Capítulo 11

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Han pasado ya unas semanas de aquel paseo que realizaron, y los padres de la castaña estaban a nada de llegar a casa, la navidad se aproximaba a pasos agigantados, y Kate estaba en serios problemas

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Han pasado ya unas semanas de aquel paseo que realizaron, y los padres de la castaña estaban a nada de llegar a casa, la navidad se aproximaba a pasos agigantados, y Kate estaba en serios problemas. Por alguna razón que se desconoce, Chiara le dijo a su hermana que debía andar con cuidado, ya que sus padres estaban realmente molestos con ella. Solo que, la menor de los Pattinson no sabía la razón.

El viaje a Park Ferri lo harán sea como sea, todos confirmaron y aceptaron el desafío de ir a aquel pueblo que todos llaman maldito. Al fin dejarían de ser cobardes, o eso pensaban todos.

Durante dos días, la castaña se dedicó a la limpieza y el orden del hogar, para que así Kristal Pattinson pudiese encontrar la casa tal cual la dejó antes de marcharse, o incluso mejor.

Kristal era una mujer hermosa, tenía cuarenta años, su cabello castaño claro y sus ojos verdes, los cuales compartía con sus hijas. Era realmente majestuosa, tan elegante y siempre educada, aunque escondía su verdadera personalidad.

Kate extraña mucho a sus hermanos, en especial al mayor, y no haya la hora en que los C's vuelvan por fin a casa. Chase y Chiara son unos hermanos increíbles, a veces un tanto molestos, pero aun así la castaña los ama en gran manera. No dudaba en que son los mejores hermanos que pueden existir en la tierra.

Chiara es la menor de los Pattinson, su cabello es rubio como su padre, y sus ojos verdes como los de su madre, pero sin esos toques amarillos que caracterizan a las castañas. Su cuerpo es maravilloso para tan solo tener diecisiete años de edad, tiene unas caderas despampanantes, y un busto pequeño que la hace ver más dulce de lo que realmente es.

La hora llegó y su familia estaba de regreso en casa, envolvió con un fuerte abrazo a sus hermanos, repitiendo lo mucho que los extrañaba. Se separó de ellos y abrazó a sus padres, quienes correspondían el gesto y besaban su coronilla.

Josh Pattinson, un hombre de cuarenta y tres años, de cabellos rubios y ojos castaños, alto y fuerte. Un hombre bastante bueno con sus hijos, pero muy estricto a la vez.

Miró a su hija y la mandó a su habitación, debían conversar y Kate estaba lo suficientemente nerviosa y un tanto asustada con lo que dirían sus padres como para refutar o siquiera mencionar alguna palabra.

Ya en su cuarto, su madre posó su mano en la pierna de su querida hija y negó un par de veces con la cabeza.

—Nunca más, Kate ¿oíste? —comenzó el molesto y decepcionado hombre. La castaña estaba aún más intranquila, no sabía que había causado la molestia de sus padres—. No puedo creer que hayas estado fuera de casa en un paseo sin nuestro consentimiento.

Era cierto, la castaña no se había dado la oportunidad de comentarles a sus padres que saldría con sus amigos. Y ya sabe la verdadera razón por la que están enfadados, y no es porque haya salido de casa con sus amigos por unos días, sino que no tuvo la decencia de siquiera pedirles permiso o avisarles.

A pesar de ser mayor de edad ella sigue viviendo bajo las reglas de sus progenitores, y debe respetarlos como autoridad.

—No tienes permitido ir a las vacaciones con tus amigos en las fiestas, a no ser que hagas méritos —esta vez habló con delicadeza la dulce mujer, que realmente odiaba tener que reprender a sus hijos, pero siempre ha mostrado su autoridad ante ellos—. Necesitamos confiar en que no te escaparás en cuanto estés en otra ciudad.

—Lamento mucho no haberles preguntado, fue mi error.

—Sabes que siempre te damos permiso y te dejamos hacer lo que quieres, solo debías habernos contado sobre aquel paseo. Nosotros pensábamos que habías estado en casa. —la castaña creía que sus padres eran exagerados, y puede que si lo sean, pero ellos solo piensan en su bienestar, y que, si le hubiera pasado algo, ellos ni siquiera sabrían dónde estaría metida.

Bajaron al primer piso para disponerse a comer juntos luego de tanto tiempo. La castaña observaba con ternura a su hermano mayor, quien se había ido del hogar hace ya un año.

Kate estaba un poco desanimada por el hecho de que sus padres le prohibieran ir a vacacionar con sus amigos estas fiestas, pero sabía que, si se lo proponía, podría conseguir nuevamente el permiso.

Luego de una linda cena en familia, las chicas subieron a su habitación para poder conversar. Kate y Chiara eran intimas amigas, se contaban todo, o bueno, casi todo.

La pequeña rubia es una buena y gran mentirosa, tal como toda su familia. Ella, por ser menor de edad, aún va a la iglesia con sus padres, pero eso no significa que esconde un secreto enorme, que hace unos meses su hermana mayor descubrió. Ella es bisexual, y al parecer tiene algo con alguna chica, algo de lo que Kate aún no está segura, porque su hermana menor es mucho peor que Chase en sus tiempos de mujeriego.

La familia Pattinson era bastante disfuncional, y eso se debía a los grandes secretos que se ocultaban entre ellos, en especial los que sus padres aún no son capaces de revelar. Fingen ser la familia perfecta, incluso cuando no hay nadie mirando, pero todos saben que su familia, de maravillosa, no tiene nada.

—Cuéntame todo, maldita castaña, veo en tus ojos que tienes mucho que confesar —los ojos grandes y hermosos de la linda rubia se entrecerraban, esperando que su hermana lanzara la bomba de la que ella ya sospechaba.

—Perdí mi virginidad con James —lo soltó así sin más, sabía que su hermana le guardaría el secreto, y que mucho menos la juzgaría.

—¿James Roth?

Ella no parecía sorprendida, pero si estaba emocionada, ya que Kate no era la única que esperaba a que eso sucediera. Chiara sabe de la atracción sexual que tiene su hermana con el chico desde un principio.

—Santa mierda, no estoy arrepentida de lo que pasó ¿eso me hace una mala persona?

—Cielo, no somos malas personas por los errores que cometemos, a pesar de haber querido que sucedieran. Eres una chica increíble, y tu no fuiste la que cometió el error más grande. Solo piensa en que tú no tienes pareja, y no le debes ser fiel a nadie, y aunque consideres a Karla una amiga, desde antes de eso ya te sentías atraída hacia Roth.

La menor de los Pattinson siempre había sido muy madura, y tenía sus propias filosofías. Eso ayudaba mucho a la castaña, quien a veces era demasiado inmadura para su edad.

—No creas que eres una mala persona solo por hacer una sola cosa que no es políticamente correcto.

Se fundieron en un abrazo, y luego Chiara exigió a su hermana que le contara todo con detalles, y así lo hizo Kate.

Unas horas después llegó Chase, exigiendo que tengan una noche de chicas, por lo que buscaron mascarillas, snacks, cremas, y todo lo necesario para lo que el hermano mayor pedía. Buscaron la película Legalmente rubia, y disfrutaron de una linda y divertida noche como los hermanos unidos que siempre han sido.

Al día siguiente, como familia, decidieron decorar la casa con sus adornos navideños, los cuales eran demasiados para el gusto de Josh, quien prefería algo sutil, mientras que, para sus hijos y su esposa, no eran suficientes aún.

Así fueron todos los días, en familia. Hasta que, en la noche del veinticuatro, Josh y Kristal, al fin liberaron del castigo a su hija del medio, dejando que en la fiesta de año nuevo pudiera ir con sus amigos de viaje.

El día veinticinco fue hermoso para la familia Pattinson, en la mañana abrieron los regalos que se tenían los unos a los otros, ya que decidieron hacer algo parecido al amigo secreto. A Kate le tocó hacerle un regalo a su madre, y le dio unos hermosos conjuntos de joyas que tanto había deseado a lo largo del año.

La castaña recibió un hermoso vestido dorado, de diseñador. Supo rápidamente quien era el responsable de regalarle esa hermosa pieza, Chase, quien sabía muy bien los gustos de la castaña. 

Peligrosa atracción | Libro 1 "Bilogía Peligros" [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora