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Me levanté del sillon cuando escuché a alguien tocar la puerta.

Me acerque y no vi nada.

Abrí despacio y alguien me agarró del brazo.

—Señorita Nicole, ¿Que hace acá?

—Soltame Martín.

—Digame y la suelto.

—Vivo acá, ¿Feliz?

El me soltó y yo suspiré.

—Disculpe pero creí que era algún cómplice de peligro.

—¿Parezco cómplice de Pedro?

—No señorita, disculpe.

—Te perdono si no le decís nada a mí papá.

—No señorita, no puedo hacer eso, tengo que contarle a su padre.

—¿Cuánto querés?

—No se trata de dinero.

Dijo eso y se fue dejándome sola.

Le grite pero no volvió.

La puta que me parió.

A los diez minutos recibí una llamada de mí papá.

—¿Que querés?

—Hablar con mí hija.

—¿Tenés hija? Que bueno.

—Nicole.

—Nicole nada, me mentiste.

—No te mentí hija, fue porque no era nada serio.

—No te creo.

—Es la verdad, y no busco un reemplazo para tu mamá.

—Si lo haces, esa cosa que tenés como novia se llama igual que mí mamá.

—Se dio así, no lo hice a propósito.

—¿Y mamá?

—Ella murió hace mucho, entiendo que la extrañes pero tenemos que seguir adelante.

—Segui vos, porque yo no pienso verle la cara a esa, vos elejis, ¿Ella o yo?

El se quedó en silencio y yo reí.

—Ya me respondiste, buena vida.

—Hija, espera no cortes.

—¿Qué?

—Esta bien, volvé a casa y me pido a ella que se vaya a su departamento.

—Okey.

—En una hora va Jose a buscarte.

Yo colgué la llamada y suspiré.

Guarde lo que pude y el resto de cosas no sabía que las iba a hacer.

Jose llego y cuando estaba saliendo de mí departamento apareció emi.

—Hola Nicki.

—Emi, ¿Cómo estás?

—Bien, ¿Te vas de viaje?

—No, me voy a mudar.

—¿No vas a vivir más al lado mío?

—No, pero si algun día me necesitas, llámame, ¿Si?

El asintió y yo le escribí mí celular en un papel.

—Chau emi—Dije y dejé un beso en su cabeza.

—Chau nicki—Dijo moviendo su pequeña mano.

Algo se me removió por dentro al ver su carita.

¿Amor o odio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora