Capítulo 9

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—Joder, James y Karla, les pido por favor que para la próxima no hagan tanto ruido, ¿sí? —la castaña quedó helada, y miró con ojos grandes a su ex para luego observar de la misma forma al rubio, quien la miraba de la misma manera

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—Joder, James y Karla, les pido por favor que para la próxima no hagan tanto ruido, ¿sí? —la castaña quedó helada, y miró con ojos grandes a su ex para luego observar de la misma forma al rubio, quien la miraba de la misma manera.

—¿Qué? Te equivocas, James y yo no hicimos nada anoche. De hecho, pensé que podrían haber sido tú y Kate —fue lo que dijo la novia del rubio, quien se encontraba atónita con la pregunta del pelinegro.

La castaña la miró con horro, las palabras de Karla fueron inesperadas y totalmente erradas. Para Kate simplemente fueron una desgracia, el hecho de que pensara así de ella la hizo asquearse de sí misma.

—Las cosas que dices, Wesley. ¿Thomas y yo? Nunca en la vida —se cruza de brazos haciendo un puchero y frunciendo sus cejas, no se sentía para nada cómoda. El tema de conversación la tenía con los bellos de punta, y lo que acaba de decir Karla no le cabe por la cabeza.

—Fue Kate.

Todas las miradas recayeron en el responsable de decir aquello, y luego sobre la recién nombrada. Él la había acusado a ella de aquellos sonidos la noche que acababa de pasar, y no sabía cómo refutar, ni que argumentar. Mientras todos la observaban lo único que le bastó fue decir lo primero que se le viniera a la mente, tiene buena imaginación y es experta mintiendo ¿Qué podría salir mal?

—Anoche simplemente me dieron muchas ganas de follar y me tocó autocomplacerme, no todos tenemos pareja aquí como para hacerlo seguido —fue todo lo que se le ocurrió decir. Parecía un testimonio real, al menos esta vez nadie los descubriría.

—¿Cómo sabías que fue Kate? —preguntó Karla un tanto confundida a su novio, el cual comenzaba a reírse de los nervios, aunque se notara confiado.

—La escuché cuando fui al baño.

Fue todo lo que dijo, dejando así tranquila a su novia y a su primo. Con una mirada asesina, Kate aniquiló a James mientras que los otros reían por lo sucedido. Se libraron de una masacre.

El día fue bastante normal para ellos, nadar en la piscina, tomar el sol, leer, jugar, molestar, lo normal.

Se hizo de noche y comenzaron a sacar botellas de distintos tipos de bebestibles, entre estos whisky, vodka, pisco, tequila, etc. Jugar verdad o shot la segunda noche de estadía en la casona era una tradición que habían creado entre ellos. Así que, tras servir los tragos para cada uno, tomaron asiento alrededor de la mesita de centro e iniciaron con el juego.

—Thomas, ¿estás saliendo con alguien? —empezar con preguntas tranquilas y básicas era el estilo de Roth, prefiere subir la intensidad del juego a medida que este vaya avanzando.

Por su parte, Thomas observaba atentamente los shots de bebestibles que tenía frente a él. La castaña lo conocía lo suficiente como para saber que, con solo ese gesto, la respuesta era un rotundo sí. Y el mismísimo pelinegro se lo confirmó.

Peligrosa atracción | Libro 1 "Bilogía Peligros" [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora