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La nevada se hace más intensa durante la noche

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La nevada se hace más intensa durante la noche.

Al despertarse, se siente un frío que se cuela por los huesos, mientras el mundo al otro lado de la ventanilla es sólo un velo blanco. No le cuesta mucho calentarse con su magia, así que lo primero que hace tras levantarse es comprobar la chimenea, donde aún duerme profundamente el rubio de ojos escarlata.

Afortunadamente, ese fuego no se ha apagado por completo, pero de cualquier forma, añade más leña para reavivar las llamas. Incluso aunque el sol se oculta en el opaco cielo, es consciente de lo temprano que es; tiene la costumbre de levantarse al amanecer, algo que no ha podido superar ni siquiera después de tantos años.

Luego coge una silla de madera y se sienta junto a la ventana, enfrente de donde está tumbado el cambiaformas. Mientras el tibio líquido roza sus labios, sin darse cuenta su mirada se posa en el joven dormido.

El aspecto actual de Katsuki es casi inocente, piensa el muchacho de cabello bicolor. De vez en cuando, por la noche, se acerca las mantas y se las coloca bajo la barbilla, de manera que sólo ve una pequeña parte de su cara y su pelo desordenado. Le hace gracia, e incluso le cuesta creerlo, que éste sea el mismo hombre que había intentado arrancarle la mano de un mordisco el día anterior.

No es hasta que el rubio se queja y empieza a despertarse por lo que el joven mago se da cuenta de que lleva un rato mirando fijamente y rápidamente desvía la mirada hacia la ventana.

—Mierda, hace frío —se escucha un momento después, acompañado de un gruñido de dolor. Se produce un silencio de unos minutos, en el que el bicolor se cuestiona si su compañero recuerda lo sucedido la noche anterior.

—¿Qué cojones es esto?

Al volver la vista hacia él, se da cuenta de que ha logrado sentarse y que las mantas le cubren la cintura mientras examina la ropa que le había dejado.

—Ya sé que eres un cambiaformas, pero pensaba que sabrías lo que es la ropa —dice, con el entrecejo fruncido.

Puede que otros se asustasen de la mirada que le lanza Katsuki, en cambio el de ojos bicolores sencillamente da otro sorbo a su té.

—Sé lo que es la puta ropa, imbécil. Me refiero al por qué están aquí.

—Pues, habitualmente están hechas para llevarlas puestas.

—¿Intentas tomarme el pelo? Te voy a matar —gruñe el cambiaformas. El instinto parece mover su cuerpo cuando empieza a lanzarse en dirección a su compañero, pero de pronto su expresión se torna en una de molestia y detiene su movimiento, mostrando frustración en su rostro—. Ya te mataré, una vez se cicatricen estas malditas heridas.

El mago contiene una carcajada. Por muy duro y rabioso que parezca estar Katsuki, él no siente ninguna amenaza verdadera proveniente de él; su magia se remueve con tranquilidad bajo su piel, al no sentir ningún peligro inminente. De todos modos, está agradecido de que el rubio se haya abstenido de cometer cualquier imprudencia. Resultaría molesto que todo el trabajo que hizo el día anterior, curándole las heridas en dos ocasiones, se echase a perder una vez más.

ㅤㅤ𝐖𝐚𝐧𝐝𝐞𝐫𝐢𝐧𝐠 𝐖𝐨𝐥𝐟 ──BakuTodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora