¿Amor o odio?

16

Narrador omnisciente.

El viaje de Nicole y mateo fue muy lindo, pero no se esperaban la sorpresa que les esperaba en buenos aires.

Bajar del avión y ver qué sus padres los esperaban los hizo sentir algo hermoso en el pecho.

Ninguno entendía que era lo que pasaba, sus padres se odiaban, no podían compartir un lugar.

Al ver la cara de que hijos peligro hablo.

—Decidimos hacerles caso.

Ambos chicos sonrieron y abrazaron a sus padres.

Por fin podían ser felices.

¿No?

No lamentablemente nada es tan fácil.

Peligro no era el único enemigo de cucco y cucco no era el único enemigo de peligro.

Y todos sabían que el punto débil de ambos eran sus hijos.

Mateo

Lastimosamente siempre terminamos pegando las cosas nosotros.

Esta vez Nicole.

No sabemos dónde está.

La estamos buscando por todos lados pero nos enteramos que otro enemigo de su papá la secuestro.

Estoy desesperado.

Tengo mucho miedo de que le pase algo.

Quise ir a buscarla pero no me dejaron, me dijeron que teníamos que ir todos.

Hoy por fin vamos a ir.

Me levanté temprano y me prepare con todo lo que sabía que íbamos a necesitar.

Sali de mí casa y fui a la de Nicole.

Su papá ya estaba listo subiéndose al auto.

Me subí y manejamos hasta donde suponíamos que estaba.

Una vez que llegamos algunos entraron por la puerta de atrás y algunos entramos por la puerta principal.

Una vez que está amos dentro de la casa vimos a muchos tipos.

—¿Donde esta?—Pregunte desesperado.

—Baja la voz, nene.

—¡Respóndeme!

El líder soltó una risa y yo ya estaba perdiendo ya paciencia.

—Mateo, tranquilizate—Dijo el padre de Nicole a mí lado.

Suspiré y hablo Sergio.

—¿Donde esta mí hija?

—Con uno de mis chicos.

En ese momento si perdí la paciencia y me asusté de solo pensar que estuvieran haciéndole algo.

No me importo que me apunten con un arma solamente corrí hasta una de las habitaciones pero estaba vacía.

Subí las escaleras corriendo y escuché la voz de Nicole.

—¿Nicki?

—Mateo—Grito ella.

Entre en la habitación y habían tipo intentando besarla.

Le dispare y lo saqué de encima de ella.

Hacia otro en una esquina de la habitación y me disparó.

Esquive la bala y le dispare.

Me acerque a Nicole y la agarre en brazos.

Le di mí campera para que no este semidesnuda y salí de la habitación.

Todos estaban disparando así que tuve que ayudarlos.

Me dispare a varios hasta que logre salir de la casa con Nicole en mis brazos.

La subí al auto y la dejé con Emilia y Mauro.

Volví adentro de la casa las ayudarlos a los demás.

—¿Donde la dejaste?—Pregunto Sergio.

—En la camioneta—Dije y dispare.

—Anda, yo me encargo —Dije al ver qué miraba la puerta.

El asintió y se fue.

Después de un rato salimos de la casa y nos subimos a la camioneta.

Nicole me abrazo y sollozo.

—Ya está, linda.

Ella temblaba así que la subí a mis piernas y la abrace.

Acaricie su espalda y después de un rato llegamos a la casa.

Ella subió al baño con Emilia y yo suspiré viéndola subir las escaleras.

—Mateo.

—¿Si?

—Gracias por ayudarme a salvar a mí hija.

—No me tiene que agradecer nada, no se que haría si le pasa algo.

El sonrió y yo me iba a ir pero el me agarró del brazo.

Me abrazo y después de uno segundos correspondi.

—Quedate, Nicki va a querer estar con vos.

Asentí sonriente y después de un rato subí a verla.

Toque la puerta y ella abrió.

La abrace y ella correspondió.

—Tengo miedo.

—Ya estás a salvo, chiquita y te prometo que nunca más voy a dejar que te lleven.

Ella asintió y nos acostamos en la cama.

Ella se durmió después de un rato pero se despertó rápido.

—¿Te hicieron algo?

—No, estuve dormida todo el primer día, cuando vos entraste el tipo ese estaba intentado besarme.

—Perdón, yo te tendría que haber cuidado.

—No es tu culpa, ya está.

Asentí y la abrace.

Ella se volvió a dormir y al rato tocaron la puerta.

—¿Quien?

—Emi.

—Esta abierto.

Ella entro y vio que Nicole dormía.

—¿Cómo está?—Susurro.

—Bastante bien.

Ella asintió y hablo.

—Gracias Mateo.

—¿Por?

—Por estar siempre salvandola, gracias a vos mí mejor amiga está bien.

Sonreí y ella también sonrió.

—Bueno, los dejo descansar.

Asentí y ella se fue.

Acaricie el pelo de Nicole y dejé un beso en su frente.

Fin