía dejar de imaginarme cosas así. Cuando llegué a mi casa recibí una llamada y era una de las personas que menos quería que me llamaran en este momento.

-¿Que pasa Ona? -Dije sin ganas de nada y menos de hablar con ella.

-Jana, te llamaba para pedirte perdón, te juro que no quise hacerlo, estábamos muy borrachas, yo estaba muy mal y de verdad que me arrepiento muchísimo. Lo siento, de verdad. -Dijo muy deprisa, pero la entendí perfectamente.

-Mira todo eso ya me lo ha dicho Aina y no te voy a perdonar, lo siento. ¿Como piensas que perdone lo que habéis hecho? No puedo hacerlo y tú ya no me consideres tu amiga, a partir de ahora vamos a ser simples compañeras de equipo las cuales van a ser profesionales y no van a permitir que está situación perjudique nuestro deporte, ni a nuestro equipo. ¿Estamos? Ah y no me vuelvas a nombrar ni a hablar a Aina, lo nuestro se acabó, tanto nuestro amor como nuestra amistad Ona.

-Joder... ¿Me lo estás diciendo en serio Jana?

-Y tan en serio Ona, ya sabes lo que hay, adiós. -Dicho esto colgué.

Fuí hacia mi habitación y abrí el armario dispuesta a ponerme el pijama, tumbarme en la cama y no salir de mi casa en todo el día. Hasta que me llegó otra llamada y al ver quien era no pude controlar mis nervios.

-Joder es que no me podéis dejar tranquila...-Dije de manera borde.

-Pero bueno Jana, baja esos humos lo primero de todo. Lo segundo ¿Estás con mi hermana o sabes dónde se ha metido? Es que le he escrito y le he llamado varias veces y no me lo coge.

-No sé dónde está tu hermana ni me importa Alexia, ahora mismo no quiero ni verla. -Dije bastante enfadada.

-¿Que ha pasado? ¿Habéis peleado? -Dijo Alexia con un tono preocupado.

-No, hemos cortado. -Dije seca e intentado contener las lágrimas.

-¿Qué? ¿Por que? -Preguntó Alexia confundida.

-No sé, pregúntale a ella lo que ha hecho, pero vamos ya te digo que tengo unos cuernos que no me caben por la puerta.

-Con eso me has dicho todo, se va a enterar...-Dijo con un tono de voz tan serio que me dio hasta miedo. -Te dejo Jana después hablamos, adiós. -Dicho esto colgó.

Después de la llamada dejé mi móvil en silencio, no quería saber nada más de nadie. Abrí el armario y cogí mi pijama pero al sacarlo una prenda se cayó al suelo. Cuando la recogí y vi de que prenda se trataba no pude reprimir las lágrimas, era una camiseta que me había prestado Aina hace ya tiempo pero nunca se la devolví. La dejé a un lado y me puse el pijama pero antes de tumbarme en la cama cogí la camiseta de Aina y me acurruqué en mi colchón, aferrando su camiseta. Lloré lo que no está escrito, hasta que finalmente me quedé dormida.

Alexia

Me quedé flipando con lo que me había dicho Jana, Aina nunca ha sido así, no sé porque lo habrá hecho, pero lo voy a averiguar. Fui a su casa y llamé al timbre, pero como no obtuve respuesta, cogí mis llaves, Aina nos había dado a Alba, mamá y a mí una copia de las llaves de su casa por si acaso lo necesitabamos, igual Aina y Alba tienen una de mi casa y con Alba igual. Abrí la casa pero cuando me adentré en ella estaba absolutamente vacía. Me puse a pensar donde la podía encontrar hasta que caí en un sitio en el que podría estar.