Aunque la vida no es algo que pueda cobrar tan fácilmente, no soy san la muerte para hacerlo, pero hay un monstruo y dudo de mis actos espirituales en convenio con la luz de este tal Dios.
Hoy el día estaba enfurecido de odio, las nubes negras que ante manan la lluvia proveniente nos declaraba el juicio ante nuestra casa y jamás creí que sería fácil escapar, pero esta ves, los aprietos se nos pusieron firmes.
Pude observar a la lejanía como los policías ya estaban en marcha dentro de toda nuestra cuadra, buscando información relevante en cada casa, lo mismo o peor que la situación de Isabel, y a quien mas le temía en estos momentos era a su aquel entonces esposo, don Villarreal. Él sabía algo, él sí tenía información relevante, él nos había visto y estaba en busca de sed de venganza.
Desde aquí podía ver cuanto odio emanaba de su ser mientras trataba de convencer a todo aquel que lo escuchara y estuviera presente, desde los vecinos hasta cada policial informado y agente encargado sobre la situación.- ¡MIERDA! Miguel ¿Que hacemos? - repite en mi cabeza Francisco.
Aunque ustedes crean que el es el arma maestra, en realidad lo es, es el arma despiadada de la situación, pero yo soy la cabeza.Primero que nada, tendremos que esconder la evidencia que deje en sociego de anoche, estará todo seco y probablemente la habitación ya esté inundada de olor, pero tenemos que actuar con urgencia.
Maneje mi cuerpo hasta aquel lugar y abrí sin pensar sus puertas, efectivamente, el olor ya era notorio y el desastre era digno de una masacre en sangre fría. Me dispuse a cargar el cuerpo encima de mi y tratar de meterlo en una zona alejada del patio, aquella bodega oculta que permanecía cerrada por obvias razones.
Saque las hojas y el barro de encima, abrí la compuerta y me sumergí adentro, prendí la luz que gracias a los cielos andaba, y entre las telarañas pase con prisa. Abrí una nevera vieja que conservaba viejos huesos de víctimas antiguas que padre había derrotado y metí el cuerpo dentro, coloqué el enchufe y la encendí.Santos cielos o santos demonios, libérenme de este repudiable desastre que cree.
Y así sin más, me despedí para volver a cerrar la compuerta y ocultar todo bajo barro y hojas viejas. Corrí dentro para sacar todo lo que fuese tela y alfombras para poder quemarlo dentro del lavatorio de nuestra cocina. La evidencia ya estaba tapada solo faltaba escapar y lo peor, era decidirme ir solo, escapar hasta volver y recuperarlas de alguna forma.
Agarre a mis niñas y las adentré a su zona de confort, aquella que había creado exclusivamente para ellas.
- Decido despedirme de ustedes con el corazón roto y con las manos llenas de pena. - dije entre lágrimas, ambas lágrimas de ambos hombres dolidos por amores perdidos. - Recuerden que volveré a rescatarlas, sea cuando sea, solo esperen por mí, mis pequeñas y hermosas conejas blancas. - y así, retire mi cuerpo, escondiendo el altar detrás de unas cortinas gruesas y viejas que eran capaces de cubrir toda la pared.
Adolorido y entre sollozos, me aleje para poder cuidar de ellas más adelante, aunque me doliera la vida entera.
Corrí hasta abajo y con el abrigo que alcancé a la mano me dispuse a salir, cabís bajo y dentro de la lluvia camine, no sin antes escuchar un murmullo acercarse.
- Joven, puede detenerse, necesitamos hablar con usted un segundo. - La voz femenina de una mujer se escuchó en la lejanía de mi persona, me detuve eh hice caso omiso a su petición.
No es momento de pelear, solo sobrellevar la situación.
- Claro, ¿Que es lo que puedo ofrecerles? - Dije un tanto temblante.
- ¿Puede decirnos a donde se dirige en estos momentos? - La duda y la desconfianza los rodeaba de pies a cabeza.
- Solo necesitaba hacer unas cuantas compras de última hora, para unas ventas en el exterior de mis empresas. ¿Hay algún inconveniente?
Mentí, con realidad en irme.
Hasta que persivo como el grupo entero hace un gesto de horror en mi persona, y sostienen con rapidez sus armas a un lado.- Señor, necesito que se ponga contra la pared y no discuta o cualquier palabra será usado en su contra, está detenido.
¿Qué?...
Observó con rapidez mis trapos y lo que me lamentaba era la idiotes en mi persona de no retirar mi remera claramente manchada de sangre seca.
En silencio hice caso omiso y no me negué a nada que fuese otorgado por cada uno de los miembros uniformados.
Colocaron mi cuerpo dentro de un patrullero y me dejaron en silencio unos cuantos minutos.
- Señor Martínez, queremos informarle que lo detenemos por sospechoso en la desaparición de Cecilia Anabel Fernández. Haremos un seguimiento sobre su ropa y un allanamiento en su residencia. -
Me quedé boquiabierto, lo que tanto esperaba, a sido en vano, lo que tanto sufrí lo disfruté en segundos de unas horas, lo que fui eh hice, no valió si quiera la pena.Lamento con fuerza perder el ruedo de este camino tan destellante, ser tan ingenuo en mi persona y no controlar aun más lo que debía ser nuestra obra de arte.
Hoy, un vil villano con el corazón de un ave, se encuentra capturado eternamente en el desperdicio de su vida, no se quien seré ni que me espera, pero si se que aveces lo malos de las películas, vuelven en una segunda parte....
Bienvenidos a y gracias por leer.
Recuerden:
Espero con ansias en los comentarios sus críticas constructivas.🤍
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~ Almas Gemelas ~
Short StoryAunque en mi espacio es muy difícil poder contarte algo de lo que estás por leer, quiero decirte sin spoilers que esté mundo te descolocára a lo ultimo. Espero lo disfrutes tanto como yo en escribirlo y saques tus propias conclusiones a lo largo de...