Sin querer.

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En un tranquilo barrio, a las afueras de la ciudad de México, la vida de Hiro giraba en torno a una persona: su mejor amigo de toda la vida, Miguel. Desde su tierna infancia, habían sido inseparables, compartiendo risas, secretos y aventuras. Hiro siempre había sentido algo más por Miguel, algo que iba más allá de la simple amistad, pero lo guardaba recelosamente en lo más profundo de su corazón, temeroso de perder la amistad que tanto valoraba.

Porque en su mente de 11 años, se había enamorado sin querer.

A medida que crecían, Hiro se encontraba cada vez más enamorado de Miguel. Cada sonrisa, cada gesto de cariño, alimentaba poco a poco su amor secreto. Pero nunca se atrevió a confesar sus sentimientos, paralizado por el miedo al rechazo y al posible fin de su amistad. Se conformaba con estar cerca de Miguel, disfrutando de su compañía y soñando con un futuro juntos.

Sin embargo, en una hermosa tarde de verano, mientras paseaban juntos por el parque, Hiro notó un cambio en la actitud de Miguel. Su amigo estaba distraído, ausente, como si su mente estuviera en otro lugar. Hiro, con un mal presentimiento apachurrando su corazón, trató de sacarle una sonrisa como siempre, pero sus intentos fueron en vano. Había algo diferente en Miguel

Algo que no podía explicar.

Esa noche, Hiro no pudo quitarse de la cabeza la extraña sensación que lo había invadido en el parque. Se revolcó en la cama, dándole vueltas una y otra vez al comportamiento de Miguel. ¿Habría hecho algo mal? ¿Habría dicho algo que lo hubiera molestado? Las dudas lo atormentaban, pero no encontraba respuestas.

Los días pasaron y la distancia entre Hiro y Miguel parecía aumentar cada vez más. Miguel se mostraba distante, frío, evitando las típicas salidas que solían tener con tanta frecuencia. Hiro intentaba desesperadamente recuperar la atención perdida, pero parecía que cuanto más lo intentaba, más se alejaba Miguel.

Un sábado por la tarde, Hiro, harto de la situación, decidió enfrentarse a Miguel y aclarar de una vez por todas lo que estaba sucediendo. Lo invitó a tomar un café frío, esperando que en un ambiente más relajado pudieran hablar abiertamente sobre lo que estaba pasando. Miguel aceptó la invitación con una mirada nerviosa, como si supiera lo que estaba por venir.

Sentados en una pequeña mesa de la cafetería, Hiro miró a Miguel a los ojos, la pregunta salió casi como reflejo.

-"¿Pasa algo? No, perdón, ¿Te pasa algo?" -
La mirada de Miguel se desvió hacia el suelo, incapaz de sostener la mirada de su amigo.

-"Me gusta alguien" -solto como si estuviera confesando un gran crimen

El corazón de Hiro se detuvo en ese momento. Había temido este momento desde el principio, pero eso no lo hizo menos doloroso. Trató de mantener la compostura mientras Miguel le explicaba cómo había conocido a esta persona y cómo se habían enamorado rápidamente, sin querer. Cada palabra resonaba en la mente de Hiro como un eco vacío, recordándole lo que nunca podría tener.

-"Me ha pedido... Me ha dicho que se siente insegura cuando yo estoy contigo, que cree que te gusto, pero ya le dije que imagina cosas, eso no va a pasar nunca porque... Tu y yo solo somos amigos, ¿Verdad Hiro?"-

Cuando Miguel terminó de hablar, Hiro se levantó de manera abrupta de la mesa sin decir una palabra. Se dio la vuelta y salió de la cafetería tratando de disimular sus lágrimas lo mejor posible, dejando atrás a su mejor amigo y todo lo que habían compartido. Caminó por las calles, perdido en sus pensamientos, mientras el dolor de un amor no correspondido lo consumía por dentro.

Con el pasar del tiempo, Hiro aprendió a vivir con el dolor de haber perdido a Miguel. Aceptó que nunca serían más que amigos y se esforzó por seguir adelante con su vida. Pero en lo más profundo de su corazón, siempre quedaría una pequeña grieta que jamás sanará, porque el primer amor es el que más duele y nunca se olvida.

Y Hiro lo aprendió a la mala, sin querer.





Esta vez tocó romper el corazón de Hiro, siento que ya le habíamos roto el corazón a Miguel demasiado y quería explorar esa parte de Hiro despechado, sinceramente siento que el es una persona más reservada con sus sentimientos heridos, pero le pega demasiado fuerte.
Espero les haya gustado.

Gracias por leer ❤️

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