Capítulo 1.

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Dos horas después me desperté, aun faltaba un poco para que tuviésemos que abandonar ese hotel pero me entraron ganas de mear y no pude seguir durmiendo… joder, ya que había conseguido pegar ojo.
Me levanté pesadamente y me dirigí arrastrando los pies hasta el baño. No cerré la puerta… ¿para qué?

Si estaba más solo que la una.

Cuando terminé me miré en el espejo. Ojeras. Maldita sea, lo sabía. Me dispuse a salir del baño con la cabeza gacha y los ojos medio cerrados pero me topé con algo duro.

-Anoche te oí.

Abrí los ojos encontrándome a Tom apoyado en el marco de la puerta.

-¡Joder Tom! Que susto me has dado. – le di un empujón y le quité de mi camino. -¿Cómo coño has entrado?

-Con esto – alzó en su mano la tarjeta de mi habitación. Yo abrí la boca indignado. No recordaba habérsela dado…

-Lárgate – dije cortante, en realidad me estaba muriendo de los nervios.

-¿Seguro? – dijo acercándose a mí insinuantemente. Yo retrocedí hasta toparme con la pared. – anoche no parecías querer lo mismo.

-¿Có… como sabes tu eso? – tartamudeé avergonzado. Mi hermano me aprisionó entre su cuerpo y la pared.

-Ya te lo he dicho. Te oí – vi como se remojaba los labios, sentí arder mi entrepierna. Se acercó hasta rozar con sus labios el lóbulo de mi oreja – oí como gritabas mi nombre…

Me estremecí violentamente al notar como su mano bajó hasta apretar fuertemente en mi punto de máximo placer. Gemí suavemente, el sonrió de lado y después me dio la vuelta rápidamente quedándome yo de cara a la pared y el detrás de mí.

-Tom… - jadeé. Oí como se desabrochaba el cinturón y maniobraba con sus pantalones. ¿De verdad iba a hacer lo que yo creía? Después me bajó los míos hasta las rodillas y me agarró de la cintura tirando un poco de mí hacia abajo.

-¿Qué… que vas a… - no pude terminar la pregunta pues sentí el erecto miembro de mi hermano presionar en mi trasero. Sentí una corriente eléctrica recorrerme el cuerpo de arriba abajo agolpándose todo en mi pene.

-¿Lo deseas? – dijo Tom presionando más fuerte haciendo un amago de introducirse. Yo volví a gemir. - ¿Es esto lo que deseas?
Tom se pegó a mí y noté como rodeaba toda mi longitud con su mano y agitaba fuertemente, detrás seguía presionando, quemándome.
-¿Lo deseas Bill? – susurró sensualmente en mi oído.

Todo me daba vueltas, perdí el mundo de vista cuando noté un desgarrante calor entrando en mí. Grité y entonces alcancé el clímax.

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Abrí los ojos, jadeando ruidosamente, con el corazón desbocado y un hormigueo recorriéndome el cuerpo. Estaba tumbado en la cama, miré hacia abajo… lo había vuelto a hacer. Suspiré pesadamente y me puse la mano en la frente. Menudo sueñecito… que asco me doy.

Con esta ya iban 14.

Cogí mi móvil de la mesita de noche, 37 llamadas perdidas y 12mensajes. Lo cerré sin ni siquiera mirarlos, lo mismo de siempre, cuando averiguaban mi número se ponían muy pesadas. Me incorporé, me dolía todo el cuerpo.

Varios golpes insistentes y molestos en la puerta me hicieron pegar un respingo en la cama.

-¡Enanoooooo! –Gritaron al otro lado de la puerta. Yo sentí como el corazón me daba un vuelco. Me quedé paralizado. No contesté -¡Biiiiiiiiiiiiiiill! Te levantas o te levanto ¿eh?
¿Es que seguía soñando? ¿Desde cuando venía Tom a despertarme? ¿Eso no era trabajo de Saki?

Obsesión Sexual By Eivy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora