Rose

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Era el cumpleaños numero de 18 de la pequeña Rose Arrechavaleta. Todo el día la había pasado con su familia, sus padres y sus tíos Mar y Thiago junto a sus hijos Mora y Bruno.
Habían comido asado y mucha torta para festejar.

Recibió miles de regalos, pero hubo uno que le habia llamado más la atención. Su papá le había dicho que ese regalo lo tenía que abrir en la noche cuando estuviera sola y tranquila. También le dijo que ese regalo era de alguien muy importante en su vida y la de los demás.
Rose al verlo no puedo evitar sentir un dolor en el pecho por angustia. Así que no podía esperar a abrirlo.

Al llegar la noche después de bañarse y cambiarse Rose estaba escuchando música baja para si poder estar más tranquila. Se sentó sobre su cama y tomo el regalo que le había dado su papá, la caja de regalo era de color celeste y tenía varias flores a su alrededor.

Cuando lo abrió vio adentro una cajita de terciopelo, la cual tenía adentro suyo un relicario plateado con una estrella y una flor tallada en el, cuando lo vio quedó encantada, ese collar parecía mágico. Miró más adentro de la caja y encontro un sobre con carta doblada dentro, el papel estaba gastado, por lo que Rose se dio cuenta de que era una carta vieja.

Sacó la carta del sobre y la desdoblo, haciendo que una foto cayera sobre su regazo. En la foto se encontraba una mujer rubia de ojos miel con una sonrisa hermosa abrazando a una pequeña niña que le sonreía dulcemente. Rose miró fijamente la foto y se dio cuenta de que esa niña era ella, pero se preguntaba quien era la mujer que la abrazaba y porque al ver su rostro sintió ganas de llorar y abrazarla otra vez.
Se trago las lagrimas que estaban por salir y comenzó a leer la carta.

" Felices 18 años mi pequeña Rosie. Se que te estarás preguntando quien es esta mujer y yo te voy a dar la repuesta.
Esa mujer soy yo, Valeria Bauer Inchausti y soy tu mamá. Se que es mucha información y seguro estas diciendo esta mujer esta loca, yo ya tengo mamá y esta bien que pienses así.
Pero aunque te cueste creerlo. Si, soy tu mamá. La mamá que no pudo cumplir el rol de mamá, pero aunque no pudo cumplirlo te amo y te ama con todo su corazón.

Te preguntaras el porque no pude cumplir el rol de tu mamá. Es difícil de contarlo, pero yo ya estoy en el cielo. Falleci en un accidente, estábamos en un taxi mientras afuera había una tormenta desastrosa, un auto nos choco por atrás, el taxi se deslizo por el piso mojado y perdió el control dando unas vueltas para luego chocar con el muro de contención, yo te protegi con mi cuerpo y  saliste ilesa, gracias al cielo.
Y te preguntaras porque no te acordas del accidente, eso se llama perdida de memoria por el Shock, y la verdad estoy agradecida de que no te acuerdes, no quiero que lo ultimo que recuerdes de mi sea estando inconsciente y lastimada. Bueno esa noche falleci y estuve vagando por la tierra en forma de fantasma, te cuidaba en todos los lados a los que fueras aunque vos no me pudieras ver y yo no te pudiera tocar. Fue asi por unos años hasta que por cosas del destino pude volver a la vida por 49 días, escondía mi identidad como Rocío, empecé a trabajar en tu jardín y me hice amiga de Melody, tu mamá.

Los primeros días pude mantenerme escondida hasta que Simón, Mar y Thiago me descubrieron. Pero igual soy feliz con eso, ya que gracias a que me descubrieron pude pasar mis últimos días acompañada y despidiéndome de todos.

Se que te estarás preguntando porque no me pude quedar.
Y te voy a dar la respuesta, no me pude quedar porque si me quedaba la gente a mi alrededor iba a sufrir, y yo no podía permitirme hacer sufrir más a tu padre. Así que con todo el dolor del mundo deje este mundo. Dejándote a vos y a todos los demás. Y no voy a fingir que no me dolió. Porque eso sería completamente mentira. Esa fue la decisión más difícil que tome, y llore varias noches intentando buscar una solución, pero no encontré ninguna.

La foto que viste antes la tomo tu padre cuando salimos los tres por primera vez como familia. Vos tenías 2 años en ese entonces. Y otra cosa, si soy rubia natural. No soy ninguna teñida

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