¿Amor o odio?

08

Hace casi un mes que estamos en Brasil.

Un mes que no se nada de Mateo.

Pero por suerte hoy volvemos a Argentina.

Suspire al sentí la familiaridad de ese aroma que tanto amaba.

sonreí inconscientemente cuando sentí esa presencia.

—Volvemos a vernos, Cucco.

—Lo mismo digo, Palacios.

ambos reímos y nos abrazamos.

—¿Dónde estuviste?

—Sabes que eso no te lo puedo decir.

el asintió y se sentó a mi lado.

—¿Qué hiciste en este tiempo?

—Nada muy interesante, salí de joda, dormí, comí, me coji a una piba.

—Ah.

el me miro y soltó una carcajada.

—Sos linda celosa.

—No sé de que hablas.

—Te cambio la cara cuando dije lo de la piba.

—Obvio que no.

—Si vos decís, igual yo se que te gusto.

Gustar es poco.

—¿Qué te fumaste?

el solamente soltó una carcajada y yo sonreí.

—Lo que vos digas.

—¿Y si fuera verdad?

—¿Que?

—Si fuera verdad, ¿Te molestaría?

el no dijo nada y solamente me miro fijamente.

La cague.

Intente reírme para que piense que era un chiste pero sus ojos clavados en los míos me ponían muy nerviosa.

hizo lo que nunca pensé que iba a hacer.

me beso.

tarde unos segundos en corresponder y nos separamos por falta de aire.

nos miramos a los ojos y el me sonrió.

—¿Te respondí?

yo negué y lo volví a besar.

nos separamos y el paso su brazo por mis hombros y recostó mi cabeza en su hombro.

Nos quedamos un rato en silencio hasta que decidí hablar.

—Matu, ¿Te arrepentís?

—No, obvio que no linda.

yo asentí y el me agarro de las mejillas.

—¿Vos te arrepentís?

yo negué y el sonrió.

me volvió a besar y yo correspondí.

(...)

me encantaría poder decir que estamos juntos y que es todo hermoso.

pero lamentablemente nada es tan fácil para nosotros.

aunque el amor no falta, tenemos más problemas, como nuestras familias.

cuando podemos nos vemos a escondidas pero es muy difícil.

Aunque de nuestro lado tenemos a Liliana me encantaría tener el apoyo de mí papá.

Llegué al departamento de mateo y entre.