En Busca de Nuevos Compañeros

588 45 1
                                    

El grupo había pasado unas semanas intentando llegar a Ciudad Carmín, debido a que se perdieron y se desviaron de la ruta. En su camino, encontraron una aldea secreta que el Equipo Rocket intentó atacar.

“¡Alto ahí, Equipo Rocket!” gritó Ash, enfrentándose a Jessie, James y Meowth. “¿Por qué hacen esto?”

Jessie, con su habitual arrogancia, respondió: “¡Porque somos los malos, tonto!”

Sin embargo, James y Meowth intercambiaron miradas incómodas, pareciendo dudar por un momento. Ash, notando su vacilación, insistió: “No tienen que hacer esto. Pueden usar sus habilidades para algo bueno.”

James abrió la boca para responder, pero Jessie lo interrumpió. “¡Deja de hablar con ellos! ¡Vamos, Ekans, ataque ácido!”

Antes de que pudieran continuar, Pikachu los lanzó volando con un poderoso Impactrueno. “¡Pikachu, ya sabes qué hacer!”

“¡Pikachu!” gritó Pikachu, enviando al Equipo Rocket al cielo.

La valentía y determinación de Ash atrajeron la atención de un Bulbasaur que cuidaba la aldea. Observando cómo Ash y sus amigos defendían el lugar, Bulbasaur decidió unirse al equipo de Ash.

“¡Bulbasaur!” exclamó Ash mientras la Pokéball se cerraba, sellando su nuevo amigo. “Bienvenido al equipo, Bulbasaur.”

Unos días después, el grupo encontró un Charmander abandonado en una roca. Brock se arrodilló junto al debilitado Pokémon mientras Misty miraba preocupada.

“¿Quién haría algo así?” preguntó Ash, furioso.

Pronto descubrieron que el entrenador era un chico llamado Damian, a quien confrontaron en un pueblo cercano. “¿Cómo pudiste abandonar a tu Pokémon?” gritó Ash, perdiendo la compostura y casi lanzándose a los puños.

Damian se rió, “Es un débil. No me sirve para nada.”

Brock y Misty rápidamente lo sujetaron. “No vale la pena, Ash. Tenemos que ayudar a Charmander,” dijo Brock, calmándolo.

Charmander, al escuchar cómo su entrenador lo había abandonado, decidió unirse a Ash. “Prometo que te cuidaré,” dijo Ash, extendiendo su mano hacia el pequeño Pokémon. Charmander lo miró con ojos brillantes y saltó a sus brazos.

Durante este tiempo, Ash decidió dejar a su Spearow y Pidgeotto con el Profesor Oak. “Quiero atrapar más Pokémon y entrenarlos adecuadamente. Voy a rotar mi equipo,” explicó a sus amigos.

“Es una buena estrategia, Ash,” comentó Brock. “Así podrás fortalecer a todos tus Pokémon.”

“Además, siempre podemos volver a verlos cuando los necesites,” añadió Misty con una sonrisa.

Días después, se encontraron con el Escuadrón Squirtle, quienes inicialmente les dieron problemas, causando travesuras y creando caos.

“¡Deténganse!” gritó Ash mientras esquivaba una bomba de agua lanzada por Squirtle. “¡Sólo queremos hablar!”

El líder del Escuadrón Squirtle, un Squirtle con gafas de sol, se acercó a Ash. Tras un intenso intercambio de miradas, el líder Squirtle finalmente sonrió.

“¡Squirtle, Squirtle!” exclamó, señalando su deseo de unirse a Ash.

“¡Bienvenido al equipo, Squirtle!” dijo Ash, lanzando una Pokéball y capturándolo.

Finalmente, llegaron a la playa cerca del Faro de Bill, donde Ash vio un Krabby. “Esta es una buena oportunidad para añadir un nuevo Pokémon al equipo,” dijo Ash mientras lanzaba una Pokéball, capturando a Krabby.

En el Faro de Bill, Misty y Brock ayudaron a Bill a avistar un Dragonite gigante que había estado estudiando. Mientras tanto, Ash se enfocó en entrenar a todos sus Pokémon, rotándolos para asegurarse de que todos recibieran la atención adecuada.

“Es increíble ver un Dragonite tan grande,” comentó Brock mientras ajustaba sus binoculares.

“Sí, nunca había visto uno así,” añadió Misty, sorprendida.

Ash organizó una sesión de entrenamiento donde Spearow y Pidgeotto usaron Ataque Ala, chocando ambos ataques en el aire. Charmander lanzaba su Lanzallamas, Pikachu su Impactrueno, Bulbasaur sus Hojas Navaja y Squirtle su Pistola de Agua, haciendo que los cuatro ataques chocaran espectacularmente. Krabby usó Rayo Burbuja contra el Tornado de Butterfree, creando un impresionante choque de poderes.

Estos intensos entrenamientos continuaron durante semanas. Ash se aseguraba de rotar su equipo constantemente, demostrando al Profesor Oak su progreso. “¡Mira esto, Profesor! ¡Tengo un equipo increíble!” decía Ash cada vez que llamaba a Oak para mostrarle sus nuevos Pokémon y estrategias de entrenamiento.

“Lo estás haciendo muy bien, Ash. Sigue así,” le respondía Oak, sonriendo orgulloso.

Poco sabía Ash que su rival, Gary, ya tenía más del triple de Pokémon que él. “No te preocupes por Gary,” le decía Brock. “Concéntrate en tus propios objetivos y sigue entrenando duro.”

Finalmente, después de unas semanas de entrenamiento intensivo y observaciones con Bill, Ash, Misty y Brock decidieron que era hora de seguir su viaje. Se despidieron de Bill y se dirigieron hacia Ciudad Carmín, donde un difícil duelo de gimnasio esperaba a Ash.

“Estoy listo,” dijo Ash con determinación mientras miraban hacia el horizonte. “Vamos a Ciudad Carmín y a la siguiente medalla.”

Un Ash Más PreparadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora