Capítulo 13 | Sombras

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17 de abril, 2022

8:12 p.m.

(Hogar de los Martínez)

Sara

—No puedo hacerlo —me echo hacia atrás, impulsándome con una de las patas del escritorio y recuesto la cabeza en el espaldar de la silla.

Mantengo la vista fija en la pantalla de la computadora. El archivo que tengo delante permanece intacto. Llevo sentada frente a ella, cerca de dos horas, borrando la primera línea una y otra vez, no estoy segura sobre cómo debería empezar, no estoy segura de que sea correcto.

Bien, lo último no es para nada cierto, estoy completamente segura de lo incorrecto que es. Suspiro. Si tan solo pudiera concentrarme, pero desde que Charlie me trajo a casa en su auto, los paparazzis no se han despegado de mi puerta. Reconozco que tardaron en hacerse presentes.

Lo que ocurrió un día después y los siguientes a ese, fue justo lo que esperaba. La muerte de Natalia se convirtió en la comidilla del pueblo y cada habitante del Valle empezó a referirse a ella como "la chica del congelador", sin excepción. No importó que muchos de ellos la conocieran, que jugara con sus hijos cuando era pequeña, o que hubiera dedicado su vida a ser una mujer encantadora, todos lo olvidaron.

Aquellas familias a las que ayudó fueron las primeras en correr la voz, fueron quienes la nombraron de esa forma. Sin embargo, eso no fue lo peor. La prensa no tardó en hacerse eco.

En un principio fue sencillo para los Romero contener a la turba de periodistas ansiosos de información, pero eso no duró mucho.

Como dije, LAST es una de las bandas de mayor fama en la actualidad, así que cualquier noticia relacionada con ellos no puede esconderse demasiado, mucho menos una como esta, con la que están directamente involucrados. Por lo que, durante las primeras horas, los periódicos y revistas de espectáculos estuvieron plagados de portadas donde los chicos aparecían vestidos como reos, sacadas de contexto de uno de sus videoclips Guilty, con titulares como: "¿LAST una banda o una premonición? "La última vez que vimos a los chicos de LAST" "¿Boyband o pandilla?" y otros más serios: "Los chicos de LAST sospechosos de asesinato". Los programas de televisión no se quedaron atrás.

Mi propio jefe me ordenó escribir un artículo al respecto, sin importar el conflicto que eso iba a representar para mí. Por supuesto, después de contarle lo ocurrido y finalizar con un: "estoy atrapada aquí y no podré volver en un tiempo", no me quedó más opción que aceptar su petición. Y es así como llegamos a este punto.

—Quedó lasaña del almuerzo, ¿te sirvo un plato? —pregunta mamá después de tocar la puerta.

—No —respondo de manera automática, pero mi estómago parece no estar de acuerdo, pues ruge desesperado —, ¡Espera! —exclamo temiendo que sea demasiado tarde —. Un plato.

—Enseguida vuelvo.

Se supone que tengo veinticuatro, que llevo viviendo sola desde hace ya bastante, sin embargo, oírla preguntar, desde el otro lado de la pared, que es lo que quiero para cenar, me hace sentir como una niña.

Apago la computadora y regreso a la cama, casi no me he movido de ahí, desde hace ya tres días. Ni siquiera salgo de la habitación, a no ser que sea extremadamente necesario, como esta mañana cuando tuve que presentarme en comisaría a declarar nuevamente.

La madre de Natalia tardó dos días en dar su consentimiento para que la autopsia pudiera realizarse y luego, otros dos más, para decidir que la información debía hacerse pública.

Finalmente se reveló la hora de la muerte, entre las 3:00 a.m. y las 3:45 a.m. por lo tanto, el haber dormido con Charlie no sirve como coartada y no me descarta como posible sospechosa. Además confirmó las sospechas de Joshua, ella fue estrangulada mientras seguía con vida, con suma violencia y hasta que no fue capaz de resistir más.

Yo no lo hiceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora