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Kakashi se mantuvo en silencio y escuchando las conversaciones entre su padre, Kushina y Obito una vez que dejó de disculparse por la intrusión y aceptara quedarse a cenar. Pero era obvio para todos que de vez en cuando desviaba la mirada de su libro y fijaba su vista en él de una forma seria y más intensa de lo normal.

Obito se mantuvo sereno aunque también había notado la mirada que le dirigía cada tanto y no desvió la vista de su comida o de Kushina y Dai cuando hablaban. Por costumbre evitó mirar a Kakashi mientras comían para que pudiera estar sin su máscara y no tener que apurarse para masticar.

El percatarse de ello hizo que Kakashi suspirara e intentara relajarse, la irracionalidad de su actitud era algo que le molestaba. No tenía razón para estar molesto, lo sabía, y aún así lo estaba.

Pero si preguntaba delataría que estuvo husmeando y que se aprovechó de la confianza que tienen para dejarlo deambular sin supervisión ni límites en su casa. Y de ahí surgía también un poco de su molestia consigo mismo, porque era un poco descarado de su parte el estar incomodando a Obito siendo que él jamás lo hizo sentir incómodo o no bienvenido en su hogar.

Y ésta era la primera vez que visitaba su casa y se quedaba a cenar con ellos, si seguía con ésta actitud sería la última.

Las pocas veces que Obito vino a la propiedad fue en compañía de Gai para hacer algún que otro entrenamiento luego de una gran insistencia, nunca había ingresado al interior de la casa ni mucho menos quedado más tiempo del que dijo que iba a pasar. Con Kakashi usualmente pasaban el rato en la aldea o en la casa de Obito.

Si se iba esta noche sintiéndose una intrusión tal vez no querría venir otra vez y se pondría raro cuando se vieran en otros sitios, no quería que pensara que no lo quería cerca. Así que con ese pensamiento controló sus sentimientos irracionales y se concentró en terminar su cena sin desviar su vista de su novela.

Tenía que dejar de darle más importancia de la que debía a todo el asunto en su cabeza.

Pero todavía tenía curiosidad.
No pudo parar de pensar mientras se alejó al terminar la cena diciendo que prepararía Té, dejando que Dai se hiciera cargo de las visitas.

Recordó cuando Kushina y Minato les dieron la noticia de que se habían casado, Obito y Rin habían comenzado a pensar en ese tipo de cosas en ese tiempo y él no había mostrado interés. Sus compañeros no habían vuelto a preguntarle sobre lo que él pensaba, y ahora se preguntó si acaso ellos siguieron hablando sobre aquello y se lo perdió.

También se preguntó qué más cosas se pudo haber perdido.

Aunque actualmente Rin tenía más posibilidades de casarse con su trabajo, si fuera algo posible, que de buscar pareja o tener un noviazgo pasajero.

Y Obito, pensándolo bien, lo hacía creer que a pesar de ser tan simpático y haberse vuelto atractivo no mostró interés en nada más allá de ser agradable con todos y amistoso con sus amigos. En realidad su mayor interés estaba más direccionado hacia el cumplimiento de su sueño de ser Hokage y el buscar pareja no parecía ser algo importante.

Pero las propuestas matrimoniales que vio no tenían nada que ver con la atracción física y mucho menos amor. Eran totalmente por conveniencia y el arreglo entre las familias. Así que, a pesar de su conocimiento sobre el carácter y forma de ser de Obito, no podía estar seguro de que un día no aparecería para decirle que se casó con un Uchiha por el linaje de su clan o alguna cosa así.

Y no podía dejar de pensar en el tema por mucho que quisiera dejarlo de lado y no ser un raro al respecto. Si no saciaba su curiosidad esto le molestaría por mucho tiempo y no quería distracciones.

Reiniciando (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora