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—Senpai...— escuchó a Yugao llamarlo mientras seguían recorriendo su sector, no muy lejos de donde él se encontraba.

—No deberías llamarme así.— masculló sin mucho reproche, concentrado en revisar los restos de los papeles esparcidos por el laboratorio abandonado de Orochimaru.

Tenían sus máscaras puestas y estaban en servicio, por lo tanto debía llamarlo capitán o por su seudónimo Anbu. Pero solo se encontraban los miembros de su equipo así que no amonestó a Yugao por su forma de referirse a él.

—Aquí no hay nada, senpai— Yugao se acercó seguida de Bear y Kakashi asintió. Solo había restos de experimentos y archivos que no servirían de mucho, antes de irse Orochimaru había dejado a sus serpientes listas para explotar.

—La orden era explorar las instalaciones en busca de más pruebas de sus experimentos y de alguna conexión dentro de la aldea que haya tenido— él también sabía que no encontrarían nada, pero de todos modos debían cumplir con las órdenes directas dadas por el Hokage antes de seguir.

—Y ya cumplimos ¿Verdad?— Bear no ocultó su emoción por seguir con la verdadera misión y dejar de revisar cadáveres de serpientes para intentar buscar pruebas que no encontrarían.

Kakashi asintió con la cabeza y se encaminó hacia el pasadizo escondido del laboratorio que conectaba con un túnel.
Procederían con buscar cualquier rastro que los llevara a Orochimaru. Su equipo era de rastreo y eliminación, cazadores Anbu. Dar con el paradero de un sannin que se reveló contra la aldea no era algo que pensaran que pasaría alguna vez, pero lo harían.

Otros equipos Anbu estaban buscando y entre uno de esos equipos estaba el tercer Hokage. Kakashi sabía que Minato le había dado la ventaja en la búsqueda al tercero solo porque se lo pidió al ser el maestro de Orochimaru. Pero su sensei tenía dudas de si su antecesor lograría hacer lo que era necesario si lograba dar con quien fue su alumno. 

Por ello el equipo Ro debía asegurarse de encontrarlo y traerlo de regreso a la aldea. Lo que estaba fuera de la norma en ésta misión era el no exterminar al objetivo.

Kakashi tenía confianza en sus habilidades y en las de su equipo, pero aún así estaba tenso y mas rígido con sus compañeros ahora que estaban en búsqueda de Orochimaru. Era un legendario sannin por una razón.

Y además, nunca se sintió cómodo con su presencia y le erizaba la piel, siempre se sintió como un niño cuando lo tenía cerca y por la mirada que Orochimaru le daba estaba seguro que se daba cuenta del efecto que tenía con él. Y eso le hacía preguntarse si tenía algo que ver con su vida pasada.

Aunque ahora que fue confirmado que él era el culpable de las desapariciones de niños de la aldea en los últimos años y que fueron utilizados para ser partes de sus experimentos supo que de alguna forma, aunque ya no recordaba, su cuerpo le avisaba que ese hombre era un traidor y que no debía bajar la guardia.

No estaban muy lejos de Konoha para cuando sus ninken encontraron otro laboratorio oculto. La destrucción de todo lo que estaba en ese lugar era más reciente y dejó a dos miembros del equipo revisando el lugar. Towa y Komachi, Bird y Pard, no estaban contentos pero no se negaron a su orden de quedarse atrás con tres de sus ninken para intentar salvar cualquier prueba.

Así que solo se quedó con Bear y Cat para seguir con la búsqueda. Yugao se asemejaba a su estilo de pelea, siendo más calculadora y ágil, buscando ser directa con sus ataques para acabar con sus objetivos de forma rápida, mientras que Akiyama era una fuerza bruta a la hora de atacar que por más entrenamiento de sigilo que tuviera era difícil de ocultar una vez que se decidía a atacar.

Una explosión los alertó de que estaban cerca y aceleraron guiados por aquello.

—Bear busca al tercer Hokage y mantenlo a salvo— con suerte podrían resguardar al tercero como lo pidió Minato en caso que dieran con Orochimaru y Hiruzen se encontrara también en el lugar.

Reiniciando (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora