Capítulo 10.

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POV TOM.

Después de haber estado soñando cosas rarísimas que no recuerdo muy bien, me desperté.

Fue el suave sonido de una risa lo que me hizo volver del sueño. Me giré en la cama hacia el pasillo mientras parpadeaba varias veces intentando acostumbrar mis ojos a la luz.
El bus se seguía moviendo, quité mi cortina despacio y observé que todas estaban echadas, excepto la de Bill. Estaba acostado boca arriba en su cama, destapado y despierto, con ambas manos sobre su estómago y tamborileaba los dedos de vez en cuando, pude ver que tenía los auriculares puestos. Estaba sonriendo.
Se rió otra vez, más escandalosamente que antes. ¿Qué coño estaba escuchando para partirse de esa forma? Está loco.

Me moví otra vez en la cama cosa que hizo llamar su atención.

-¡Tom! – dijo con un tono efusivo, yo debía tener cara de yonki drogado, de recién levantado vaya, intenté sonreírle pero no se que me salió.
Saltó de su cama y se vino a la mía.

-¿Qué haces? – mi voz era de camionero total, ronca a más no poder, carraspeé un poco al oírme.

-Mira, escucha esto, es la hostia – se quitó un auricular y me lo puso subiéndome un poco el gorro. Yo intenté enterarme de algo, era gente hablando, los programas estos mañaneros en los que no hacen más que decir chorradas y reírse de todo el mundo. No sabía que Bill los escuchase.

Miré a mi hermano que estaba con la vista fija en la pared pero sin verla, concentrado en escuchar lo que decían y con una sonrisa en los labios.

Los del programa soltaron alguna gilipollez y Bill se empezó a descojonar, yo solo curvé los labios y desvié la mirada, tenia su gracia pero yo recién levantado no soy persona.

-Que buen humor por la mañana – Ambos nos giramos y vimos a Gustav sentado en su cama mientras se aclaraba un poco.

-Buenos días – soltó Bill con efusividad mientras que agitaba su mano de una forma muy graciosa.

-Estáis dando tantas voces que no puedo seguir durmiendo. – dijo levantándose.

-¿Pero que hora es? – pregunté con mi más que marcado acento camioneril mañanero.

Bill sacó su Ipod del bolsillo de su pantalón y me miró mordiéndose el labio y sonriendo.

-Las ocho y media.

-¡Las ocho… - no pude ni terminar, le fulminé con la mirada mientras él torcía la boca en plan “uy que fallo” - … ya te vale ¿eh? Largo de aquí, que quiero dormir por lo menos hasta las cinco –me volví dándole la espalda.

-Vaaaaale – noté como se levantaba y se marchaba.

Por más que lo intenté no pude volver a dormirme…

Aparecí en el salón poco después, me había puesto una sudadera encima y mis gafas de sol. Bill estaba medio recostado en el sofá con Gustav al lado. Me miró y sonrió radiantemente, si no hubiese llevado las gafas me hubiese deslumbrado con la blancura inmaculada de sus dientes perfectos.

-Dios ¿estoy viendo bien? – se mofó Gustav – Tom se ha levantado temprano por voluntad propia. - Bill empezó a reírse. Joder no era algo tan raro, que yo madrugaba algunas veces.
Les ignoré y me dirigí a la mini cocina para hacerme un café o algo que me espabilase.
Cuando acabé de hacérmelo me senté al lado de Bill.

-¿Estáis viendo dibujos animados? – dije extrañado al mirar hacia la televisión.

-Cosas de Bill, a mí me da igual sinceramente – añadió Gustav.

Mire a Bill y me sonrió de una forma muy graciosa haciendo que mis labios también se curvasen en una sonrisa tonta. Estaba tan alegre esta mañana, tan risueño, tan achuchable… se le veía tan feliz que me daban ganas de comérmelo a besos. Permanecimos no se cuanto tiempo los tres tirados en el sofá viendo la televisión. Además he descubierto que los dibujos animados enganchan que no veas. El Disney Channel ese era la puta polla. A escondidas de Gustav, Bill y yo teníamos nuestras manos entrelazadas, él me acariciaba con el pulgar suavemente mientras yo hacía presión de vez en cuando con los dedos en el reverso de su mano. No le miré ni él a mí tampoco, no hacia falta. Entonces supe que si no le separaban de mi lado todo estaría bien.

Obsesión Sexual By Eivy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora