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—Responde Nicole, ¿Que hacías con mateo?

—Nada, me lo encontré, nada más.

—¿Vos te olvidas que es hijo de mí enemigo?

—No, pero no tiene nada que ver, ¿Que querías que hiciera?

—Que me avisaras, lo agarrabamos y amenazabamos a peligro.

—No iba a hacer eso, y aunque no me creas, el hijo de tu enemigo, me entiende más que mí propio padre.

—¿Te lo garchaste?

—No, pero si hablamos y la verdad es que me entiende más que vos.

—Nicole porfavor, no digas boludeces, te prohíbo que hables con ese chico.

—Podes prohibirme lo que quieras, eso no quiere decir que  te vaya a hacer caso.

—Nicole no me hagas enojar.

—Nicole una mierda, ya me tiene cansada, todos, mateo podes ser hijo de peligro, y se que en cualquier momento si su papá se lo pide me mata o me hace algo pero prefiero escucharlo o hablar con el que con vos, por lo menos me entiende y no juzga todo lo que hago.

—Hablaron una vez, seguro el padre le dijo que se haga amigo tuyo para secuestrarte o algo así, no seas tonta.

—Prefiero que me secuestren antes que estar con vos y con esa pelotuda.

El me dio una cacheta y yo agarrar mí mejilla.

—Lo último que te faltaba.

Volví a salir de la casa y fui a ver a emi.

—Amiga, ¿Todo bien?

La abrace y ella correspondió.

En eso salió Mauro y me miró.

—¿Todo bien enana?

—Estoy harta de mí papá.

—¿Que te paso en la cara?

—Me pegó una cachetada, no sé que le pasa últimamente.

—Veni, vamos al cuarto.

Los tres fuimos al cuarto y me senté en la cama.

—¿Vieron mateo?

—Si.

—Bueno, la cosa es que estuvimos hablando como dos horas y después estuvimos boludeando, mí papá se enteró y se enojo, empezó con el discurso que es hijo de su enemigo, que me va a secuestrar y eso.

Los dos estaban en shock y se miraron.

—¿Te gusta mateo?

—No.

Ellos me miraron fijamente y yo hable.

—No sé—Corregi.

—Listo, en un mes te gusta.

—Obvio que no, solamente que, me entiende, es la primer persona que me entiende de verdad.

—Gracias—Dijo Emi sarcásticamente.

—Si ustedes me entienden, pero el vive lo mismo que yo, su papá todo el día pensado en como destruir al mío, no le presta atención, y mí papá queriendo acabar con el de el.

—¿Y que vas a hacer?

—Salir de esto, no quiero problemas, No me queda otra que nunca volver a diregirle la palabra, es eso o que mi papá me busque por todo el país y que me obligue a alejarme.

—Si es lo que crees mejor.

—No sé, pero eso va a traer menos problemas.

(…)

¿Amor o odio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora