Rumbo Isla Canela

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Después de conseguir la Medalla Alma, Ash y sus amigos decidieron tomarse un pequeño descanso antes de salir de Ciudad Fucsia. Decidieron explorar la famosa Zona Safari, un lugar conocido por su variedad de Pokémon salvajes.

Al llegar, el encargado de la Zona Safari les explicó las reglas: "Aquí tienen 30 Safari Balls y una cantidad limitada de cebos y rocas. Buena suerte y disfruten su estancia."

Ash, emocionado por la oportunidad, se adentró en la zona con Pikachu a su lado, seguido de cerca por Misty y Brock. No tardaron en encontrar a varios Pokémon interesantes, pero Ash tenía su mirada puesta en algo más grande.

De repente, un grupo de Tauros apareció corriendo por el campo. "¡Wow, miren esos Tauros!" exclamó Ash. "Voy a intentar atrapar uno."

Ash lanzó una Safari Ball a uno de los Tauros, logrando atraparlo fácilmente. "¡Lo conseguí! Ahora, vamos a buscar otros Pokémon."

Mientras continuaban explorando, Ash vio a un Scyther cortando arbustos con sus afiladas hojas. "¡Ese Scyther sería un gran compañero! ¡Vamos a atraparlo!" exclamó Ash, lanzando una Safari Ball.

Justo en ese momento, un Tauros se cruzó en el camino de la bola, siendo atrapado en lugar de Scyther. "¿Qué? ¡No quería otro Tauros!" se quejó Ash.

Misty se rió. "Parece que los Tauros tienen una fijación contigo, Ash."

Más adelante, Brock señaló a un Rhyhorn descansando cerca de unas rocas. "Ese Rhyhorn sería perfecto para el equipo, Ash."

Ash se preparó y lanzó otra Safari Ball. Una vez más, un Tauros se cruzó en el camino y fue atrapado. "¡No otra vez!" gritó Ash, frustrado.

"Creo que los Tauros piensan que las Safari Balls son solo para ellos," bromeó Brock.

Ash suspiró y siguió buscando. Esta vez, encontraron a un Kangaskhan jugando con su cría. "¡Eso es! ¡Kangaskhan, serás mío!" dijo Ash, lanzando la bola.

Pero, como antes, un Tauros se cruzó en el camino y fue atrapado. "¡Esto es ridículo!" exclamó Ash.

Misty no pudo contener la risa. "Ash, tienes una verdadera manada de Tauros ahora."

Al final del día, Ash había atrapado 30 Tauros. Al regresar al centro de la zona, el encargado quedó impresionado. "Nunca había visto a alguien atrapar tantos Tauros en un solo día."

Ash decidió liberar a la mayoría de los Tauros, manteniendo solo al primero que había capturado. "No necesito tantos, pero este Tauros será un gran compañero," dijo Ash.

Días después, el grupo se encontraba caminando por un bosque cuando escucharon una melodía hipnótica. Siguiendo el sonido, encontraron a un Jigglypuff tratando desesperadamente de conseguir público para que alguien lo escuchara cantar.

"¡Miren, un Jigglypuff!" exclamó Misty.

Jigglypuff parecía triste porque nadie le prestaba atención. Ash, intentando ayudar, sacó un plumón de su mochila y se lo dio a Jigglypuff. "Aquí tienes, Jigglypuff. ¿Por qué no usas esto como micrófono?"

Jigglypuff tomó el plumón, viéndolo como un micrófono, y comenzó a cantar. La melodía era tan relajante que todos cayeron dormidos rápidamente.

Cuando despertaron, encontraron sus caras cubiertas de garabatos. "¡Jigglypuff nos pintó la cara!" exclamó Ash.

"Debe haberse enfadado porque nos dormimos," dijo Brock, limpiándose la cara.

Jigglypuff se marchó molesto, pero lo que el grupo no sabía es que el pequeño Pokémon los seguía a escondidas, decidido a encontrar el momento perfecto para que alguien apreciara su canción.

Unos días más tarde, mientras exploraban un campo de excavación de fósiles, se encontraron con un grupo de excavadores y científicos. "Miren, están buscando fósiles de Pokémon prehistóricos," dijo Brock.

En el sitio de excavación, también encontraron a Gary, el rival de Ash. "¡Hola, Ash! ¿Sigues con tus seis medallas? Yo ya tengo siete," provocó Gary.

Ash, siempre listo para una competencia, estaba a punto de responder cuando Brock intervino. "Chicos, miren eso," dijo, señalando un agujero que llevaba a una cueva subterránea.

Exploraron la cueva y pronto se encontraron cara a cara con un furioso Aerodactyl. "¡Un Aerodactyl!" exclamó Misty.

Ash envió a Charmeleon a la batalla. "¡Charmeleon, adelante!"

Aerodactyl comenzó a burlarse de Charmeleon, haciéndole señas de que podía volar. Charmeleon se enfureció y, en un estallido de energía, comenzó a evolucionar, convirtiéndose en un imponente Charizard.

"¡Charizard!" gritó Ash, impresionado por la evolución de su Pokémon. "¡Esto es increíble!"

Charizard rugió y lanzó un poderoso lanzallamas al cielo, demostrando su fuerza recién adquirida. La batalla comenzó con Charizard usando Lanzallamas, pero Aerodactyl esquivó con agilidad y contraatacó con una mordida feroz. Charizard respondió con Tajo Aéreo, golpeando a Aerodactyl de lleno y dejándolo aturdido.

"¡Vamos, Charizard, usa Giro Fuego!" ordenó Ash. Charizard rodeó a Aerodactyl con un anillo de fuego, impidiéndole moverse. Aerodactyl intentó escapar, pero Charizard lo remató con otro Lanzallamas, dejándolo gravemente debilitado.

Justo antes de que Ash pudiera lanzar una Pokébola, Jigglypuff apareció de repente y comenzó a cantar. Todos, incluidos Charizard y Aerodactyl, cayeron dormidos al instante.

Al despertar, el grupo encontró un extraño huevo de Pokémon en el suelo junto a ellos. "¿De dónde salió este huevo?" preguntó Misty, mirando el huevo con curiosidad.

Brock lo examinó cuidadosamente. "Parece un huevo de Pokémon. Deberíamos cuidarlo hasta que eclosione."

Ash, Misty y Brock decidieron llevarse el huevo, esperando con entusiasmo para ver qué Pokémon nacería de él. Mientras tanto, Jigglypuff continuaba siguiéndolos en secreto, decidido a encontrar otro momento para compartir su canción con la esperanza puesta en que nadie se duerma.

Un Ash Más PreparadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora