¿Puedo Vivir?

Capitulo 18: ¿Fin?

A la mañana siguiente, Simón estaba despertando con un fuerte dolor de cabeza por sus mil lágrimas derramadas en la noche. Internamente, en el fondo de su mente y alma. Aunque supiera que era imposible, tenía fe en que Valeria siguiera con vida.

Tomo su celular y al ver que todo estaba "tranquilo" y en orden, su esperanza incremento. ¿Y si realmente Valeria no moría? ¿Y si todo terminaba bien? Simón era de las personas que siempre eran realistas, claro. La medicina te obligaba a eso.

Y era realista hasta que se trataba de Valeria, ahí su mente era tan inocente como la de un niño.

Sintió paz al ver como todo estaba en orden incluso al salir de la habitación, sintió paz al ver que aún no tenía noticias malas de Valeria. Hasta que un sollozo lo sacó de aquel sueño, de aquella paz que su mente había creado y buscado con anhelo.

Sollozo que provino de, ¿La parte principal de la casa?, no tenía idea como había logrado escuchar ese sollozo, pero igual salió de la habitación, viendo a Melody con sus ojos cristalizados, más sin poder derramar alguna lágrima por el shock, y viendo como su cara se ponía pálida y el ¿Miedo? Se apoderaba de ella.

Y ahí Simón se dio cuenta que nunca habrán finales felices, o al menos no en su vida, su realidad. Y mucho menos si tenían que ver con Valeria.

Al final, ¿Por qué el destino cambiaría lo predicho?

La menor apunto hacia la televisión al ver aun la cara de confusión en Simón, cara de impresión que cambió a miedo, incredulidad y dolor al ver hacia el televisor.

Se encontró a una joven, aproximadamente de 28 años de edad, asesinada de manera violenta en uno de los apartamentos más lujosos, el caso aún está bajo investigación según los oficiales.

Ese fue el gran titular que se vio reflejado sobre el televisor, y al mostrarse los apartamentos, suplico con su vida y alma entera que no fuera el edificio de Valeria. O al menos que su fuese ese, no fuese el apartamento de la rubia.

Claro esta, sus suplicas. Otra vez no fueron escuchadas

El apartamento en el cual la joven fue encontrada es el número 505, ya que aún no se contacta con los familiares. La policía decidió informar sobre la identidad de la joven para que los familiares puedan acercarse y reconocer el cadáver luego de las investigaciones programadas.

Y es imposible explicar el dolor que sintieron Melody y Simón a la misma vez al ver que la foto para identificar a la víctima, no era nada más que su querida rubia.

Claro, estaban conscientes que moriría, pero. ¿Por qué una muerte violenta? Eso es lo que más dolor les causaba, el pensar que no pudo simplemente fallecer sin miedo, sin dolor.

Ambos solo corrieron a la habitación poniéndose los zapatos mientras alzaban a Rose.

Rose ciertamente no entendía por qué Simón manejaba a tal velocidad y Melody estaba tan asustada. No comprendía que pasaba en ese momento, pero no reclamaria. Algo en su pequeño ser decía que era la peor idea.

El camino hacia la casa de Thiago se mantuvo en silencio, hasta que llegaron y antes de bajar del auto, Thiago y Mar ya estaban saliendo de casa, Mar tenía la mayor parte de su rostro cubierto, simplemente viéndose como en sus ojos se notaba dolor, y clara inflamación por las lágrimas. Thiago mantenían un semblante serio pero igualmente con dolor.

Simón hizo que subieran al auto y ahí Thiago soltó un suspiro

──Es una mierda todo esto, esta claro que la policía nos va a ignorar cuando lleguemos─ Expresó Thiago con claro enojo y dolor, que se sentía en cada una de las palabras salían de su boca.

Simón lo sabía, lo sabía mejor que nadie. Si no eres alguien fundamental en el país, nunca tendrás justicia.

Mar y Melody simplemente guardaron silencio, sabían que una palabra expresada en ese momento sería suficiente para romper en llanto.

Llegaron a el edificio donde estaba el cadáver de Valeria y la policía simplemente dejó entrar a la persona que hubiese sido más cercana a Valeria, quien claramente fue Simón.

Paso entre la prensa y toda esa cinta policial, y sintió como su estómago se contrajo al ver la sangre en la alfombra, estaba acostumbrado a sangre y fluidos humanos. Pero era estar reviviendo aquel dolor eterno de haberla visto en el quirofano y como murió en sus brazos.

Llegaron finalmente a donde fue la escena, donde Valeria estaba aún recostada sobre la tina, y sintió tanto dolor y enojo al ver cómo el cuerpo de la rubia estaba reposado ahí sin más y como aquella cerámica blanca y paredes de el mismo tono, ahora tenían salpicaduras o manchas grandes de sangre.

No entendía el porque de todo esto. ¿Por qué entre tanta gente en el edificio tuvieron que asesinarla a ella?

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando el oficial de policía habló

──Señor Arrechavaleta, creemos que el asesino probablemente ya tenía planeado todo esto y sólo estaba esperando la llegada de Valeria. Probablemente la conocía y la vigilaba desde hace mucho, porque se podría decir que esto es un crimen perfecto─ Las últimas palabras de el oficial terminaron la paciencia de Simón, sintiendo como sus mejillas se humedecieron mientras seguía viendo el cadáver, lleno de sangre.

──Si es crimen perfecto, ¿No harán nada verdad? ¿Acá cierra el caso?─ Preguntó, aún con la esperanza que dijeran que buscarían el asesino. Cosa que no pasó.

El oficial simplemente asintió con su cabeza, Simón sin más salió de el baño, no soportaba el estar viendo de tal manera a su rubia, su Vale.

Al momento de salir de el edificio, fue invadido por preguntas de la prensa. Las cuales ignoro, excepto una que realmente le afecto.

"¿Cree que si hubiese estado al lado de la víctima al dejarle en su apartamento la historia hubiese terminado así?"

Simón sabía que Valeria moriría, lo sabía y aunque lo afectara. ¿Que podía hacer ante eso?; Nada más que aceptarlo.

Pero, ¿Y si la hubiese acompañado? Probablemente hubiera tenido una muerte mucho más tranquila

Pero el hubiera y hubiese no existe, es pasado sin más. No había solución ante su error

Subió al auto otra vez, viendo lo aturdidos que estaban todos para después soltar un suspiro.